Nuevo modelo: Para muchos pareciera que la Internet satelital llegó a Argentina con Starlink. Esto pone mal a algunos de quienes son parte de la industria satelital local y es comprensible. Se sienten ninguneados. Pero si bien lo más visible son sus mejores prestaciones técnicas en cuanto a ancho de banda y latencia, también impacta por sus modelo de puesta en marcha, mucho más simple y adaptado a los tiempos que corren: pedido online, puntos de retiro o entrega de equipamiento, instalación por el usuario a través de app móvil y listo. Esto se da no sólo en usuarios finales sino también en gobiernos, inclusive municipales, que ven en este modelo una solución simple y accesible para cerrar la brecha de acceso en áreas rurales. En Argentina, ya está empezando a suceder.

No todos son iguales: Con la declaración de Internet como servicio público en Chile esta semana, los nostálgicos del DNU 690 señalaron este hecho con tono de “¿Vieron? Los chilenos, que son referencia regional en estos temas, avanzaron con el servicio público mientras acá se derogó el 690”. Sin entrar en los detalles de la ley chilena, cuyo eje no gira en torno del control de precios sino en la cobertura y los subsidios, cabe considerar que el tema se venía debatiendo en ámbitos parlamentarios desde mínimamente el 2020 (desde Carrier y Asociados tuvimos oportunidad de exponer ante la comisión que analizaba el tema). Lógicamente, hay muchas diferencias entre la ley aprobada por el Congreso chileno y el DNU 690. Mientras en Chile trabajaron literalmente durante años en el tema, aquí se resolvió súbitamente sin debate ni consultas. Amén de que el foco principal de esta declaración en Argentina fue el control de precios y con ridiculeces tales como fue incluir a la TV paga. En otras palabras, hay servicios públicos y servicios públicos.

Aunque no lo veamos: Si bien lo que allí sucede es para muchos desconocido en el mundo offline, el streaming es un fenómeno que comienza a dominar el audiovisual. En esta nota surgen datos interesantes del streaming argentino que muestran como lentamente se está convirtiendo en un fenómeno más popular que la TV. Sobre todo, en los segmentos sub-40, que son la parte ancha de la pirámide poblacional.  

No es tan fácil: Muchos creyeron que los nuevos aires políticos, con una menor intervención estatal y tendencia a eliminar subsidios y privilegios (en el sentido etimológico de “ley privada”) marcarían el inicio del fin del régimen de Tierra del Fuego tal como se conoce. No obstante, y sin sorpresa, su revisión es un proceso mucho más complejo de lo que parece a priori.

Cielo nublado: Así está el panorama para la industria telco, tanto del lado de proveedores como de operadores. Según un reciente informe de Dell’Oro, el capex global en telecomunicaciones disminuyó en el 2023 registrando la primera contracción desde 2017. Luego de los avances durante la pandemia, el crecimiento de los ingresos de los operadores se ralentizó en 2023, manteniéndose estancado durante la última década. Por otra parte, se prevé que los ingresos mundiales de los operadores aumenten a una tasa anual del 1% en los próximos tres años, mientras que la inversión disminuya a un ritmo de un dígito en 2024 y a una tasa interanual negativa del 2% al 3% en 2026. De este modo, la relación entre inversiones e ingresos, que en la era 5G alcanzaron su máximo en 2022 (18%), están en camino al 15% en 2026. Así, unos no tienen plata (las telcos) y otros no tienen demanda (los proveedores).