AutorEnrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

En búsqueda del espectro perdido

Ya van dos semanas largas desde que el Estado comenzó a asignar las frecuencias para telecomunicaciones móviles subastadas el 31 de octubre pasado. Sin embargo, la Secretaría de Comunicaciones aún no realizó ninguna aclaración respecto de dos temas: por qué no asignó las frecuencias en 700 MHz a Claro, Personal y Movistar, y por qué no asignó absolutamente nada a Airlink, quien apuntaba a convertirse en el 4° operador.
Por lo pronto, y habiéndose cumplido el plazo establecido de 10 días desde la otorgación del espectro, esta semana se realizó el pago de US$ 281,5 millones por las frecuencias para 3G y el de 4G en AWS. Siendo que algunos sostienen que el retaceo del espectro se debe a que los operadores plantearon pagar mitad en dólares y mitad en pesos, hay dos formas de verlo. Para los cercanos a la posición oficial, se está cumpliendo con lo establecido en el pliego y el pago se está realizando en dólares que ingresan como divisas al país del exterior. Para los que son más críticos, los operadores están recibiendo la mitad del espectro por la mitad que propusieron pagar en dólares. Para lo que se interpretó como pagadero en pesos, no hay espectro.
Al parecer, difícilmente esta situación irregular (ganar una subasta y recibir la mitad de lo subastado) sea aclarada. Pero entonces sí se puede especular respecto de cómo impactará de aquí a futuro, partiendo de la hipótesis de que las frecuencias en 700 MHz no se asignarán en el corto plazo.
Es importante tener presente que la banda de 700 MHz, como toda banda baja, tiene la característica de ofrecer una mayor cobertura geográfica pero con una menor capacidad que la de AWS (la cual es la que sí fue asignada). Esto la hace ideal para zonas de baja densidad de población, permitiendo cubrir una misma área geográfica con menor cantidad de antenas. Así, la no disponibilidad de los 700 MHz impacta doblemente. Por un lado, cada etapa del despliegue de la red incluye, además de localidades en función de la población, una serie de “corredores” o rutas que deben estar cubiertas. Así, la etapa 1 que se cumple luego de los primeros 18 meses, no sólo abarca a las capitales de provincia y las ciudades más importantes sino también las rutas que interconectan a algunas de éstas, como Buenos Aires-Rosario, Buenos Aires-Mendoza, Rosario-Córdoba entre otras. Usar la frecuencia de 700 MHz permite cumplir con las metas de cobertura con menos dinero y menos tiempo de despliegue. En el caso de las ciudades, se aplica lo mismo ya que si bien esta banda no soporta tanta densidad de usuarios, lo cierto es que en una etapa inicial serán muy pocos aquellos que cuenten con equipos aptos. De esta forma, la menor capacidad de la banda de 700 MHz en comparación con la de AWS no es un problema inicialmente, mientras que sí tiene la ventaja de permitir alcanzar la cobertura con menos radio bases.
Queda claro entonces que con esta decisión de la Secom se están afectando claramente las condiciones del pliego. No sólo porque no se ha asignado lo prometido, sino porque los plazos establecidos para el despliegue fueron calculados en base a la disponibilidad de una banda que ahora no se está otorgando. Por lo tanto, de seguir mantenerse esta situación, correspondería una revisión de los plazos del despliegue. Claro que, nuevamente, se estarían alterando unilateralmente las condiciones de la licitación. Una situación que podría desatar demandas.
Por otra parte, resulta llamativo que aún no se haya asignado el espectro correspondiente a Airlink y que darían lugar al tan buscado 4° operador. Desde Airlink no se manifestaron aun públicamente al respecto ¿Estarán preocupados? Por otra parte, desde el punto de vista recaudatorio, la no asignación del espectro a Airlink no es un detalle menor. El Estado estaría dejando de recaudar US$ 614 millones. Entre esto y los US$ 721 millones correspondientes a la banda de 700 MHz no asignada, la recaudación por espectro está US$ 1.335 millones por debajo de los US$ 2.233 millones anunciados. Un 60% menos. En el Banco Central, que ya contaba los dólares, no deben estar muy contentos.

