La dulce espera

Esta semana se cumplió un año de la fecha en la cual, luego de un aplazo inicial, debería haber comenzado a funcionar el SUBE (Sistema Unico de Boleto Electrónico) para el transporte público en el área metropolitana de Buenos Aires. Este aniversario fue recordado en un artículo publicado por el diario La Nación donde se tiene acceso a más detalles.
Cuando en febrero del 2009 se anunció la implementación del SUBE en un plazo de 90 días, desde este medio se advirtió que no había que hacer caso a promesas incumplibles [ver “Es un boleto”]. La base de esta opinión tenía que ver con lo complejo de un proceso como el anunciado, imposible de implementar en tan sólo 3 meses.
Este error de apreciación por parte de las autoridades puede deberse a dos factores, no excluyentes entre sí: desconocimiento o utilización política de la ilusión incumplible. Es difícil determinar qué es más grave.
Por lo pronto, el problema se atenuó con la emisión de monedas (últimamente abundan las que brillan por ser nuevas). Una solución menos tecnológica pero de más fácil y rápida implementación. Mientras tanto, a seguir cambiando monedas en el banco o comprando golosinas en los quioscos para obtener el ansiado (y vil) metal.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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