El affaire Fibertel tuvo un efecto colateral no deseado ni previsto: poner en evidencia la falta de información de las autoridades respecto del tema telecomunicaciones en general y de Internet en particular. Desde la ingenuidad de creer que porque había 300 supuestos ISP alternativos la idea de “cerrar” Fibertel de un plumazo era inocua para los usuarios hasta publicar un listado de empresas que tenían licencia, aunque varias no ofrecían el servicio y otras ni siquiera existían.
Este estado de desinformación parece haber sido lo que dio lugar a que esta semana se publicara en el Boletín Oficial la resolución 4029/2010 por la cual la CNC da un plazo de 30 días para que los distintos operadores de telecomunicaciones informen respecto de sus servicios. Los temas a cubrir son básicos, tales como áreas de prestación, interconexión, infraestructura propia, así como planes y promociones vigentes. También hay pedidos especiales en caso de aquellos operadores que cuenten con tendidos de fibra óptica. Estos datos deberán actualizarse trimestralmente.
Se trata en definitiva de información básica con la cual todo regulador debería contar para hacer su trabajo y que estaba prevista ya en el decreto de apertura del año 2000 (tal como se expresa en los considerandos). Pero tuvieron que exponer públicamente su propia ignorancia respecto del tema que les toca regular para que 10 años después comenzaran a exigirla. Una muestra de la rigurosidad con la que se encararon los aspectos regulatorios durante todo este tiempo. En fin, más vale tarde que nunca.