Archivomayo 2010

Nada es para toda la vida

Con ventas del orden de los 10 millones de unidades o más en los últimos 4 años, no hay dudas de que la industria móvil, y particularmente los fabricantes de terminales, es una cosa seria, a pesar de que los últimos 2 años fueron de crecimiento negativo. Pero con 50 millones de líneas activas, y alrededor de 35 millones en uso, combinado con un proceso de actualización tecnológica que no se detiene (primero la cámara de fotos, luego el reproductor de MP3 y ahora los smartphones y similares), comienza a ver la luz un problema que merece ser atendido debidamente: qué hacer con los equipos descartados.

Para tener una mejor dimensión del problema, los niveles de ventas anuales de terminales indican que en aproximadamente 3 años se renueva la totalidad del parque efectivamente en uso, a razón de algo más 11 millones de unidades promedio por año. Este valor crecerá moderadamente acompañando el avance poco más que vegetativo en términos de nuevos usuarios. Así, a partir del 2011 las bajas anuales deberán ser levemente inferiores a las altas (altas totales menos altas por crecimiento vegetativo y 2° líneas). Estos datos surgen del informe “Mercado Celular Argentino”, publicado por Carrier y Asoc.

Visto así, es comprensible que ya haya gente preocupada. Esto dio lugar a que desde el Congreso Nacional se impulse una ley que se ocupe del tema de los residuos electrónicos. La norma en estudio implicaría asignar la responsabilidad de su tratamiento y determinar el financiamiento de la operatoria, la cual probablemente pase a formar parte del precio de venta de estos dispositivos. La misma abarcaría no sólo a los celulares sino también otros dispositivos de renovación frecuente con contenido contaminante, como computadoras, televisores.

Si bien los avatares políticos no permiten prever el tratamiento de una ley que no entra dentro de la lógica del enfrentamiento oposición-oficialismo dominante en estos días, habrá que ir acostumbrándose a la idea de que en un futuro próximo los productos electrónicos no podrán descartarse despreocupadamente. Cuando esto suceda, habremos dado un gran paso como sociedad.

Humanizando los datos

En la industria de las telecomunicaciones en general y en la celular en particular, hay reticencia a ofrecer paquetes de datos ilimitados. Esto es así porque aumentar el ancho de banda en redes móviles no es tan simple como en las fijas ya que no alcanza con invertir dinero en la tecnología propiamente dicha. Hace falta espectro, para lo cual se depende de la voluntad del Estado, e instalar nuevas celdas, algo cada vez más complicado por la resistencia de individuos y organizaciones a la instalación de nuevas antenas en zonas pobladas.
Por esto, la solución encontrada inicialmente por los operadores fue la técnicamente más correcta: cobrar por el tráfico consumido o, en  otras palabras, por el uso hecho de la infraestructura instalada. Así surgen los abonos ilimitados que a partir de x Gb consumidos reducen la velocidad, así como aquellos de un tráfico máximo a partir del cual, el usuario paga por el consumo por uso.
Esto es perfecto desde la perspectiva técnica, pero horrible desde la del usuario. ¿Acaso alguien sabe cuánto pesa la página de un sitio de noticias online con fotos, videos y banners animados? O peor aún, si se trata de una portátil conectada vía módem 3G, muchos ni siquiera saben que Windows se actualiza automáticamente, consumido parte de ese saldo de tráfico sin que su dueño ni siquiera se entere. Además, el tráfico es una medida totalmente abstracta para el usuario, lo que no permite tener una noción de lo que se va consumiendo. Ante este cuadro de situación, y luego de experiencias negativas con su operador, el usuario opta por no consumir datos desde la red celular.
El usuario no sabe cuánto consume, pero sí qué aplicaciones usa. Y en general, tiende a hacerlo con aquellas de bajo consumo de ancho de banda, como correo electrónico o mensajería instantánea principalmente. A éstas comienzan a sumarse ahora aquellas de redes sociales, también modestas en el consumo de ancho de banda. Básicamente, se trata de aplicaciones basadas en la comunicación más que en el contenido (caso Web, YouTube, etc.). Por eso es auspicioso para el desarrollo de los servicios de datos móviles, particularmente aquellos accedidos desde un teléfono, que los operadores comiencen a promover paquetes de datos que son ilimitados dentro de una aplicación, como es el caso del correo electrónico lanzado por Movistar a $ 9 mensuales. No sólo es accesible, sino que además no genera dudas. Y más importante que el precio en sí, es la certeza de que sea ese y no otro a la hora de recibir la factura (elemento clave en los abonos fijos, por ejemplo).
El modelo de cobro por tráfico va camino al matadero. Viva el cobro por aplicación. Más allá de que en ambos casos, se paga por uso.

