Años atrás, la tendencias en el management eran hacia la especialización, dejando que cada empresa se focalizara en lo que mejor sabía hacer, desprendiéndose de cualquier actividad que no fuera “core”. Así, comenzaron las escisiones y ventas de aquellas partes no esenciales para la actividad que podían ser ejecutadas mejor por un tercero. Sin embargo, en la industria tecnológica parece que ese libreto no sólo está siendo revisado sino también descartado.
Primero fue el caso de empresas que empezaron dando servicios sobre Internet. Esto implicaba contar con importantes datacenters, como fue el caso de Google para administrar sus índices de sitios web primero para luego hacerlo extensivo a servicios como Gmail y todos los demás. También lo fue en el caso de Amazon, donde además de albergar su tienda online empezó a administrar los libros electrónicos comprados por sus clientes para luego sumarle la música y los videos. Con la adquisición de este know how en el manejo de grandes volúmenes de datos la idea de ponerlo a disposición de terceros surgió naturalmente. Y así éstos se convirtieron en una línea de negocios más. De manera similar lo hizo Microsoft como parte de un cambio en el modelo del software que está pasando de vender licencias a vender servicios. Y para ello también hace falta un datacenter que albergue tanto a las aplicaciones como a los datos. Esta tendencia hacia la nube fue la que hizo que también empresas originalmente de hardware comenzaran a ofrecer servicios, como fue el caso de Apple.
Pero este movimiento no se detiene aquí sino que va hacia el otro extremo, el dispositivo que da lugar a los servicios y desde el cual se accede a datos y aplicaciones. Google no sólo lanzó su sistema operativo Android para estos dispositivos sino que también incursionó directamente en el hardware, primero diseñando para que terceros lo fabriquen y luego directamente fabricando con la adquisición de Motorola. Amazon también avanzó por esta senda, primero con su ereader Kindle, luego con la tablet Fire, y ahora se rumorea desde hace un tiempo que estaría trabajando sobre su propio smartphone. Otro que recorre este camino es Microsoft. Su primera experiencia (y exitosa) fue con la consola Xbox que se conecta vía Internet a una amplia gama de servicios. Pero ahora se apresta a dar un nuevo paso con su híbrido tablet/netbook Surface. Y luego de la carta de Ballmer a los accionistas de Microsoft, pareciera que habrá nuevos dispositivos en el camino. De los grandes del momento quien parece ir rezagado es Facebook, y es quizás por esto que desde hace tiempo se especula con que lance su propio smartphone.
Ahora, todo indica que Amazon iría un paso más allá con la muy comentada compra del negocio de procesadores de TI. Sería éste un nuevo paso hacia una mayor integración vertical que le permitiría al mega retailer customizarlo de forma tal de que se integre mejor con los dispositivos y servicios que tiene en carpeta. Si bien hoy Amazon no tiene el volumen en dispositivos necesario como para justificar ser el fabricante de sus propios chips, en el mediano y largo plazo la empresa podría estar planeando diversificar su portafolio de dispositivos. ¿Un smartphone? Puede ser ya que es un rumor que circula desde hace algún tiempo. ¿Una TV? Por qué no, si cuenta con una amplia biblioteca de contenidos en video. Todo indicaría que apunta a un futuro donde el contenido digital esté en el centro de la escena. De este modo, quizás sea tan importante tener el dispositivo en el que éste se consume así como lo es hoy el datacenter.
Poco a poco entonces parece irse consolidando la idea original de Apple de “dominar” íntegramente la experiencia del usuario. Pero nada es gratis. Esta tendencia a la integración vertical resulta también en la construcción de silos que albergan dispositivos, aplicaciones y servicios, que van a contramano de Internet, donde, al menos en su génesis, la idea era la de un mundo interconectado e interoperable. Así, Internet va camino a dejar de ser la plataforma única para ser reemplazada por plataformas que son propietarias de distintas empresas. Hacia allá vamos. Que nos guste o nos convenga, es otro tema.