AutorEnrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Los caminos de Nextel

Recientemente, dos noticias vinculadas a Nextel hicieron que varios volvieran a preguntarse sobre el destino de la operación en Argentina.
La venta de la filial de México a AT&T, otrora considerada estratégica, es quizás un indicio de que los accionistas tienen como objetivo vender todos sus activos para atender sus pasivos. Por otra parte, la venta de la ex Nextel en Chile, que había sido adquirida pocos meses atrás a grupo argentino Veintitrés, aleja definitivamente la posibilidad de que este mismo grupo intente quedarse con la operación local. A pesar de esto, las opciones de Nextel Argentina siguen siendo las mismas: vender o seguir operando por las suyas.
Con la compra de la filial de México por parte de AT&T algunos piensan que algo similar podría repetirse en Argentina. Sin embargo, la situación argentina dista de la mexicana. Al no contar con espectro para servicios celulares (esto es para 3 y 4G), el atractivo local no es el mismo. Cualquier comprador se haría de una red interesante, pero con una tecnología con fecha de vencimiento. Claro que esto mismo hará que en la medida que pase el tiempo, el valor de la empresa decrecerá. La alternativa podría ser la adquisición por parte de uno de los tres operadores actuales, deseoso de quedarse con los valiosos sitios de antenas y una base de clientes no desdeñable. Pero esto implicaría una inversión posterior no menor en la migración de los más de 2 millones de líneas a tecnologías celulares. En un cálculo rápido, a aproximadamente un costo de US$ 100 por terminal, serían unos US$ 200 millones sólo en cambio de equipos. También hubo rumores de un management buyout, si consiguiera la financiación necesaria. Además, siempre se mencionan otros interesados, pero lo cierto es que por ahora ninguno cierra la compra.
Por lo tanto, por el momento la opción más concreta sería la de la continuidad de la operación. Aquí se abren dos alternativas. Una sería seguir como está. No hay que olvidar que, sin grandes inversiones de capital al no tener que migrar de tecnología, Nextel Argentina es una empresa rentable. De esta forma, sería una suerte de vaca lechera a la que se podría ordeñar hasta secarla y luego vender los activos (sitios de red, oficinas comerciales, etc.). Algo similar a lo que, varios años atrás, ocurrió con Skytel, la empresa más importante de servicios de paging en su momento. Otra opción sería comenzar ya la migración de sus clientes hacia servicios celulares a través de un modelo operador virtual (MNVO). Esto le permitiría retener a sus clientes y capitalizar su estructura comercial (sucursales, agentes de venta y puntos de recarga). Y simultáneamente, y en la medida en que se vaya apagando el servicio iDen actual, poder reutilizar su red para servicios LTE, cosa técnicamente posible. Así seguiría contando con la red en caso de que hubiera nuevas asignaciones de espectro, más aún cuando a Arlink todavía no se le asignó nada de lo que obtuvo en la última subasta de espectro. También podría optar por ser un MNVO y vender o alquilar sus sitios de antenas a otro operador.
Como se ve, puede faltar dinero, pero no opciones, las cuales seguramente están siendo evaluadas constantemente tanto en Puerto Madero (sede de la operación local) como en Virginia (sede del holding).

Verano de emociones

A pesar de que entre mediados de diciembre y fin de enero es lo que puede considerarse una “temporada baja” en materia de novedades, hubieron noticias y acontecimientos que merecen una breve mención.
Durante la última misión gubernamental y empresaria a China, las telecomunicaciones estuvieron presentes. Entre las noticias, se supo que viajaron ejecutivos de Arlink en búsqueda de socios tecnológicos y operativos para el negocio móvil en el que ingresó por haber obtenido espectro en la última licitación. Se mencionó a Huawei como proveedor tecnológico y a China Mobile como socio operativo. Lo que todavía no parece estar muy claro es quién pondrá la financiación. Y que le otorguen el espectro, claro.
Unas semanas antes, en Buenos Aires se realizó el Gran Premio de Fórmula E, que es E no por Eléctrica sino por Ecológica. Fue interesante ver entre las proezas tecnológicas, el sistema inalámbrico de carga de batería del safety car (el auto que ingresa a la pista en caso de accidente) desarrollado por Qualcomm. La idea es no sólo poder incluir esta tecnología en los autos de carrera sino también, y principalmente, aplicarla en pocos años a los autos de calle. Aquí un video con una explicación clara de cómo funciona y qué se espera de ella. Tan futurista como apasionante.
En lo que puede considerarse una herida narcisista para los latinoamericanos, se conoció el valor de un usuario de Facebook para esta compañía. Al tope figuran los estadounidenses, con US$ 9. Un africano o latinoamericano, apenas 94 centavos. Sin comentarios…
Finalmente, se puede decir que las últimas semanas no fueron las mejores para Samsung. En su presentación de resultados, sus ingresos por ventas de celulares cayeron un 23% en el último trimestre, mientras que las de su coterráneo LG crecieron un 24% y un 18% en smartphones. Por otra parte, algunos analistas ya sostienen que el gigante coreano perdió (o está a punto de perder) el liderazgo en smartphones a manos de su archirrival, Apple. Como frutilla del postre, y a menos de un mes del lanzamiento del S6 con el cual Samsung espera recuperar su mojo, tuvo que cambiar su CMO. Dicen que por problemas de salud… En fin, un inicio de año para el olvido para los coreanos.

