Suba a la baja

Uno de los efectos de la inflación, sobre todo cuando es alta como en Argentina, es que distorsiona la percepción de los precios, haciendo difícil determinar qué es caro y qué es barato. Sucede en parte porque complica la comparación, no sólo mes a mes sino, mucho más marcadamente, año a año. Así, aunque a veces se perciba que un bien o servicio es más caro porque aumentó su valor nominal, al actualizar por inflación para comparar valores a moneda constante, se revela que ese precio que parece más alto en realidad es más bajo. Una situación que puede observarse al considerar los precios de los productos de acceso a Internet en Argentina, que en términos constantes bajaron un 17% en 15 meses. Esto surge del informe “Oferta de acceso fijo a Internet”, publicado por Carrier y Asociados.

El precio promedio de una conexión de Internet en Argentina (considerando precios de lista y no precios con descuentos promocionales), resultó ser de $ 4.599 finales. Tomando como referencia el precio medio de $ 2.841 encontrado en septiembre 2021 y actualizándolo por inflación, resultaría ser de $ 5.540 a valores actuales. De esta forma, el precio promedio real bajó un 17% en 15 meses (09/2021 a 12/2022) y un 23% tomando los últimos 27 meses (09/2020 a 12/2022).

La evolución de los precios también es un indicador del atractivo de las distintas tecnologías de acceso. Por este motivo, no sorprende que sea la tecnología de ADSL la que más haya bajado de precio (siempre a valores constantes), retrocediendo un 32% en 15 meses. Como dato adicional que evidencia su posición de retirada, su oferta desapareció en algunas áreas donde todavía funciona.

A pesar de ser las tecnologías que menos bajaron de precio, tanto la de cablemódem como la fibra óptica presentaron los precios más alto, con apenas $ 200 de diferencia entre una y otra (aproximadamente un dólar). La competencia fuerte es claramente entre estas. Una situación que deja sin chances de estar en la pelea al ADSL, en retirada como consecuencia del proceso de migración a fibra. Por su parte, las tecnologías inalámbricas no pueden competir con las redes cableadas de alta capacidad, por lo que van quedando relegadas a complementarlas por fuera de su pisada.

Una mayor competencia, consecuencia del proceso de migración de cobre a fibra de la industria, y un contexto macroeconómico complejo, con caída de los salarios frente a la inflación, son las razones detrás de estas bajas. No era necesario regular los precios por decreto.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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