AutorEnrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Un alargue peligroso

Ante la falta de aprobación gubernamental de la operación de compra de la participación de Telecom Italia en Telecom Argentina por parte de Fintech, la empresa italiana decidió ampliar el plazo para cerrar la venta. La fecha original fue el 12/08. Luego se extendió al 01/09. La nueva extensión del plazo lleva ahora la fecha al 25/09. La noticia, si bien mantiene las esperanzas, puede tener consecuencias no deseadas para la licitación de espectro para 4G, para la cual las propuestas de los interesados en participar deberán presentarse el 19/09. Tomando en cuenta las consideraciones que llevaron a anular la licitación del espectro para 3G devuelto por Movistar a fines del 2012, de no cerrarse esta operación en los próximos días existe un riesgo concreto de que la licitación en proceso actualmente quede desierta o al menos sin jugadores de peso participando de ella.
Cabe recordar que en aquella oportunidad, Movistar no participaba de la licitación por haber alcanzado el tope máximo autorizado por la regulación (de hecho, fue la razón por la que tuvo que devolver el excedente que tenía, como consecuencia de la fusión entre Movicom y Unifón). Personal fue descartada por la presencia de Telefónica entre los socios de Telecom Italia y por ende de Telecom Argentina. El argumento esgrimido en ese entonces fue el “riesgo de integración monopólica”. Nextel fue descartada por los problemas financieros de su empresa madre, NII, hoy agravados. Quedaba Claro, pero fue descartada por argumentos sin sustento. Se decía que hubiera generado un proceso de concentración, cosa que era falsa, ya que no podría haber adquirido más espectro que el fijado por la regulación como tope.
Si la compra de la participación de Telecom Italia en Telecom Argentina por parte de Fintech no estuviera aprobada antes del 19/09, se repetiría una situación similar a la del 2012, pero agravada. Ya no sólo Personal no podría participar por el “riesgo de integración monopólica”, sino que el mismo criterio se aplicaría a Movistar. Los propietarios actuales de Nextel, cuya venta al Grupo 23 no termina de cerrarse, están en peor situación económica, coqueteando con un Chapter 11, lo que también la descartaría de participar. Así, tres de los cuatro principales candidatos a ser parte de la licitación quedarían afuera. Estos podrían quizás no ser los argumentos a esgrimir por el gobierno, pero si así no sucediera seguramente lo serían por parte de otras empresas interesadas en participar (o que al menos compraron los pliegos).
Para el gobierno, sería un duro revés, ya que retrasaría la llegada de los aproximadamente US$ 2.000 millones que espera recaudar por el espectro. Así, el gobierno debería aprobar en los próximos días la operación Telecom Italia-Fintech o dejar pasar de largo la oportunidad de obtener una suma importante de fondos, particularmente en estos tiempos de vacas flacas. La pelota está de su lado de la cancha.

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Smart y not so Smart

En un negocio de terminales celulares que va camino a convertirse en uno sencillamente de smartphones, algunas decisiones comerciales se ven reflejadas en las participaciones de mercado de los distintos actores. Teniendo en cuenta que casi 4 de cada 5 celulares ingresados en la primera mitad del año fueron smartphones [ver “El fin de los básicos”], cada vez más el share de las distintas marcas en la general se parecen mucho a aquellas en el segmento de smartphones. Salvo que también esa marca haya apostado mucho a otros segmentos, como es el caso de Nokia.
En la participación a nivel general, Samsung lidera con un 43%, seguido de Nokia (23%), LG (17%) y Motorola (10%). Sin embargo, en la participación de mercado de smartphones, Samsung sigue liderando, pero con un 51% (uno de cada dos smartphones), pero segundo se ubica LG con un 21%. Visto de otra forma, casi 3 de cada 4 smartphones es de origen coreano. Tercero se ubica Motorola con un 12% y cuarto Nokia con un 7%. Es claro que más allá de la posición, tanto Samsung como LG y Motorola presentan participaciones similares tanto a nivel general como en smartphones. Sin embargo, el caso de Nokia es notablemente distinto entre la general y smartphones, amén de pasar del 2° al 4° lugar.