Elección de modelo

Con la media sanción que obtuvo el proyecto de ley Argentina Digital, la semana que viene será clave para saber si se convierte en ley antes de fin año. Mucho se habló de aspectos que hacen a los derechos individuales así como a la discrecionalidad en manos de la autoridad de aplicación. Pero poco es lo que se ha debatido sobre las implicancias para el desarrollo de la infraestructura, más allá del ingreso de las empresas de telecomunicaciones (de todo tamaño) al negocio audiovisual.
Simplificando, se puede decir que en materia de telecomunicaciones hay dos líneas de pensamiento. Están aquellos que sostienen que los grandes operadores deben abrir sus redes a operadores más chicos y/o entrantes al negocio. Y están los que opinan que para dar servicio cada operador debe ser el dueño de su red, propiciando la competencia de infraestructuras.
En el primer caso, si bien puede haber beneficios de corto plazo, no son tan evidentes en el largo. Un operador con red (telco o cablera) no se ve muy incentivado a invertir en mejorar la capacidad de la misma si debe ponerla a disposición de su competencia. Es cierto que se puede argumentar que el primero puede obtener una retribución (que incluya costos operativos, amortización de la inversión y una tasa de ganancia) que haga que le sea indiferente finalmente si esa red es para uso propio o de terceros. Pero si esta retribución contempla todos los costos asociados (y la ganancia es considerada en economía como un costo ya que es la retribución al empresario), para el operador que se quiere montar sobre infraestructura ajena el costo pasa a ser similar al de desplegar su propia red, aunque sin poder direccionar la inversión. Ahora, si la retribución para el dueño de la red no compensa los costos, el resultado serán redes estancadas tecnológicamente.
Quienes piensan que el modelo debe basarse en la competencia de infraestructuras sostienen que esta es la forma en que los operadores se vean motivados a invertir en éstas como una forma de diferenciarse competitivamente y poder lanzar nuevos productos. En Argentina esto se da en los grandes centros urbanos y otros no tan grandes, donde mínimamente compiten las infraestructuras de las telefónicas (en algunos casos incluyendo a PyME y cooperativas) con aquellas de los proveedores de TV por cable, pudiendo sumarse alternativas inalámbricas (como es el caso de DirecTV en Mendoza, compitiendo con Telefónica y Supercanal). Tampoco hay que descartar el impacto que tendrá una infraestructura alternativa como lo serán las redes 4G cuando estén plenamente operativas. En las localidades más chicas, los gobiernos a nivel provincial y municipal pueden incentivar el despliegue de nuevas redes a través de exenciones impositivas y otros beneficios, lo que les otorga herramientas para desarrollar sus propias políticas en la materia. Está claro que la competencia de infraestructuras puede no ser tan efectiva en el corto plazo (mientras éstas se van desarrollando), pero sí puede serlo en el largo si es acompañado por políticas adecuadas. Por supuesto, este modelo requiere de un acompañamiento regulatorio que genere un marco de competencia en un escenario de concentración oligopólica. Una tarea que no por compleja deba desestimarse.
En el caso de Argentina Digital, se propicia el primer modelo. Sería bueno que los diputados que deben tratar este proyecto consideren si les interesa el corto o el largo plazo.

Linkeando

  • Pisando el acelerador: Temiendo perder impulso, la Comisión Europea quiere avanzar rápidamente hacia un mercado único de telecomunicaciones. Temas que afectan al negocio como permitir la consolidación transfronteras o claridad y certeza a los inversores son vistos como fundamentales para potenciar la competitividad de Europa. [Mobile World]
  • Camino con baches: Es el que está atravesando Uber, la app y servicio colaborativo que pretende cambiar definitivamente la forma de viajar en taxi. Pero cada vez encuentra más dificultades. Esta semana, fue particularmente compleja, con malas noticias provenientes de España, EE.UU. e India. [El Mundo] [NY Times] [ABC]

Tuits selectos

Renovarse es vivir

El crecimiento en las ventas de smartphones de los últimos años, que superarán al 80% del total en el 2014, fue impulsado tanto por los nuevos usuarios así como por aquellos que actualizaron los que ya tenían. A tal punto que el 75% de los usuarios renovó su equipo en los últimos 2 años. Esto surge del informe “Telefonía móvil, segmento individuos -2014” realizado por Carrier y Asociados.
La aceleración en la renovación se manifiesta en que un 43% de los usuarios renovó su equipo en el último año mientras que un 32% adicional lo hizo entre 1 y 2 años atrás. Considerando las cifras de ventas de equipos en Argentina, que un 75% haya renovado equipo en los últimos 2 años permite proyectar una base instalada en uso habitual de unos 33 millones de terminales/líneas.

