Archivoagosto 2008

A ver, identifíquese

Esta mañana hubo revuelo mediático a raíz de un artículo publicado por el diario Clarín según el cual la presidenta se apresta a firmar un decreto que exigirá el empadronamiento de los celulares como forma de combatir el delito. Si bien no puede cuestionarse el objetivo, lo cierto es que hay varios puntos que merecen ser analizados, porque se corre el riesgo cierto de complicarle la vida a los usuarios honestos sin por ello afectar de manera significativa la actividad delictiva.

 

Cabe observar que actualmente, cuando se compra un celular por el canal oficial, los requisitos de identificación del comprador están vigentes. Hay que mostrar el DNI, y los datos quedan asentados. Inclusive la dirección otorgada es aquella a la cual el operador elegido envía la factura por la operación. El problema es que hay un inmenso canal no oficial, donde circulan SIM y teléfonos “reciclados”, es decir, de dudosa proveniencia, tal es el caso de los chips que se venden en los trenes urbanos. Quizás sería bueno que dentro de este plan de acción hubiera un control mucho más férreo que el actual sobre la cadena de distribución. O sea, más que generar nuevas leyes, quizás habría que cumplir con las existentes, para que el decreto en cuestión no se limite a ser un ejercicio intelectual.

 

El mecanismo descripto en la nota, tanto para el alta de las líneas como para la recarga de saldo, es bastante “chinesco”. En la misma se menciona que quienes usen líneas prepagas deberán identificarse como “usuario legítimo” para poder habilitar cada tarjeta adquirida, si bien aún no se definió cómo se implementará el sistema, citando a un funcionario que dice que “Es igual que exigir a quien compra balas certificación de que tiene su arma declarada”. Lo que el funcionario en cuestión no tuvo en cuenta es que hay una pequeña diferencia: las balas se renuevan mucho menos que los créditos del celular. Así lo más probable es que todo el mecanismo sea revisado cuando se compruebe su inviabilidad de su aplicación.

 

Otro punto que implicará un cambio cultural es que la gente se acostumbre a denunciar robos y pérdidas de celulares. Con aproximadamente 3 de cada 4 líneas celulares en servicio son prepagas, generalmente no hay mucho incentivo para hacer la denuncia en estos casos, ya que no hay seguro que reclamar y es mucho más rápido y eficiente adquirir una línea nueva que hacer la denuncia primero y el trámite en el operador después, para que reestablezcan la línea perdida o robada. Cabe recordar que el año pasado un 7,5% de los usuarios fueron víctimas del robo de su aparato, lo que proyectado da más de 2 millones de casos en el año. Estas cifras surgen del informe “Telefonía móvil – segmento individuos 2008”.

 

En fin, el tema es bastante más complicado de lo que parece y el decreto en cuestión agrega más complicación que solución. No obstante, esto no implica dejar las cosas como están. Habrá que trabajar con los operadores para que sean más estrictos en el control de los SIM y teléfonos que funcionan en sus redes y controlar en serio la  distribución para que sólo quede en manos del canal oficial. Y como paso previo a exigir la huella digital de todo nuevo comprador de una línea, habría que tener un documento de identidad más acorde con el siglo XXI en el que vivimos y no esa invitación al pasado que es nuestro actual DNI.

Intensidad creciente

Esta semana se conocieron los resultados trimestrales de la mayoría de las empresas de telefonía móvil (la excepción fue Movistar) y los resultados fueron muy interesantes. Más allá del agregado de nuevas líneas en servicio, que sería de algo más de 3 millones en la primera mitad del año, otros indicadores evidencian que además se está haciendo un uso más intensivo del servicio.
En el caso de Personal, comparando la primera mitad del 2008 con la del 2007, se observa que mientras el agregado de líneas fue un 15% mayor, los ingresos para el mismo período crecieron un 26%. Algo similar, aunque menos marcado, ocurrió con Claro, donde las nuevas líneas fueron un 24% más que en igual período de 2007, pero los ingresos fueron un 30% mayores.

