Allegro ma non troppo

Sin dudas el 2020 trajo desafíos inéditos bajo el brazo. No sólo por el impacto de la pandemia desde el punto de vista de la salud, sino también por sus efectos colaterales, consecuencia de los aislamientos, tanto en la vida cotidiana como en la economía. Por supuesto, el mercado de los terminales móviles (smartphones) también se vio impactado. Ahora, ya de lleno en el 2021, las perspectivas de este año, no ausente de dificultades, podrían marcar una mejora significativa teniendo en cuenta el contexto.

El mercado oficial de celulares (es decir, sin contabilizar los equipos que ingresan del exterior pero que no quedan registrados en la aduana) tuvo en el 2020 una caída del orden del 15%. Mientras tanto, el mercado informal tuvo un derrumbe, impactado por dos variables. Una fue la falta de viajes por los cierres de fronteras aquí y en el exterior que llevaron sus niveles prácticamente a cero. La otra fue la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el blue (antes negro) que dejó fuera de competencia a gran parte de lo ingresado “por izquierda” frente al mercado formal abastecido con dólares al valor oficial. Así, su caída se puede estimar en un 60%.

Centrando el análisis en el mercado oficial, que mueve al grueso de los equipos, se puede decir que sus ventas se vieron fuertemente impactadas durante prácticamente un trimestre completo. Esto no sólo por el cierre temprano de las fábricas en Tierra del Fuego fruto del aislamiento que arrancó antes en la isla que en el resto del país. También hay que tener presente que la puesta en marcha de protocolos tanto en las producción como en la distribución hicieron que su abastecimiento no fluyera normalmente por unos tres meses. De este modo, los problemas en la oferta hicieron que al 2020 faltara el equivalente a un mes y medio de ventas aproximadamente. De esta forma, sólo con tener un 2021 normal en términos de abastecimiento debería alcanzar para que se registre un volumen de ventas total superior al del 2020. Pero juegan también otros factores, a favor y en contra.

Un golpe que sufre la venta de celulares es la exclusión de esta categoría del programa Ahora 12 que permitía pagarlos en 12 cuotas fijas. En un contexto de alta inflación (el 4% de enero y un valor similar en febrero anualizados dan un 60% anual) no es un dato menor. No obstante, esta pérdida puede ser compensada por la financiación ofrecida por los operadores (de 3, 6, 12 y 18 cuotas fijas), en muchos casos a mayores plazos que el retail (mayormente 3 y 6 cuotas), a lo que se suman promociones puntuales de determinados bancos. La financiación sigue siendo un factor clave en la venta y habrá que ver en qué medida la falta del Ahora 12 es suplida por propuestas alternativas que no siempre alcanzan a todas las marcas y/o modelos ni manejan plazos tan extensos.

Otro factor por considerar, y que puede ser positivo para la venta de celulares, es que el 2021 es un año electoral. Esto ha dado lugar a dos políticas ya aplicadas en contextos similares que apuntan a aliviar la capacidad de consumo de la población: un mayor retraso de ciertos precios y tarifas (por congelamiento o aumentos autorizados por debajo de la inflación) y una revaluación del peso. El factor precios y tarifas se ve en el caso de diversos servicios públicos (donde entran las telecomunicaciones, entre otros) así como de algunos servicios privados, como la medicina. De esta forma, quedan más ingresos disponibles a la población para otros consumos. Por otra parte, se percibe ya una tendencia incipiente a que el dólar oficial actualice su valor por debajo de la inflación. Si bien durante el 2020 la política fue que el dólar oficial acompañara a la evolución de la inflación, en el 2021 esta política ha sido dejada de lado, con una actualización de su valor por debajo de aquella. En enero la inflación fue del 4% pero el dólar oficial subió un 3,6%. Y mientras se espera un alza de precios en febrero similar a la del mes anterior, el dólar sólo subió 2,2% en el segundo mes del año. Así, de confirmarse una inflación del 4% en febrero, en el primer bimestre la inflación acumulada sería del 8,1% frente a un dólar que se habrá actualizado tan solo un 5,8%.

En términos de demanda, tampoco hay que dejar de tener en cuenta que con ventas muy por debajo de sus niveles históricos en los últimos años, la vida útil de los equipos se estiró mucho [ver “Nos vamos poniendo viejos”]. De esta forma, y siendo que actualmente el mercado de terminales es básicamente uno de renovación, se suma un factor adicional: el envejecimiento del parque instalado, lo que podría ser un motivo que impulse a una mayor demanda.

Así las cosas, con una economía todavía en problemas, de no mediar ninguna situación imprevista, el mercado de terminales móviles podría crecer en este 2021 entre un 20% y un 25% para alcanzar unos 8 M de unidades o más, especialmente si florecen financiaciones alternativas que compensen la falta del Ahora 12. Esta cifra está por encima de las ventas oficiales de los últimos dos años. Una buena noticia a pesar de que los valores todavía están lejos de los 13 M de unidades de sus mejores épocas.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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