En momentos en los que en EE.UU. se habla de pasar de los principios a las reglas en pos de la neutralidad de la red (incluyendo también a las redes inalámbricas), dos de los gigantes de las telecomunicaciones móviles de los EE.UU. como AT&T y Verizon comunicaron, separadamente, la apertura de sus redes a servicios de terceros que compiten con los propios.
AT&T anunció que su red estará abierta a servicios de telefonía como Skype para el iPhone. De esta forma, sus usuarios podrían hacer llamadas a distintos destinos por mucho menos de lo que le pagarían a su operador móvil. Por su parte, Verizon anunció un acuerdo con Google para producir equipos basados en Android, los que estarán abiertos a cualquier aplicación, incluyendo a Google Voice, un software similar a Skype.
Si bien por ahora los acuerdos de “neutralidad de red” están acotados a determinadas plataformas de software, son de todos modos un adelanto de cómo evolucionarán las cosas bajo esta filosofía. Los operadores de las redes no serán sólo proveedores de “cañerías” para que los servicios y contenidos fluyan, sino que podrán ofrecer los propios, aunque crecientemente en competencia con terceros, como lo demuestran estos anuncios.
El tema de la neutralidad de la red es sin dudas un debate de fondo en el mundo de las telecomunicaciones, especialmente en las móviles, basadas en un recurso escaso, como es el espectro. De hecho, los operadores esgrimen el argumento de que su ancho de banda es limitado (mucho más que en las comunicaciones fijas), por lo que deben tener la libertad de manejar sus redes y evitar que ciertas aplicaciones puedan afectar la capacidad de las mismas.
Habrá que creer entonces que estos anuncios son un indicador de que las redes actuales están en condiciones técnicas de absorber la carga que implican las llamadas telefónicas en formato IP, cuya demanda de ancho de banda es manejable para las capacidades de las redes móviles modernas. O al menos, eso es lo que parece.
En definitiva, como debería ser también en radiodifusión, si el recurso utilizado es casi infinito (cable), la red no debe poder elegir qué servicios acceden a Internet ni tratarlos diferenciadamente. Cuando el recurso utilizado es escaso (espectro), hay que negociar. “Negociemos Mendieta” es lo que se comienza a escuchar en la industria.