AutorEnrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Avance coreano

En un escenario distinto al de un año atrás el mercado de smartphones presenta volúmenes de despachos similares, aunque con una composición sensiblemente distinta. El volumen sólo creció un 2% comparando el primer semestre del 2013 vs. el 2012, aunque conviene recordar que este débil crecimiento se registró en un escenario en el cual el volumen total de los terminales móviles se redujo un 14% [Ver “Reacomodamiento”]. Así la participación de los smartphones pasó del 39% al 47% del total, acercándose al emblemático 50% que marcaría un antes y un después.
Analizando los números por marca, se observa un notable avance de Samsung, quien mantiene el nº 1 en el mercado de smartphones, pero creciendo del 26% al 49% de participación, un avance del 87% en términos de unidades. En el segundo lugar se mantiene Blackberry con un 18%, cayendo un 2%. Lo de Blackberry es meritorio habida cuenta de que en el primer semestre de este año aún no llegaron sus nuevos modelos. Tercero se ubica LG, con un 10%, con un crecimiento del 91% en unidades. Destacable considerando los problemas que la marca tenía a nivel global un año atrás y que ahora está revirtiendo. Así, hoy en Argentina hay dos fabricantes coreanos en el top 3.
Un dato curioso es que a pesar del amplio dominio mostrado por Samsung, el modelo de smartphone más despachado durante el primer semestre de este año es un Blackberry, el 9320. Evidentemente, la estrategia de Samsung tiene que ver con la diversidad, ya que de los 8 primeros modelos (aquellos que superan las 100 mil unidades), 6 son de Samsung y 2 de Blackberry.

La sólida posición de Samsung, combinada con el avance de LG y la presencia de marcas como Motorola, Sony, Huawei, Alcatel, HTC y otras, confirman a Android como la plataforma dominante en el mercado argentino.
Con los dos fabricantes coreanos mostrando un crecimiento en volumen y participación y Blackberry manteniéndose a flote, el avance oriental tiene como contrapartida las desgracias ajenas. Y quien peor desempeño tuvo fue Nokia, que vio su volumen caer en un 71%, pasando su participación del 20% al 6%. Evidentemente, el paso de Symbian a Windows no tuvo la fluidez necesaria para mantener su fortaleza en un mercado que lideró ampliamente hasta el 2010. Afortunadamente para Nokia, compensa en parte con su fuerte presencia en el segmento de socialphones, donde alcanza el 67% de participación. No obstante, necesitará un mejor desempeño en smartphones, ya que la categoría de socialphones en su conjunto retrocedió un 29% y la llegada de nuevos smartphones de gama media y baja con Android será una presión difícil de contener. De allí la importancia de desarrollar equipos de bajo precio. Aunque sea una condición necesaria pero no suficiente.

Al infinito y más allá

A nivel internacional, en la industria se habla desde hace un tiempo de la era post PC. Más específicamente desde el meteórico éxito del iPad que disparó una categoría hasta entonces inexistente: las tablets. Sus características distintivas como portabilidad, conectividad múltiple, bajo consumo energético, encendido instantáneo y versatilidad hicieron de éstas un producto deseado y preciado. No obstante, esta explosión no tenía su paralelo en Argentina. Pero la cosa comienza a cambiar. En el primer semestre de este año, los despachos de tablets prácticamente se duplicaron respecto de igual período del año anterior, con un crecimiento del 97% en unidades. Igualmente, conviene recordar que estas cifras no contabilizan los equipos ingresados sin declarar, como suele suceder con aquellos ingresados individualmente por viajeros al exterior, y que sumarían unos cuantos miles.

En cuanto a las características de las tablets, en el primer semestre de este año 2 de cada 3 son de pantallas de 7”, un formato popular no sólo por su portabilidad sino también por su precio. Se trata de un mercado dominado ampliamente por Android como plataforma, presente en el 90% de los equipos. Y en cuanto a la conectividad, apenas algo más del 4% poseen capacidad de conexión a redes celulares. Es sin dudas un dispositivo WiFi por excelencia.
Por el momento, se trata de equipos complementarios a las PC, ya que el 98% de los hogares con tablets cuentan además con algún tipo de PC (sea desktop, notebook o netbook). Esto surge del informe “Acceso a Internet y tecnología residencial” publicado por Carrier y Asociados. No obstante, en la medida en que su masificación siga avanzando, podrán convertirse también en un dispositivo sustituto.
Asimismo, es de prever que la demanda por estos equipos crezca en forma sostenida, ya que en el mismo relevamiento las tablets figuran en el 2º lugar de los equipos a adquirir, detrás de las notebooks pero por delante de las PC de escritorio, las All In One y las netbook.

