Para atrás

Sin dudas, el negocio de los terminales celulares no es más lo que era. De su punto máximo, cuando llegó a las 12,75 millones de unidades en el 2006, el camino fue cuesta abajo (11,36 M en 2007 y 10,6 M en 2008), tendencia que se está haciendo más marcada en el presente año. Parte de la explicación es la saturación de mercado, donde las altas de líneas son cada vez menos, lo que convierte al negocio de terminales en uno de reposición. La otra parte tiene que ver con la situación económica, que se encuentra en algún lugar entre la desaceleración y la franca recesión (dependiendo de las fuentes).

En el primer semestre del año, el ingreso de terminales al país cayó un 27% (30% en el primer trimestre y un 25% en el segundo), lo que permite prever otro año de descenso. De mantenerse esta magnitud en la caída, estaríamos hablando de un mercado de probablemente no más de 9 millones de unidades anuales.

Estas son malas noticias no sólo por lo caída per sé, sino porque estas cifras no hacen más que echar por tierra la afirmación de que los terminales se renuevan cada 18 meses. Con 9 (o si se quiere 10 para mitigar el efecto macroeconómico) millones de nuevos terminales anuales sobre un mercado de, supuestamente, más de 40 millones de líneas, se necesitan al menos 4 años para una renovación total del parque.
Sin dudas, es mejor trabajar en base a la realidad y no partiendo de expresiones de deseos.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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