Darwinismo y evolución

Los procesos de cambio en la naturaleza suelen ser imperceptibles a escala humana. Pero en el mundo de la tecnología, se pueden dar en términos de apenas unos pocos años.
Hasta los primeros años de este siglo, la industria celular estaba dominada por unos pocos nombres, muchos de ellos de origen europeo: Nokia, Motorola, Ericsson, y en menor medida otros como Siemens. Particularmente en el caso de los europeos y ante el avance mundial de la tecnología GSM que reinaba en el viejo continente, todo hacía pensar que este dominio seguiría inalterado. Pero las cosas no son siempre tan lineales. Por un lado, Siemens tiró la toalla, retirándose del negocio. Ericsson no pudo seguir solo, y terminó aliándose con Sony, aunque la suma de dos empresas con sus dificultades no garantiza una fortalecida, lo que pudo comprobarse al poco tiempo. Motorola comenzó a tener problemas que hicieron que su unidad de celulares fuera el patito feo de la compañía. Así, llegó a una reorganización y a un replanteo de su estrategia de terminales, que en base a sus últimos resultados parece centrarse más en la gama media y alta, con menos volumen pero más rentabilidad. La mayoría estaba en problemas, salvo Nokia que avanzaba sobre el terreno perdido de sus compañeros de camada.
Mientras esto sucedía, las coreanas Samsung y LG comenzaron a pisar fuerte, con equipos de gama media de características sobresalientes. Y en la alta gama, tanto RIM (o Blackberry) primero, como Apple después, demostraron que la función teléfono de celular podía se considera claramente como una características más, pero no la central. Así, cada una desde un enfoque distinto, se convirtieron en los grandes impulsores y dominadores del mercado de smartphones. Una revolución que ya no nacía de Europa, cuna de la masificación del celular, sino del otro lado del océano atlántico.
Mientras esto sucedía, Nokia, bajo los efectos del exceso de confianza y algo de arrogancia que le daba su privilegiada posición de liderazgo en casi todos  los segmentos fue saliendo del centro de la escena. La situación llevó primero a rumores de desplazamiento de su CEO y, poco tiempo después, al anuncio de una reorganización. Sin embargo, muchos ven a estos movimientos como muy poco muy tarde. La principal crítica siendo que a pesar de la reorganización del negocio, quienes siguen a cargo en las funciones más altas son los mismos que llevaron a la empresa a la situación en que se encuentra. El tiempo dirá si el bisturí debería haber llegado más profundamente.
Mientras tanto, la industria de los terminales celulares está dando muestras de ser una de las más dinámicas y exigentes. Y lo que hoy está, mañana puedo no hacerlo. Y vice versa. O, como decía Andy Grove, uno de los fundadores de Intel, sólo los paranoicos sobreviven.

Linkeando

  • Por todos deseada: Esa parece ser la situación de Telecom Argentina, donde a las especulaciones sobre posibles candidatos a disputar la participación en manos de Telecom Italia se suman las intrigas políticas del más alto nivel. Si bien es difícil saber cuál es el grado de verdad en todo esto, sin dudas suena atractivo, quizás preocupante, como historia. [La Nación]
  • Los 5 pasos: Excelente resumen de la evolución de la aceptación de los nuevos medios. Con mínimas adaptaciones se adapta a blog, Facebook o Twitter. [Lost remote]

Candanga phone

Embaladísimo aparece el presidente Chávez de Venezuela con el uso de Twitter. Nunca fue una persona de pocas palabras, por lo que no sorprende que en poco tiempo llegara a más de 260 tweets, inclusive anunciando la fábrica de celulares “Orinoquía”. Con tanto entusiasmo, en una de esas los mismos permitan twittear.