Por otra parte, es necesario realizar algunas consideraciones que indican que este crecimiento en el uso es mayor de lo que aparenta a priori. Hay que tener en cuenta que las líneas en servicio no necesariamente equivalen a líneas en uso, ya que muchas veces los terminales deseados son comprados con una nueva línea y la reemplazada comienza su proceso de letargo hasta ser discontinuada. En el ínterin, ésta deja de generar ingresos. Además, vale recordar que este crecimiento en los ingresos se dio con anterioridad a los recientes ajustes en las tarifas de los operadores móviles. Así, este mayor ingreso se debe fundamentalmente a un mayor uso del servicio y no a un mayor costo del mismo. A esto hay que sumar unos interesantes datos que surgen de la comparación de los primeros semestres de este año y del anterior del informe trimestral de Personal. Los mismos indican que el tráfico de voz creció un 21% y el de SMS un 35%.Por lo tanto, está claro que la gente está cada vez más habituada a usar su celular.

 

Finalmente, si se observa que el uso de la telefonía fija está en baja, con una caída anual del 5% de la facturación a pesar de un crecimiento del 3% en líneas (en el caso de Telecom), se puede asumir que, quizás involuntariamente, el proceso de sustitución del fijo por el móvil se encuentra en pleno proceso. Bienvenidos a la nueva era de las telecomunicaciones.

Novedades en Radiodifusión I

El fin de semana pasado se produjo un hecho histórico: la realización de una conferencia de prensa por parte del titular del poder ejecutivo de la Nación, algo que no había sucedido durante la actual administración ni la anterior. Dentro de lo que se habló, el tema de la sucesora de la ley de Radiodifusión (pre bautizada como ley de Servicios Audiovisuales) dejó algunos elementos para el análisis.

 

Entre los aspectos del proyecto que el Ejecutivo enviará al Congreso (aún sin fecha cierta), la presidenta destacó que falta abordar el tema tecnología al indicar que al momento de sancionar la actual ley, “lo más moderno era la televisión a color”. En línea con este pensamiento, agregó que “hay que preparar marco regulatorio con la incorporación de la tecnología”. Toda una definición.

 

Allí se acabaron las precisiones, pero si de tratar el tema tecnológico se habla, hay ciertos enfoques que no podrían quedar fuera de la discusión. Estos son: IPTV y la definición de la norma de TV digital terrestre, abierta y gratuita. Son temas que tienen detrás intereses encontrados. El de la IPTV enfrentando a operadores de cable y empresas de telecomunicaciones. El de TV digital haciendo lo propio con operadores actuales de TV abierta y potenciales interesados, a los que se suman operadores de TV por cable, empresas de telecomunicaciones y proveedoras de tecnología, cada uno con sus intereses, muchas veces en conflicto.

 

Todo esto no hace más que llevar a pensar que se tratará de una ley que tendrá el aderezo del choque de intereses en un debate que, a priori, se presenta como apasionante y que marcará en qué condiciones Argentina ingresará en la nueva era de la TV y sus servicios asociados. Como se decía antiguamente, para alquilar balcones.

Novedades en Radiodifusión II

Es sabido que en política nadie es tan enemigo que mañana no pueda ser tu amigo. Esto se aplica perfectamente a lo que sucedió esta semana, según un artículo publicado por el diario El Cronista en el cual el gremio telefónico FOETRA salió a pedir que se autorice a las telefónicas a dar servicios de TV.

 

Lo llamativo del caso es que este mismo gremio telefónico fue protagonista el año pasado de duras negociaciones (que incluyeron duras medidas de fuerza) tanto con Telefónica como con Telecom por diversos temas, como aumentos salariales, efectivización de contratados y el gremio al que deben pertenecer los empleados de Call Centers.

 

Sin embargo, esto no impidió que su titular saliera a respaldar uno de los mayores deseos de las telefónicas (aunque prefieran el perfil bajo para no generar irritaciones peligrosas): dar servicios de televisión por Internet, sentando las bases para el triple play. El sindicalista fue explícito al afirmar que “lo tienen que poder dar todas las telcos. En este momento es un avance tecnológico natural. Tiene que haber competencia y con reglas claras, pero si las telefónicas no pudieran darlo, sería una amenaza a futuro de pérdida de puestos de trabajo”.

