Mundial tech

Que un mundial de fútbol se realice cada 4 años sirve como hito en la industria tecnológica, donde este tiempo equivale a toda una generación. Y en este caso, se pueden observar los avances que en tan poco tiempo tuvieron dos áreas como lo son la transmisión de video y las redes sociales.
Hace poco, YouTube cumplió 5 años de vida (arrancó en febrero de 2005), pero no fue sino hasta noviembre de 2006 (después del mundial de Alemania) que la compró Google y comenzó su meteórica expansión. Aunque sigue reinando, YouTube ya no está solo en el mundo del streaming por Internet. Hoy, las transmisiones online (sobre todo las legales) mejoraron considerablemente, una bendición para quienes están lejos de una TV. En Europa, donde la venta de los derechos para la televisación no es cosa nueva, muchas cadenas difunden los encuentros por Internet para llegar al público que no tiene una TV a mano (especialmente en ambientes de trabajo, ejem…). Lamentablemente, a Argentina esto todavía no llegó, a pesar de que un 51% de los usuarios ve videos por Internet. Se trata de más de 9 millones de personas…
A falta de video, buenas son las redes sociales. Y aquí Twitter, a pesar de su novedad aunque potenciada por la difusión que recibe en los medios, se convierte en un lugar ideal para seguir un partido, siempre que se followee a las personas indicadas. Es que además de convertirse en una radio de texto con pequeñas ráfagas que destacan jugadas y acontecimientos de los partidos, tiene el valioso agregado de las ocurrencias de sus participantes. No es como verlo por TV, pero en muchos casos puede ser bastante más divertido (aunque no faltan los tweets políticamente incorrectos).
Por supuesto, que esta locura de hinchas conectados también tiene sus aspectos negativos. En el caso del video legal, rigen las limitaciones de la cobertura geográfica de los derechos. Así, difícilmente se pueda ver desde aquí una transmisión legal hecha en Francia, por ejemplo. Aunque no se trata sólo de un tema de derechos sino también económico. No hay interés para una cadena francesa en asignar recursos de ancho de banda para que su transmisión sea vista por un argentino que no le aporta nada a sus anunciantes. Breve: un costo que no genera ingresos.
Por otro lado, el aluvión mundialista que recibe Twitter no es inocuo. Ya en los días previos al inicio de la competencia se repetían las interrupciones del servicio, con su famosa (y odiada) ballenita apareciendo en las pantallas de los usuarios. Y si bien desde Twitter afirman haber duplicado su capacidad de cara al mundial, también previnieron respecto de posibles saturaciones del servicio. Cosa que efectivamente viene pasando.
En cuanto a las promesas no cumplidas, 4 años atrás había muchas expectativas respecto de la TV desde el celular. Expectativas que nunca se cumplieron. En Argentina, TDT mediante, lo poco que hay viene de la mano de celulares con sintetizador de TV digital, pero es algo que lo emparenta más con una TV portátil (la señal no viene por la red celular), concepto que ya existe desde hace décadas. Y esto desde del punto de vista tecnológico no es para nada novedoso, salvo que ahora, eso sí, se ve mejor.
En cuanto al mundial Brasil 2014, y en base a la experiencia actual, quizás la estrella sea un servicio o tecnología que aún no existe o que recién está dando sus primeros pasos. En 4 años más lo sabremos.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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