Vientos del sur

Cuando a fines del año pasado se aprobara el polémico impuesto a los bienes tecnológicos, no quedaba en claro cuál sería el impacto del mismo en los celulares. Es que si bien su costo se vería afectado por el peso del nuevo tributo, quedaba la duda sobre en qué medida éste sería absorbido por fabricantes y operadores. O al menos, si no era absorbido, podía ser disfrazado.

Bajo el razonamiento de que si eran más caros se venderían menos, sorprendió a varios que la demanda por celulares creciera un 27% en el primer trimestre de este año comparado con igual período del anterior, tal como señaláramos la semana pasada [ver “La belle époque”].

Si bien no es simple establecer una comparación entre lo que costaba determinado modelo de celular antes y después de la aplicación del impuesto, sí pueden hacerse algunas observaciones.

La primera es que sin dudas, el mayor costo está siendo subsidiado vía abonos. Alcanza con repasar las ofertas de los distintos operadores para constatar que en su enorme mayoría se trata de equipos que se venden asociados a un plan determinado que implica un compromiso mensual de gasto. El tema se ve potenciado porque, al tratarse de un mercado maduro, gran parte de los dispositivos demandados responden a un proceso de recambio. Así, los operadores juegan muchas fichas a terminales que, por sus características, propician la venta de un abono que incluye un paquete de datos, logrando de esta forma aumentar el ingreso promedio por línea. En definitiva, el subsidio responde a la lógica de la hojita de afeitar.

Más allá de esto, lo concreto es que la oferta proveniente de Tierra del Fuego está aumentando aceleradamente. En el primer trimestre de este año, los celulares “argentinos” alcanzaron casi las 300 mil unidades, que si bien representa sólo un 14% del total, es mucho más que las 9 mil unidades que se produjeron en igual período del año anterior. Una diferencia tan grande que no tiene sentido calcular en términos porcentuales.

Con este nivel de producción, el primer trimestre del año equivale a un 73% de lo realizado en todo el 2009. Y claramente seguirá creciendo en la medida en que se sumen nuevas marcas produciendo desde la isla. Hasta marzo, las únicas marcas con equipos locales fueron Motorola y Samsung. Pero ya se anotaron Alcatel, LG, Nokia y ZTE, con lo que la producción local sólo irá in crescendo.

No todo lo que reluce es oro

A pesar de los buenos resultados en materia de celulares, no hay que precipitarse a la conclusión de que fue una buena medida, o al menos, inocua. Evaluar el impacto en celulares es difícil ya que además del equipo en sí, su venta está asociada a un servicio que genera un gasto recurrente, con lo que los precios de venta no reflejan exactamente los costos.
Distinto es el caso de las computadoras. Mientras que la demanda por las portátiles (no alcanzadas por el impuesto) subió un 186% comparando el primer trimestre de este año con el del anterior, las de escritorio lo hicieron sólo un 7%. Y más allá de que estamos en un proceso de migración desde desktops y hacia notebooks, también es cierto que las de escritorio se vieron afectadas por la aplicación del impuesto a los monitores, lo que las encareció, mientras que las portátiles bajan de precio como consecuencia de la natural evolución de la tecnología. Así la brecha de precio entre unas tradicionalmente más baratas (desktops) y otras históricamente más caras (portátiles) se redujo.
Sintetizando esta situación, en un reciente evento con canales realizado por Intel, un ejecutivo de una firma que produce localmente tanto portátiles como equipos de escritorio, se lamentaba por el impuesto, afirmando que no sólo había impactado negativamente en las ventas de las últimas, sino que se afectaba al consumidor, habida cuenta de que para muchos una desktop es lo único a lo que pueden llegar y éstas son ahora más caras.
Paradoja: los que menos tienen pagan más. Con ayudas así…