Linkeando

  • Pacman: AT&T sigue adquiriendo pequeños operadores regionales en EE.UU. Hace unas semanas anunció la compra de Leap Wireless y ahora es el turno de Long Line. La falta de escalas de los chicos hace que el móvil sea un negocio cada vez más concentrado. Sobre todo si no hay modelos de operador mayorista. [RCR Wireless]
  • Descongestionando: Ante una demanda por datos móviles que tiende a superar las capacidades actuales de las redes, uno de los paliativos son las small cells, sin dudas una de las estrellas de la infraestructura para los próximos años. Esta tecnología está detrás de la inversión de Qualcomm en Alcatel Lucent, la cual servirá para avanzar en R&D, amén de lo que la segunda le compre chips a la primera. [Telecoms]
  • Inicio con pie derecho: A una semana de su lanzamiento, Chromecast suma respaldos de servicios de video OTT. Se lanzó con Netflix. Ahora se suma Hulu y, en breve, HBO. Si la cosa funciona, este pequeño dongle puede ser disruptivo. [Gizmodo]

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Onda expansiva

A pesar de que tiempo atrás eran varios los actores que apostaban al mercado de las redes sociales, uno a uno fueron sucumbiendo ante el poder y los efectos de red de Facebook. Este mapa animado muestra claramente la evolución en la conquista territorial de la red de Zuckerberg. Todo un campeón del TEG.

Reacomodamiento

El mercado de los terminales móviles (más conocidos como teléfonos celulares) está atravesando una etapa de transición tanto en términos de volúmenes totales como en composición en función de las distintas categorías (smartphones, socialphones y básicos). Esto puede inferirse en base a los despachos (el ingreso de equipos provenientes de Tierra del Fuego así como las importaciones puras) producidos durante la primera mitad del año comparada con igual período del 2012.
En términos generales, y tal como se preveía a principios de año [ver últimos párrafos de “Cambio de roles”] se observa una caída del 14% en los volúmenes totales. Esto se debe a un cambio en las políticas de subsidios los cuales se centran hoy mayormente en los smartphones. Esto es así ya que esta categoría de producto impulsa el cambio a abonos de mayor monto promovidos por los operadores.

Este foco en los smartphones hizo que sea esta categoría la única que registra un crecimiento, aunque sólo del 2%. No obstante, ante la baja general, su participación sobre el total pasó del 40% en 2012 al 47% en 2013. Así, se acerca velozmente a ser más de la mitad del mercado de terminales.
El segmento de socialphones (aquellos que permiten usar aplicaciones de Internet como Facebook, Twitter, Mail, Whatsapp pero que no son nativas del sistema operativo) sufrió una fuerte caída, del orden del 29%. Evidentemente están sintiendo la presión de los smartphones más baratos, especialmente aquellos que usan Android.
Sin sorpresas, también retroceden los básicos (aquellos que sólo permiten comunicaciones de voz y SMS), que caen un 12% en volumen, aunque mantienen su participación relativa en el total.
En definitiva, el mercado de terminales móviles argentino se encuentra en un proceso de reacomodamiento cuantitativo y cualitativo, con volúmenes totales en retroceso pero con una mayor presencia de los smartphones en el marco de un fuerte proceso de recambio tecnológico.