Tuits selectos

Habemus lex

Finalmente y como era previsible (o sea, mucho discurso y ninguna modificación), el proyecto de ley Argentina Digital fue aprobado por la Cámara de Diputados y ahora aguarda su promulgación por parte el Poder Ejecutivo Nacional. Lamentablemente, el diseño de la norma, inconsulto con los involucrados, y el tratamiento express recibido en el Congreso para una ley de tal trascendencia permiten presagiar un horizonte nuboso.
Argentina Digital (o ley telco como se la conoce informalmente) tiene un raro mérito: el de haber sido rechazada por los operadores de todos los tamaños y características, sean grandes telcos, cableras, PyME o cooperativas. Más allá de los lógicos intereses disímiles de cada una de estas empresas, el principal temor y causante del rechazo es que por la vaguedad de su articulado la ley significa un cheque en blanco para la Autoridad de Aplicación (AA). Una Autoridad que además gozará de un enorme poder de regulación (englobando a la Secretaría de Comunicaciones, la CNC, CONAE, CORASA) y tendrá capacidad de intervención directa en el mercado como un actor (con privilegios) a través de Arsat y Argentina Conectada. A esto se sumará el manejo de los recursos del Servicio Universal. En definitiva, poder político y poder económico. Así, lo bueno o malo que pueda surgir de esta ley dependerá de lo bueno o malo de la AA.
Sólo a modo de ejemplo, y según condiciones no definidas objetivamente en la ley, la AA podrá fijar tarifas, determinar las condiciones por las que un operador tiene “Poder Significativo de Mercado” permitiéndole aplicar condiciones de regulación asimétrica, establecer qué operadores deberán abrir sus redes para permitir una desagregación de difícil aplicación, y así tantas otras. No hace falta ser muy perceptivo para darse cuenta que esta discrecionalidad no deja tranquilo a ningún operador de este sector, sin importar origen o tamaño.
Lamentablemente, este no fue un tema de discusión. Las principales modificaciones que sufrió el proyecto en su paso por el Congreso fueron el impedimento (razonable) a las telcos de dar servicios audiovisuales a través del satélite (defendiendo intereses de PyME y cableras así también como los suyos propios) y hacer de la AA un organismo con representación más distribuida entre Poder Ejecutivo Nacional, provincias, bloques legislativos. O sea, la prioridad fue no quedarse fuera de la rosca, no hacer una ley mejor.
Sin ser el tema más relevante de la nueva norma, especialmente luego de la modificación que impidió hacerlo a través del satélite, la posibilidad de que las empresas de telecomunicaciones ofrezcan servicios de TV fue ampliamente sobredimensionada en una discusión estéril. Hay varios fundamentos, técnicos, de negocio y de mercado, para pensar que no cambiará gran cosa en lo inmediato. Por un lado, las telcos deberán invertir fuertemente en aumentar la capacidad de su red si quisieran transportar señales de TV en HD. La IPTV (tecnología a utilizar en este caso) no es Netflix. Necesita un ancho de banda asegurado calculado alrededor de los 7 Mbps. A lo que se suma el ancho de banda necesario para Internet. Así, cualquier propuesta razonable exige contar con un ancho de banda de unos 13 Mbps o más. Algo que no está disponible en la mayor parte de la red ADSL de las telefónicas. Por otra parte, ingresar al mercado de TV paga, con una penetración de aproximadamente el 80%, no es un picnic. Las telcos deberían invertir fuertemente en contenidos, marketing y margen para desarrollar propuestas que en alguna medida deban ser mejores (en calidad y/o precio) que las actuales. A esto hay que sumar que para lo que refiere a servicios de comunicación audiovisual, los operadores TIC están sujetos a los requisitos de la mal llamada ley de medios, lo que incluye una limitación a la participación del capital extranjero entre los accionistas. Así, ni Telefónica (por ser española) ni Claro (por ser mexicana) estarían habilitadas para dar estos servicios. Quizás sí Telecom en la medida en que Fintech (EE.UU., país con el cual hay un acuerdo que lo exime de esta limitación) tome el control de la operación. Por todo esto, pensar que la habilitación a las telcos a dar TV es la motivación de la nueva ley es cuando menos optimista.
Por otra parte, subsiste el articulado que tanto inquieta a los defensores de los derechos civiles, aspecto minuciosamente analizado por ONG y académicos.
Luego de la discrecionalidad otorgada a la AA, quizás al mismo nivel, la limitación mayor de la nueva ley es una falla que se puede considerar estructural. Originalmente, la ley fue presentada como un marco regulatorio para la convergencia. Sin embargo, para que ésta se produzca en armonía, es necesario contar con una regulación única, que no genere más asimetrías que las que ya existen entre los distintos operadores que a partir de ahora serán licenciatarios TIC. En otras palabras, una industria convergente necesita una regulación también convergente. Esta será una asignatura para el próximo gobierno. En el ínterin, Argentina Digital tiene muchas probabilidades de tener la misma aplicación que la lograda por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual luego de 5 años.