Deporte celular

Finalmente se reglamentó la ley por la cual los clientes de servicios celulares con abono tributarán un 1% de sus facturas para financiar el deporte de alto rendimiento. El tributo recaerá sobre toda la factura, exceptuando al IVA, por lo que gravará abono, excedentes, SMS, Internet, etc.
Algunas aproximaciones sobre el monto a recaudar son pesimistas, ya que parten de un gasto promedio mensual de $ 40, que es el ARPU que surge de los balances de las empresas de telefonía móvil. Sin embargo, el ARPU de una línea con abono es mucho mayor, ya que el promedio general tiene en cuenta líneas prepagas, muchas de las cuales, además, están en desuso, reduciendo entonces el promedio de gasto.
A diciembre de 2009, existían 14 millones de líneas con abono, según surge del informe “Mercado Celular Argentino”, recientemente finalizado por Carrier y Asoc. Teniendo en cuenta el gasto promedio de una línea con abono, el impuesto permitiría recaudar un piso de unos $ 100 millones anualmente. Claro que esta cifra podría subir por diversas razones: una migración de usuarios prepagos a abonos, un crecimiento de abonos de datos y el ajuste de tarifas como consecuencia de la inflación.

En la palma de la mano

Después de muchas especulaciones sobre su posible comprador, finalmente Palm sorprendió a todos cuando se supo que en definitiva éste sería nada menos que HP. Normalmente, uno podría pensar que dos “perdedores” (en el negocio de los celulares) no logran un “ganador”. Pero en este caso hay una interesante complementación y posibles sinergias que permiten ver el acuerdo con cierto optimismo.
A pesar de tener una buena propuesta desde el punto de vista tecnológico, resulta claro que Palm carecía la envergadura necesaria para ser un jugador de peso en el cada vez más competitivo segmento de smartphones. Inversamente, a pesar de su tamaño, presencia y alcance, HP nunca pudo hacer pie firme en el terreno de los celulares, siendo más una curiosidad que otra cosa. No logró diferenciarse ni tener un producto atractivo en este segmento.
Para HP hay un atractivo en hacerse de la plataforma WebOS de Palm, la cual obtuvo excelentes repercusiones del mundo especializado, pero sus dificultades comerciales y operativas no le permitieron capitalizar su potencial. Se supone que con HP la misma ganará no solo en recursos sino también en potencial de desarrollo, no siendo descabellado pensar que la empresa querrá extender el alcance de WebOS a múltiples dispositivos, no sólo smartphones.
A diferencia de lo que podía ofrecer Palm, HP le dará acceso a componentes a mayores escalas y por lo tanto más baratos, y además pondrá a su disposición una cadena de distribución muy poderosa y aceitada. Así, Palm dispondrá de un canal minorista de amplio alcance a nivel mundial.
Para HP, sumar a Palm y su WebOS le servirá no sólo para tener mejores productos sino también para diferenciarse de su competencia, luego de apostar por años a un Windows Mobile (hoy Windows Phone) que mostró mucha lentitud para adaptarse al vertiginoso mundo de los celulares. Obviamente, HP podría haber optado por Android, pero aquí también le costaría diferenciarse de los Motorola, HTC y otras marcas que apuestan al sistema operativo de Google.
Queda por saber si HP licenciará WebOS a otros fabricantes, pero visto el éxito de modelos integrados como el Apple con su iPhone o RIM con su Blackberry, parece lógico que HP apunte a WebOS como su plataforma propietaria y exclusiva.
Sin dudas, el panorama de por sí competitivo del mercado de smartphones promete ser más extremo aún luego de esta operación. Los antecedentes de HP reinventándose convierten a la empresa en un rival para no subestimar.

Linkeando

  • Más sobre los celulares fueguinos: Para los interesados en cómo es esto de la fabricación local de celulares, este post ofrece algunos agregados más que interesantes. [Movilandia]
  • Reinterpretando el Triple Play: La posibilidad de que las empresas de telecomunicaciones den servicios de televisión está prohibida por la legislación argentina. Pero este fallo en contra de los bundlings entre DirecTV y Telecom o Telefónica, que no pueden ser considerados Triple Play por ir por redes y empresas independientes, parece una interpretación tirada de los pelos. [El Cronista]

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