Business as usual

Desde que en 2019 Telefónica anunciara su reorganización, una de cuyas resultantes fue el spin off de Telefónica Hispanoamérica, los rumores de ventas de operaciones de distintos países estuvieron a la orden del día. Pero no se pasó de eso, rumores. Con esta imagen “vendedora” instalada en la mente de muchos quienes siguen esta industria, sorprendió la noticia de que Telefónica Colombia (país que además es la sede operativa de Telefónica Hispanoamérica) alcanzó un acuerdo con DirecTV para adquirir las operaciones de acceso a Internet de esa subsidiaria en aquel país. En definitiva, se trata de una movida que va en sentido contrario de todo lo que se especuló en el último año y medio.

Más específicamente, el acuerdo, todavía sujeto a las autorizaciones regulatorias, implica el traspaso tanto de la infraestructura de red, así como de las frecuencias radioeléctricas. La operación de acceso a Internet de DirecTV Colombia es puramente inalámbrica, habiendo lanzado en septiembre del 2020 la primera operación 5G Stand Alone en Latinoamérica para dar servicios de acceso fijo inalámbrico (FWA). No obstante, la mayoría de sus clientes son atendidos con tecnología LTE. Para ello, utiliza espectro en la banda de 2.5 GHz a nivel nacional.

De confirmarse esta operación, de la cual no se revelaron montos, Telefónica obtiene dos grandes beneficios. Por un lado, se hace de espectro que, aunque actualmente utilizado para servicios fijos, también puede serlo para los móviles, algo que es clave para cualquier operador. Bajo su marca Movistar, Telefónica tiene una participación directa del 24,2% en el mercado móvil colombiano. A esto hay que sumarle en términos de infraestructura el 4,5% correspondiente a Virgin, que opera como MNVO sobre la red de Movistar. En otras palabras, el espectro adicional para un 29% del mercado es bienvenido en momentos en que hay un alto crecimiento del consumo de datos. Por otra parte, Telefónica/Movistar obtiene unos 200.000 clientes de Internet fijo de DirecTV, a los que seguramente intentará migrar a su red de banda ancha cableada (tanto de ADSL como de fibra). Éstos se sumarán a los casi 1,2 M de clientes de Internet fijo de Movistar, con lo cual su participación de mercado pasaría del 15% a algo más del 17%.

Por el lado de DirecTV, el “offloading” del negocio de acceso a Internet le permitirá focalizarse en su core: la provisión de contenidos. En este sentido, y ante el retroceso inexorable de la TV paga tal como se la conoce actualmente, DirecTV se encuentra en una transición: pasar de distribuir contenidos desde tecnologías satelitales de broadcasting hacia hacerlo a través de Internet, en un modelo que técnicamente es OTT. De hecho, DirecTV Go, el producto de streaming de la empresa, es la gran apuesta ya que no es un servicio OTT audiovisual más. A diferencia de opciones como Netflix o Amazon Prime Video, se trata no sólo de películas, series y documentales sino también de señales tradicionales de TV (como canales de noticias) a lo que se suma el Santo Grial de los contenidos de TV: los deportes, especialmente el fútbol. De esta forma, más que un simple OTT audiovisual, DirecTV Go se presenta como un completo menú de contenidos sólo accesibles en forma conjunta desde servicios de TV paga tradicionales. Adicionalmente, con la venta se deshace de un negocio que no es parte de su core y para el cual necesitaría “enterrar” mucho dinero en inversión si la intención es hacerlo crecer. Algo que además no le aportaría mucho valor a la hora de una posible venta de la operación de DirecTV en Latinoamérica.

Por supuesto, al conocerse la noticia no faltó quien especulara con una operación similar en Argentina. Pero esto parece más difícil porque los contextos son distintos. Si bien en el país DirecTV también tiene una operación de acceso a Internet, esta se encuentra fragmentada tecnológicamente. La empresa utiliza tecnología LTE fija, fibra óptica y hasta satelital para ofrecer acceso a Internet. En el caso de la opción fija inalámbrica, no cuenta como en Colombia con espectro a nivel nacional sino sólo local, con lo cual no aportaría a la capacidad total de cualquiera de las redes móviles operando en el país. Por otra parte, su operación sobre fibra óptica es muy localizada, por lo que tampoco es un aporte significativo, salvo quizás si la intención fuera operar en Godoy Cruz (Mendoza). Finalmente, su operación satelital es con espectro asignado en forma casi experimental y con una cobertura acotada. En definitiva, un escenario diferente que hace poco probable una operación similar en estas tierras.

Volviendo a la sorpresa que causó esta operación, especialmente por el lado de Telefónica, no es tan llamativo que haya decidido comprar activos en la región. Porque más allá de si termina o no vendiendo su operación (o encontrando un socio), la empresa no puede dejar que sus activos se devalúen por desidia. Lo sano es actuar como si nada pasara. Y esto parece ser lo que decidieron desde la operación de Hispanoamérica. Business as usual, tanto para vender, asociarse o, claro, para seguir solos.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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