Habemus 4G

Luego de que a los tres operadores (Claro, Personal y Movistar) se les asignara espectro y que pagaran por él, con o sin anuncios todos ellos comenzaron a “encender” sus primeras radio bases con LTE. Pero fue Movistar la que hizo el primer anuncio oficial en la reunión de fin de año con la prensa, el miércoles de esta semana.
Necesitadas como están las empresas por más espectro y por comenzar a descongestionar la red 3G, no sorprende que el servicio estuviera siendo puesto a punto para liberarlo al momento de contar oficialmente con el espectro. Por lo tanto no debería llamar la atención que en los próximos días tanto Personal como Claro también liberen comercialmente el servicio. No obstante, esto no necesariamente vendrá acompañada de grandes campañas publicitarias. Tampoco es cuestión de generar expectativa por un servicio que estará inicialmente disponible en muy pocos lugares. El efecto rebote podría ser mortal en momentos en que la industria en su conjunto se encuentra muy cuestionada por los problemas de calidad de servicio.
Para utilizar 4G, los usuarios de Movistar y Claro deberán cambiar su SIM, no así en el caso de Personal. En cuanto a los abonos, al menos en el caso de Movistar que fue la única que anunció el servicio, seguirán vigentes los actuales. No obstante, ofrecerá nuevos planes con más capacidad de datos. La apuesta es a facturar más por un uso de datos más intenso, no por la tecnología en sí que además no tendrá una cobertura total por unos cuantos años, lo cual haría difícil cobrar por ella.
Por el lado de los equipos, conviene recordar que son muy pocos los modelos vendidos en Argentina que actualmente cuentan con esta capacidad (aquí un listado). Se trata de menos del 2% de la base instalada.
En el tema 4G todavía quedan asignaturas pendientes, como la entrega de los 700 MHz y la asignación a Airlink. Sin embargo, después de años de postergaciones, finalmente comenzó a llegar. Un primer paso no sólo para contar con servicios más avanzados sino también, y quizás más importante, para que la red 3G comience a recuperar la capacidad perdida, para el bien de los usuarios de 3G y también de 4G, que seguirán cursando sus llamadas y SMS por la “vieja” red.

Hasta la vista, baby

Con la edición de hoy, Comentarios llega a su fin en este 2014. Las semanas próximas, prolíficas en feriados y asuetos, no son propicias para leer lo que aquí se publica sino para festejar y descansar.
El 2014 resultó ser un año intenso. El anuncio de la licitación de 4G. Los rumores de venta de Nextel que aunque muchos dieron por hecha terminó sin concretarse. Los problemas al giro de divisas que no sólo impactaron negativamente en la producción local de celulares (que caerán este año aproximadamente un 20%) sino que también están generando tensiones en Tierra del Fuego. La expansión de los smartphones que superaron el 80% de los celulares vendidos. La creciente popularidad de servicios OTT con los desafíos que esto conlleva para operadores, proveedores de servicios tradicionales y hasta para las autoridades fiscales. La masificación y diversificación de las redes sociales. Y, como frutilla del postre del año, la ley Argentina Digital.
El 2015 se presenta ambiguo. Seguirá la creciente demanda por más tecnología y nuevos servicios. Habrá que ver cómo las limitaciones en la disponibilidad de divisas, que todo indica se mantendrán, impactarán en la satisfacción de esta demanda. Por el lado de la infraestructura, sin dudas que la vedette será el 4G que promete desarrollarse a buen ritmo, aunque también tanto el regulador (espectro y marco) como los gobiernos locales (antenas) e inclusive el Banco Central (dólares) deberán colaborar para que sea con fluidez.
Este impasse entre el 2014 y el 2015 servirá para que recarguemos las baterías para afrontar el nuevo año. Pero no hay despedida sin agradecer a los lectores que nos leen en silencio y a aquellos que nos enriquecen con su feed back tanto en el blog, como por mail o, cada vez más, por redes sociales. A todos les deseamos unas muy felices fiestas y que el 2015 sea un año para recordar, por lo positivo. Volveremos el viernes 6 de febrero. Mientras tanto, a portarse mal, pero sin (demasiados) excesos.