Esto se debe a que Nokia todavía depende mucho de los socialphones, que representan la mitad de sus ventas, y de los básicos, que equivalen a un cuarto. Así, apenas 1 de cada 4 Nokia vendidos es un smartphone. Esta relevancia de los socialphones permite entender mejor por qué aún con el control de Microsoft, Nokia sigue lanzando socialphones, tal como lo acaba de hacer. Pero al mismo tiempo es un fuerte llamado de atención, particularmente para la plataforma Windows Phone, a la cual todavía le cuesta hacer pie en las gamas más bajas de los smartphones.
Así las cosas, el mercado de smartphones argentino es dominado claramente por Android, con un 92%, presente en equipos que cubren todas las gamas. Se puede decir que Windows Phone es la segunda plataforma, aunque sólo represente el 7% del mercado.
Como dato ya casi anecdótico, las cifras también evidencian el cambio estratégico de Blackberry. Quien en el 2011 fue líder en Argentina en la categoría smartphone, en la primera mitad del 2014 apenas si llega al 1% de participación, ubicándose en el 10° lugar. Todo cambia.

Bajando la palanca

La popularización de los smartphones, con todos sus beneficios, también tiene su cara negativa. Se trata del aumento de hechos delictivos (robos y hurtos) que tienen por objeto a los mismos. Es natural. Es un bien que, dependiendo del país en el que se vende, puede tener un costo que va de los US$ 100 a US$ 1.000. Se trata de un fenómeno que no se da solamente en Argentina sino también en países donde la seguridad pública es mejor, como puede ser el caso de los EE.UU.
Justamente, esta semana en el estado de California se aprobó la ley conocida como el “Kill Switch”. La norma exige a los fabricantes incorporar capacidades para que el usuario pueda, remotamente, borrar, bloquear o inhabilitar completamente el dispositivo. La idea es que sirva como disuasorio ante un tipo de delitos que creció notablemente, preocupando a las autoridades. Aunque no se trata del primer estado de los EE.UU. en instrumentar una medida de estas características (ya lo había hecho Minnesota en el mes de mayo) sí es el primero que exige a los fabricantes que esta característica esté activada por defecto. Esto es relevante, ya que si bien la mayoría de las plataformas actuales (Android, iOS, Windows y BB10) incorporan funcionalidades del estilo, las mismas deben ser activadas manualmente por el usuario. Cosa que en la mayoría de los casos no sucede.
Por supuesto, como suele ocurrir, estas medidas no son infalibles (nada en término de seguridad lo es) pero sí pueden ayudar a combatir un delito cada vez más habitual.
El hecho de que esta ley se dé en California la hace más relevante por dos motivos. Por un lado, ese estado concentra al 12% de la población de EE.UU. Además, se trata del lugar donde tienen sus sedes tanto Google como Apple, actualmente los dos actores más relevantes del mercado móvil a nivel mundial. De esta forma, lo que allí suceda tiene amplias chances de “desbordar” al resto del planeta.
Desde una perspectiva argentina, esta nueva ley puede ser un punto de partida para mejorar la situación local. Tres años atrás, en Argentina se robaban a los usuarios aproximadamente unos 2 millones de celulares anualmente. Al no haber surgido desde entonces ninguna medida para evitarlo o disminuirlo y considerando el mayor valor promedio de un celular actual como consecuencia de la popularización de los smartphones, nada hace pensar que esa cifra haya bajado. Quizás más bien lo contrario. Pero a esto se suma también una modalidad delictiva creciente, que es el robo a los agentes de telefonía móvil, quienes con comercios a la calle disponen de equipos nuevos con un valor de reventa aún mayor.
Teniendo en cuenta el estado de las cosas, será interesante observar los resultados de esta ley para ver si se vuelve efectiva en disminuir el robo de terminales. Quizás podría ser un punto de partida para encontrar una solución local a este problema universal.

