Celulares en la montaña rusa

Un negocio que pintaba para catástrofe este año fue el de los terminales celulares. El año arrancó muy negativo, llegando al primer semestre un 27% abajo comparando con el 2008. Esto hizo pensar que el 2009 cerraría en lo 8 a 8,5 M de terminales, una cifra catastrófica frente a los 10,6 M del año anterior. Pero en la segunda mitad, la cosa comenzó a repuntar y es de esperar que el presente cierre en unos 9,5 M, un 10% menos que en el 2008. En otras palabras, fue un año malo, aunque pintaba para ser aún peor. ¿Qué pasó?
Hay varios factores que influyeron en esta recuperación del segundo semestre, aunque no es sencillo determinar el peso de cada uno de éstos. Durante la primera mitad del año aún era fuerte el impacto de la crisis internacional, lo que combinado con la ansiedad pre-electoral se convirtió en un cóctel nocivo para el consumo. En la medida en que el panorama se aclaraba, los operadores comenzaron a impulsar nuevos equipos con funciones vinculadas al tráfico de datos (navegación, redes sociales, mensajería instantánea, correo electrónico), por lo que volvieron agresivas promociones que apuntaban a la contratación de abonos de datos. Finalmente, podría pensarse que hubo algún adelantamiento de compras por parte de la oferta ante la previsible aplicación del impuesto a los equipos importados (que representarán el 96% del mercado este año). Al menos esto es lo que surge de la comparación de importaciones de los meses septiembre, octubre y noviembre no sólo contra el 2008 sino también contra el 2007. De hecho, diciembre viene muy flojito, lo que podría indicar que ya hicieron un buen stock libre de los nuevos impuestos. [CORRECCIÓN: Según nos informaron desde Movistar, no hubo adelantamiento de compras para evitar el nuevo impuesto, ya que el mismo se aplica no al ingresarlo al país sino al momento de la venta final. De esta forma, adelantar compras no cambia nada].
Con vistas al 2010, la situación debería mejorar. Desde lo macro, hay coincidencia tanto en estimaciones oficiales como privadas, de que el año próximo registraría un aumento del PBI (el cual cayó durante el 2009). Pero ante la baja inversión, este crecimiento traería aparejado un repunte de la inflación. Esto que de por sí es malo, no lo es tanto para productos atados a precios en dólares, en un momento en que la política cambiaria no convalida los aumentos de precios locales. El resultado es un dólar más barato, lo que equivale a tecnología más accesible en términos relativos frente a otros bienes y servicios.
Queda entonces determinar cuál será el impacto en el consumo del impuesto tecnológico. Más allá de las políticas de subsidios que adopten los operadores, es de esperar que las importaciones sean moderadas en el primer trimestre del año próximo. Luego, entre subsidios y falta de referencia de precio por renovación de modelos, el impacto de este sobreprecio, y más aún si el dólar va más lento que la inflación, se irá diluyendo, al menos desde la percepción del consumidor.
Habida cuenta de la base instalada de celulares en uso, el mercado argentino necesita de unos 10,5 M de unidades anuales para mantener el parque actualizado y abastecer el crecimiento vegetativo de nuevos usuarios. Esta cifra debería poder alcanzarse sin muchos problemas en el 2010.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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