Pisando callos

Esta semana, Google reafirmó su voluntad de controlar también la experiencia del televisor. A pesar de su intento fallido con Google TV, que actua como set top box o está incluido directamente en el televisor, la empresa aprendió de su fracaso y no desistió. El resultado fue el lanzamiento esta semana de Chromecast. En pocas palabras, se trata de un pequeño dispositivo (del tamaño de un dongle) que se conecta a una entrada HDMI en el televisor y que lo conecta vía WiFi a un smartphone, tablet o PC. Es en estos últimos donde está la “inteligencia” aunque no el almacenamiento, tomando éstos los contenidos desde Internet (vía app específica o navegador) para desplegarlos en la pantalla del televisor a través del Chromecast conectado a WiFi.
El atractivo de Chromecast es que permite ver los mismos contenidos que podríamos ver desde un smartphone, tablet o PC pero directamente en la TV. No se trata del primer equipo que logra esto, pero la diferencia está en que cuesta sólo US$ 35, ya que la capacidad de procesamiento y conexión está en los dispositivos mencionados existentes en el hogar. Esto hace también que sea lo suficientemente pequeño como para quedar oculto detrás del televisor. Y la combinación de smartphone, tablet o PC con Chromecast transforma a cualquier televisor en una Smart TV. Todavía hay que verlo en acción real, lo que se sabrá tan pronto esté en la calle. Pero si funciona como promete, puede impactar al negocio de la TV tal como lo conocemos.
Sin dudas que los primeros impactados pueden ser los fabricantes de Smart TV. Hoy un alto porcentaje de estos dispositivos no son conectados a Internet (patrón que se repite tanto aquí como en resto del mundo) debido a diversas causas, aunque sin dudas influye una manejo muy incómodo desde un control remoto convencional de TV, lo que desanima a los más entusiastas. A esto se pueden sumar otros factores como dificultades para configurar la conexión y ciertas restricciones en cuanto a los contenidos que pueden consumirse directamente desde éstas y que tienen que ver con los acuerdos que cada fabricante logra con los distintos actores (ej.: Netflix, Crackle, etc.). En contraste, con Chromecast la conectividad a Internet la provee el smartphone, tablet o PC, los contenidos llegan a través de apps instaladas por el usuario o directamente vía navegador, y las mismas apps proveen una interfaz más apta que un control remoto convencional. Visto así, parece superador.
Aún en el caso de Chromecast sea un éxito total, las Smart TV no dejarán de venderse, ya que tienden a ser un estándar en los nuevos televisores. Pero sí pueden perder su atractivo o capacidad diferenciadora. Por lo tanto, no sería de extrañar que si esta tecnología avanza, los fabricantes decidan incorporarla a sus televisores. Esto beneficiaría a los desarrolladores de apps, que no tendrán ya que preocuparse en hacer aplicaciones para cada una de las distintas plataformas de Smart TV sino que podrán hacerlo simplemente para Android, iOS o navegadores.
Menos evidente es predecir que puede llegar a ocurrir con los operadores de servicios de TV paga, ya que Chromecast simplifica el proceso de consumir contenidos en video a través de Internet. Y esto sin dudas intensificará los temores del “cord cutting”, o que los abonados cancelen sus servicios para suplirlos con contenidos provenientes de Internet, pagos o gratuitos. Al respecto, esta semana hubo una interesante información que permite pensar que este proceso no se debería tanto a movidas de la demanda sino a problemas propios de la oferta. Según datos de la FCC, entre el 2010 y 2012 en EE.UU. los operadores de TV por cable perdieron 2,5 M de suscriptores. Pero no fue esta la tendencia para otros operadores de TV paga, ya que crecieron los suscriptores de DirecTV, U-verse TV o FiOS TV. Se trata entonces de otras razones que quizás son propias de la TV por cable de aquél país y no de la TV paga per se. En Argentina, por otra parte, las opciones de contenidos vía Internet por ahora conviven armoniosamente con la TV paga [ver “¿Amigo o enemigo?”].
No obstante, los operadores de TV paga no deben minimizar el posible impacto de todo producto que simplifique y amplíe el acceso a contenidos provenientes de Internet. Hoy conviven con Internet porque la TV paga ofrece el vivo y la serendipia propios de una oferta lineal. Pero más allá de los servicios bajo demanda, a través de Internet cada vez más se podrá acceder a contenidos también lineales. Y llegado a este punto, la separación entre redes de distribución y contenidos será total y con ésta, el negocio de la TV paga se verá totalmente reformulado.

Linkeando

  • Sugerencia aceptada: La presión ejercida por el gobierno a los operadores móviles para que aumenten sus niveles de inversión parece estar dando resultado. Los tres grandes anunciaron fuertes incrementos en la misma para este año, en algunos casos un 40% por encima del año pasado. Sin dudas será positivo. Habrá que ver si alcanzará. [iEco]
  • Hecho en casa: La producción de contenidos propios (y por ende exclusivos) comienza a darle réditos a Netflix. Más allá de los premios, el objetivo es ganar reconocimiento de marca y lograr diferenciación. Y están comenzando a lograrlo. [New York Times]
  • A no embalarse: Facebook dio la nota esta semana con un impresionante crecimiento de sus ventas de publicidad móvil, lo que hizo que su acción se disparara. Pero no todo lo que brilla es oro. Conviene contextualizar los datos para que después no venga otra gran decepción (y pérdidas para inversores). [Business Insider]

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