“A googlear mi amor, vamos a googlear mi amor”, cantan los redondos. Es que las palabras de Cristina en la inauguración de las oficinas de Google (y van…) no estuvieron exentas de bloopers. Primero, destacando la capacidad de Bill Gates, enemigo acérrimo de los Google boys. Algo así como alabar al almirante Rojas en la inauguración de una unidad básica. También hizo mención a como el buscador democratiza la información. Esto es relativamente cierto. Habría que decirle que en China los resultados que se obtienen en ciertas búsquedas no son los mismos que los que se obtienen afuera, como consecuencia de alguna “sugerencia” del gobierno central de aquél país.