A pesar de toda la sofisticación de los nuevos dispositivos móviles, la principal motivación para pasar de un teléfono básico a uno diseñado para consumir datos (sea un smartphone o un socialphone) es su capacidad para utilizar mensajería instantánea. Esto no implica que después los usuarios no exploren y utilicen otras capacidades, incluyendo algunas desconocidas previas a la adquisición, pero esta relevancia en la comunicación responde claramente a particularidades culturales así como a características de la oferta de los servicios móviles. Esto surge del informe “Usuario de datos móviles” que acaba de ser publicado por Carrier y Asociados.
De la mano del avance de smartphones y socialphones (que en lo que va del 2012 representan el 80% de los celulares vendidos), la mensajería instantánea (MI) registró un fuerte crecimiento, posicionándose como un sustituto de los SMS. En esto mucho influye la percepción de gratuidad asociada al servicio, pero luego se ve potenciada por otros beneficios respecto de los SMS como permitir una intercambio más fluido de mensajes (en un estilo chat), posibilitar el intercambio de mensajes dentro de un grupo y la no limitación en la cantidad de caracteres por mensaje. En menor medida se suma el envío de archivos, reemplazando en este caso a los MMS. Así, la MI se convierte en un SMS potenciado y más conveniente económicamente. A esto hay que sumar los efectos de red propios de este tipo de servicios y se obtiene un coctel perfecto para un crecimiento exponencial.
Dentro de las diversas plataformas existentes en el mercado argentino, los últimos tiempos fueron testigo de un meteórico ascenso de Whatsapp, aplicación que prácticamente se ha convertido en un estándar en base a estar disponible en todas las plataformas móviles, aunque impulsada principalmente por la alta popularidad de equipos basados en Android. El avance de Whatsapp eclipsó el momento de BBM, aplicación que aunque limitada a los usuarios de Blackberry muestra un uso muy intenso y cuenta con usuarios históricos que valoran dos factores: el acuse de recibo y un funcionamiento al que consideran mejor que el de Whatsapp. Por otra parte, surge también en esta categoría la aplicación Facebook Chat, cuya principal ventaja es la de permitir la interacción con usuarios conectados desde la PC. Conviene destacar que actualmente el chat de FB ha suplantado casi por completo al Messenger de Microsoft (de similares características multiplataforma), hoy prácticamente abandonado. No obstante, la ligereza con la que se aceptan contactos como “amigos” en Facebook (entre éstos hay muchos a los que no se quiere estar accesible continuamente) le resta aceptación.
Al ser todavía un mercado en transición desde equipos básicos hacia smartphones, los usuarios suelen tener divididos a sus contactos entre aquellos con los que se comunican vía MI y aquellos que, por limitaciones técnicas de sus terminales, sólo aceptan SMS.
Resulta evidente que la acelerada adopción de los servicios de mensajería instantánea marca el comienzo del decline de los SMS. Más allá de ciertas reticencias, los operadores ya perciben que ese recambio es inexorable por lo que buscan el camino para hacer que este traspaso no impacte en su línea de resultados. No obstante, conviene destacar que la popularización de servicios gratuitos desarrollados por terceros, como los de mensajería instantánea y redes sociales, son quienes empujan a la demanda hacia la renovación de terminales y la contratación de abonos de datos. No hay mal que por bien no venga.
Como observación final, la altísima popularidad de Whatsapp se dio muy velozmente y sin que nadie haya visto nunca una publicidad o acción de comunicación de la empresa detrás de esta aplicación. Viralidad en su máxima expresión.