Linkeando

  • Jugando con las tarifas: Esto es lo que permite interpretar un llamado a licitación realizado por la CNC (Comisión Nacional de Comunicaciones) para un servicio de consultoría que apunte a desarrollar un esquema de costos en relación a los servicios de telefonía fija, móvil y acceso a Internet. Si esto servirá como tarifa testigo o como tarifa a fijar, es algo que por ahora será imposible saber. [Perfil]
  • Nubarrones para celcos: Las valuaciones de mercado de los 4 principales operadores móviles de los EE.UU. están cayendo aceleradamente, con una pérdida de US$ 45 mil millones desde mediados de noviembre. Al parecer, los inversores observan que los costos de los servicios móviles están creciendo mucho mientras que cada vez tienen menos margen. [WSJ – requiere suscripción]
  • Resistencia: A pesar de que las autoridades suecas tomaron los servidores de The Pirate Bay, el mayor sitio de búsqueda y rastreo de torrents, la medida tuvo efecto casi nulo. A los pocos días, su contenido resucito en otros dominios. Una clara demostración que la estrategia de “desconectar” es inútil en Internet. [The Register]

Tuits selectos

Juegos de guerra

La tecnología hace que la guerra se parezca cada vez más a un videojuego. De hecho, este cañón láser recientemente instalado en un buque de guerra de los EE.UU. se maneja como un videojuego, no sólo por el uso de pantallas para identificar y apuntar al objetivo, sino porque su control es muy similar al de una Xbox o PS4. Pero en este caso no es ningún juego.

Buscando el perfil

Con unos 18 millones de smartphones (más algunos millones de socialphones) en el mercado argentino, la masificación de celulares con capacidad para acceder a Internet móvil que se dio en los últimos tiempos cambió claramente la forma de usarlos. Pero no todos lo hacen de la misma manera. El número es lo suficientemente importante como para identificar segmentos de usuarios en función del tipo de apps utilizadas habitualmente. Esto surge del informe “Usuario de datos móviles 2014”, realizado por Carrier y Asociados.
Los segmentos identificados son los siguientes:

  • Sociales: Centran su uso del celular en la socialización, el contacto y la simultaneidad. Están “conectados” permanentemente con gente cercana. Son usuarios intensivos de Whatsapp, mensajero convertido en una verdadera red social donde además de enviar mensajes comparten fotos, audio y video, tanto con otros individuos como en grupos. Generan contenido y marcan presencia. Éstos pueden dividirse generacionalmente en:
    • Nativos sociales: Utilizan múltiples apps de socialización (Whatsapp, Facebook, Instagram, Snapchat, Tinder, etc.) a las que le suman el consumo de medios (música, videos).
    • Inmigrantes sociales: Son conservadores, focalizándose en servicios tradicionales como voz, SMS y mail aunque sumándole Whatsapp. La utilización de otras apps es claramente acotada.
  • Visuales: Hacen un uso social intensivo de sus celulares, pero combinándolo con una fuerte atracción por la estética, siendo habitual que se expresen a través de imágenes. Utilizan múltiples redes sociales. Consumen fotos y videos en su comunicación y también las generan, siendo habitual que las editen en el mismo dispositivo. Adicionalmente son consumidores de música, mayormente descargada, pero también vía streaming, a través de listas en YouTube o, en menor medida, servicios como Spotify.
  • Prácticos: Hacen un uso más racional, percibiendo al celular como una herramienta versátil que los ayuda a resolver cuestiones diarias. Por lo tanto, valoran las apps que facilitan y optimizan su vida cotidiana. Son usuarios de herramientas de productividad. Privilegian la comunicación por sobre la socialización. Es habitual que utilicen tiempos muertos para acceder a medios y otras fuentes de información.

Por supuesto, las mencionadas son categorías que no implican la existencia de compartimentos estancos ni perfiles claramente acotados. Hay muchas características del uso y consumo tanto del equipo como del servicio que generan patrones de uso transversales a todos los segmentos. No obstante, esta segmentación se convierte en un buen punto de partida para desarrollar distintas propuestas.

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