Semana clave

Sin muchas novedades en el frente, la semana próxima será clave en definiciones que afectan al mercado de las telecomunicaciones en general y en particular al de telefonía móvil, con impactos que podrían sentirse en la licitación de 4G para la cual los interesados deben presentar sus propuestas antes del 19/9.
Por un lado, el 1/9 vence el plazo para que se perfeccione la operación de la compra de las acciones de Telecom Italia en Telecom Argentina por parte de Fintech. Sólo falta una aprobación del gobierno que al momento de escribir estas líneas aún no habría llegado. A pesar de los esfuerzos de los interesados en que esto suceda.
Por otro lado, según fuentes bien informadas, el día de hoy (29/8) vence la exclusividad del Grupo 23 para confirmar la compra de la operación local de Nextel. Está claro que los dueños de Nextel, NII, están más que interesados en vender, por lo que el hecho de que la operación no se haya confirmado aún hace pensar que son los potenciales compradores quienes no terminan de decidirse. Si la exclusividad se cae, es decir que el proceso termina sin fumata blanca, podrían surgir otros interesados. Pero la cercanía de la fecha de la licitación de 4G abre enormes interrogantes, tanto en relación a la transacción como a la licitación.
En definitiva, una semana en la cual el panorama podría comenzar a aclararse, más allá de cómo afecte el rumbo de las cosas.

Linkeando

  • Silenciador: A pesar de que se supone que las redes sociales fomentan el debate, nuevos estudios encuentran que la gente tiende a rodearse por quienes piensan en forma similar en el mundo off line, actitud que repiten online. [New York Times]
  • La lógica: Luego de coquetear tanto con Telecom Italia como con Telefónica, el operador de triple play brasilero GVT, filial de la francesa Vivendi, optó por negociar con la segunda. Más dinero y un potencial de distribución de contenidos mucho más interesante terminaron inclinando la balanza. [El País]
  • ¿De comprador a comprado?: Siguiendo con Brasil y con Telecom Italia, en el día en el que GVT le dio prioridad a Telefónica, los italianos también se enteraron de que la luso-brasileña Oi está interesada en su filial TIM. Sin red fija, ¿terminarán vendiendo? [Mediatelecom]

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El fin de los básicos

En un año complejo desde la perspectiva macroeconómica, el negocio de los equipos para comunicaciones celulares parece mantenerse al margen. De esta forma se convierte un poco en la envidia de los demás sectores de la economía.
A pesar de la exigencia de reducción del 20% de la demanda de divisas para importar componentes para la producción local, al menos en la primera mitad del año esto no impactó en los volúmenes totales. Al contrario, subieron un 12% en unidades. Esto tiene que ver con una producción que se focalizó en la gama media y baja de los smartphones y no tanto en la alta, como sucedió anteriormente. También jugó a favor que en muchos casos los mismos operadores están ofreciendo financiación, llegando hasta las 12 cuotas sin interés, al igual que cadenas minoristas que venden equipos liberados. Una medida que en un contexto inflacionario como el actual constituye un importante subsidio. Habrá que ver entonces cuál será el impacto de un escenario que se presenta turbulento para el 2° semestre para ver si el año cierra arriba respecto del 2013, lo que sería toda un logro.
En este mercado “alcista”, no llama la atención entonces que casi todas las fichas estén puestas en los smartphones, que en el primer semestre del año representaron el 78% del total de celulares ingresados al mercado, frente a un 47% un año atrás. En unidades, el crecimiento fue del 90%.

Por supuesto, esto tiene su contracara en las demás categorías de celulares. El mayor impacto lo recibieron los socialphones (equipos que permiten conectarse a determinadas aplicaciones de Internet pero de manera mucho más limitada). Éstos pasaron de ser el 34% del mercado al 13%. Este retroceso es consecuencia de la masificación de smartphones de gama media y baja, que fueron desvirtuando al concepto de socialphone. Hoy se trata de una categoría donde Nokia quedó prácticamente sola (tiene el 85% de participación) con sus competidores apostando decididamente a los smartphones.
Los básicos naturalmente pierden terreno, pasando del 19 al 9% de participación en un año. Sin embargo, se está llegando a un núcleo duro de usuarios, generalmente adultos, que no están dispuestos a cambiar su forma de usar e interactuar con el teléfono y para quienes un smartphone es más un incordio que una solución.

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