 

Está claro que el interés del gremio es crecer en afiliados y no perderlos a manos de otros. La no incorporación de la IPTV a la oferta de las telefónicas podría generar que en el mediano plazo perdieran clientes frente a ofertas del tipo triple play ofrecidas por operadores de TV por cable. Estos pertenecen al SAT o Sindicato Argentino de Televisión, en cuyo sitio se puede ver la sugestiva la leyenda “Servicios audiovisuales, interactivos y datos”. Aparentemente entonces, las telefónicas ganaron un aliado inesperado.

El Señor está entre nosotros

Este parece ser el mensaje que los medios dieron esta semana al confirmarse que el 22 de agosto se lanzará oficialmente el iPhone 3G en Argentina. El tratamiento de la noticia parece desmedido para lo que en realidad es un chiche electrónico, lindo, simpático y hasta sexy, pero que en definitiva no es más que eso. Tanta expectativa creada seguramente traerá decepciones.

 Por un lado, habrá que tener presente que no llegará en cantidades excesivas, ya que la fecha elegida para su lanzamiento es la misma de la de muchos otros países. Esto exige un esfuerzo de producción y logística que hace presumir que no habrá equipos para todos los que lo deseen inicialmente. Otro elemento a considerar es que los rumores indican que el precio del equipo estará bastante lejos de los US$ 200 por los que se vende en USA, lo que seguramente impactará negativamente en la imagen de los operadores. Hay que considerar que los costos de nacionalización son altos (no viene de Brasil o México, países con los cuales hay acuerdos de aranceles diferenciales) y lo lógico sería que los planes de datos asociados sean más baratos que los de US$ 70, 90, 110 y 130 que acompañan al celular celestial en aquél país (para más detalle, click aquí). O sea, lo que no se paga por un lado (equipo) se paga por otro (plan). Habrá que ver entonces cuál será el valor de los planes locales.

 

En fin, a prepararse para un high de iPhone y su posterior low. Como pasa siempre.

Ménage à deux

El doble comando se está poniendo de moda y de estas tierras lo estamos exportando al mundo. Es que esta semana George Brown, el CEO de Motorola, anunció que compartirá su posición con Sanjay Jha (seguro que tano no es). Jha llega a Motorola proveniente de Qualcomm, donde fue COO y presidente de tecnologías CDMA.
No obstante, este doble comando tendrá dos joysticks bien diferenciados. Jha tomará el control del negocio de dispositivos móviles (léase celulares) que tantos dolores de cabeza le generó a la empresa en los últimos tiempo y su designación es un paso previo al spin off que generará una empresa independiente. En este reparto de territorios, Brown quedará a cargo del negocio de soluciones para banda ancha móvil (3G, 4G, WiMax y lo que venga), un área que seguramente tendrá mucho crecimiento en el futuro próximo.

Finalmente, el panorama se va definiendo para Moto, luego de muchos meses de incertidumbres y partidas de ejecutivos. Las cosas se están poniendo en orden.

Y dale con Pernía

Que todavía se discuta en los medios especializados (y no tanto) si XP es mejor que Vista ya suena a dilema de obsesivo. Es entendible que las empresas usuarias sean cautelosas a la hora de migrar de sistema operativo, pero que se le siga infundiendo temor a los usuarios finales ya es ridículo. Evidentemente, Microsoft no supo responder adecuadamente a la comunicación en su contra y lo sigue pagando.

Cuento chino

Para quienes leen inglés, un pasatiempo para el fin de semana. Un artículo publicado en el blog del New York Times donde se informa sobre la imposibilidad de utilizar la palabra Tibet en una dirección de Hotmail. Más allá de la ridícula política de Microsoft, algunos comentarios son imperdibles.

 

Jugando al triple play

En momentos en que tanto en la industria como en el gobierno se habla de triple play (lo que incluye como tema la posibilidad del ingreso de nuevos actores, independientemente de lo que finalmente se decida), es bueno jugar con los números para ver de cuánto estamos hablando. Para ello se pueden utilizar algunos datos que surgen del informe “Telecomunicaciones residenciales 2008”, realizado por Carrier y Asociados.