Las intenciones de renovación para el próximo año son parejas por nivel socioeconómico, decrecen con la edad, son más altas en hombres que en mujeres, así como en el Interior que en el AMBA. También es mucho más del doble más alta entre quienes usan datos que quienes no, evidenciando el atractivo por los smartphones.
Pensando en la renovación del equipo actual, un 35% tiene intención de hacerlo entre lo que queda de 2014 y 2015, estando tanto adolescentes como jóvenes por encima de la media.
Resulta interesante destacar la maduración que se está dando entre los usuarios de datos, un 53% de los cuales utiliza en la actualidad como mínimo el segundo dispositivo de estas características. Se configura así un importante mercado de renovación, con un usuario con más experiencia y requisitos específicos a la hora de renovar su equipo.

Argentina Digital, versión 3

En un trámite legislativo que está demostrando ser mucho menos fluido que lo originalmente esperado, esta semana el proyecto de ley Argentina Digital volvió a sufrir modificaciones en la Comisión que lo está evaluando antes de su votación en el Senado.
Los cambios más importantes vienen por el lado de la Autoridad de Aplicación (AA), tema que fue criticado desde todos los sectores, tanto por los afectados directamente por la ley como por quienes se preocupan de la calidad de las instituciones de la Nación.  El resultado fue la determinación de una AA que tendrá mucha similitud con el AFSCA y que por sus siglas sería AFTIC. A esta nueva AA se le transferirán la Secretaría de Comunicaciones, la CNC, CONAE, CORAS, Argentina Conectada y Arsat. Debatible que una empresa, aunque estatal, esté bajo el paraguas del regulador.
Más allá de esta modificación, la más importante de esta segunda revisión, el proyecto mantiene puntos cuestionables de la redacción original, como dejar la puerta abierta a la fijación de tarifas o establecer condiciones particulares para la interconexión con empresas de participación mayoritaria estatal, entre otras. También mantiene la desagregación del bucle, algo que desde el punto de vista tecnológico es bastante difícil. No es posible de implementar en el caso de las redes de cable por tener una topología que no lo permite (cada cliente está conectado a un anillo y no un cable propio). Y en el caso de las telefónicas, con el avance de la fibra más allá de las centrales, obliga a los interesados a desplegar una red con una capilaridad mucho mayor, con instalación de equipos en la vía pública (no ya en la central), volviéndola poco atractiva. Así, la única forma de avanzar en esta materia sería a través de desagregación virtual, es decir lógica y no física.
En definitiva, parece que el interés estuvo más centrado en “repartir la torta” del poder sobre el sector que en lograr una ley de telecomunicaciones moderna y que contemple seriamente factores técnicos y de negocios, además de aquellos que hacen al funcionamiento del regulador. Una lástima que la política tenga una visión tan corta.

Ausentes sin aviso

Esta semana, la Secretaría de Comunicaciones siguió asignando espectro a los ganadores de la licitación para 3 y 4G. Fue el turno de Movistar y tal como sucedió la semana pasada con Claro y Personal [ver “Espectro sucio”], tampoco recibió espectro en 700 MHz. Adicionalmente, volvió a repetirse el silencio absoluto por parte de las autoridades respecto de por qué éste no fue asignado.
Asimismo, tampoco fue asignado aún el espectro obtenido por Arlink, ni el de 700 MHz, ni el de AWS ni aquél para 3G, a pesar de haberse vencido los plazos originales establecidos en el pliego.
Más allá de las razones, lo concreto es que con lo asignado hasta el momento, se estarían recaudando tan sólo US$ 898 millones de los US$ 2.233 anunciados al cierre de la subasta. O sea, un 40% de lo prometido y que ya estaba prácticamente contabilizado en la cuenta de reservas del Banco Central. Todavía habrá que esperar que se venzan los plazos para efectivizar los pagos por lo asignado, ya que los operadores habrían presentado recursos administrativos. Esto sería razonable ya que no se están cumpliendo con las condiciones establecidas en el pliego.
Así, la semana que viene será clave para saber cómo sigue la historia.

Linkeando

  • Sabuesos al acecho: El crecimiento de los gigantes de Internet está despertando en Europa y otras partes el interés de los recaudadores de impuestos. Y no sólo por un tema de territorialidad, sino también por las ingenierías fiscales utilizadas para disminuir cargas. La mano se va a endurecer. [NY Times]
  • Cambio de socio: Luego de varios problemas en su sociedad con Telecom Italia, la cual está en proceso de deshacer, Telefónica busca en BT un nuevo partner menos conflictivo y más complementario. [Media Telecom]

Tuits selectos

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