 

Hay que partir de la base que la oferta real de triple play (esto es, servicios de telefonía, Internet de banda ancha y TV provistos por una misma empresa, idealmente por un mismo cable) es escasa en Argentina. Existen operadores como Telecentro en Capital y algunos más chicos en el interior que ya lo están haciendo, pero su peso en el mercado es muy bajo. No obstante, actúan como referente de precios, como es el caso de Telecentro que empapeló Buenos Aires con su oferta de $ 139 mensuales, a lo que hay que sumarle $ 5,9 por mantenimiento (¿?), o sea, $ 144,90 totales. Actualmente hay 2 millones de hogares que acceden simultáneamente a los tres servicios, aunque no de un mismo proveedor y ni por un mismo cable. El gasto anualizado de éstos equivale a $ 5.400 millones.

 

Pero la oferta masiva de servicios triple play implicará dos cosas: una baja de precios (según lo observado en otros países donde esta oferta está más desarrollada) y la consecuente mayor penetración de los tres servicios.

 

Si bien es difícil determinar con precisión cuánto podría crecer la demanda en la medida en que haya más disponibilidad del servicio, se puede partir de la base de los hogares que hoy consumen una combinación doble play (sea teléfono y banda ancha o teléfono y TV paga). Este mercado es actualmente de 3 millones de hogares, gastando un promedio de $ 144 (casualmente, muy similar al precio de la oferta triple de Telecentro). Si se considera que existe una importante correlación entre la edad de los integrantes del hogar y el uso de determinados servicios (particularmente banda ancha), se podría estimar que la mitad de esos 3 millones, 1,5 millón, es candidato firme a contratar una oferta triple en la medida en que el precio se parezca más a los $ 144 que los $ 225 que hoy gasta en promedio un hogar por los tres sevicios en cuestión. El resultado sería un mercado, a valores de hoy, de alrededor de 7,5 mil millones de pesos anuales y de 3,5 millones de hogares (lo que equivaldría a una penetración del 35%). Mucha plata y muchos hogares como para que sea un negocio de alta concentración por una decisión política (por acción u omisión).

 

Je t’aime, moi non plus

Los últimos tiempos no fueron tan buenos para los fabricantes de equipamiento de infraestructura para telecomunicaciones. Es que luego de los años de bonanza a principio del milenio, donde el desarrollo de Internet primero y el de las redes 3G después, generaron una demanda altísima pero acotada en el tiempo, el negocio comenzó a tener una importante desaceleración. Y esta situación se vio complicada por el crecimiento de sus competidores chinos, con Huawei y ZTE a la cabeza, que le agregaron una importante cuota de presión competitiva con sus precios.

 

Dentro de este escenario, la fusión de Alcatel y Lucent aportó sus particularidades como para que la situación no fuera sencilla y terminara con la renuncia de sus dos grandes directivos, el chairman (francés por Alcatel) y la CEO (estadounidense por Lucent).

 

Desde el inicio hubo dudas respecto de una fusión entre dos empresas emergentes de culturas (la francesa y la estadounidense) no sólo diferentes sino que también no exentas de rispideces. A esto se sumó que Lucent siempre fue un importante actor del mercado de CDMA, tecnología que en los últimos años perdió muchísimo terreno frente a su competidora GSM. El desenlace se dio esta semana, cuando se anunció la renuncia de ambos líderes de la empresa al tiempo que se informó que se redujo el valor (write-down) de sus operaciones CDMA por € 810 millones.

 

Si bien se trata de un momento negro para la empresa, la revaluación de su negocio de CDMA y la renuncia de sus n° 1 y 2 puede significar un nuevo comienzo, libre de ataduras al pasado, para que la empresa comience a delinear su propio perfil. En esta ocasión quizás liderada por un ejecutivo de una nacionalidad que no sea ni francesa ni estadounidense. Algo así como barajar y dar de vuelta.

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