Cuando se quiere cuantificar el mercado celular, surgen dos parámetros que pueden prestarse a confusión si no se los identifica claramente. Uno, el de cantidad de líneas en servicio. Otro, el de usuarios. Mientras el primero corresponde a un número telefónico, el segundo es un ser humano. El primero puede estar asociado a un teléfono, una tablet, un módem o un dispositivo M2M (como podría ser el caso de una alarma). O simplemente, no estar asociado a nada, lo que se da en los casos de SIM prepagas que no están en funcionamiento en ningún tipo de dispositivo, lo que podría denominarse como “tirada en un cajón”.
Como consecuencia de estos conceptos diferentes existen hoy prácticamente 2 líneas móviles en servicio por cada usuario. Y todo indica que esta relación irá creciendo. Por un lado, porque no parece que se impongan criterios más estrictos para determinar si una línea está en servicio, por lo que las SIM “tiradas en un cajón” seguirán siendo una porción importante de las líneas activas (aunque no en uso). Por el otro, porque el crecimiento de dispositivos que no son teléfono pero que utilizan conexiones de datos móviles seguirán creciendo, como tablets, módems y M2M. Pero además, la cosa puede potenciarse con el crecimiento de los teléfonos con doble SIM.
Los equipos con doble SIM suelen tener mayor popularidad en los mercados emergentes, donde la sensibilidad al precio es mayor y donde los planes con llamadas y/o SMS ilimitados multidestino suelen estar menos difundidos que en aquellos más desarrollados. A esto hay que sumarle los beneficios obtenidos por las comunicaciones on net, es decir, dentro de la misma red de un operador determinado. Estos pueden materializarse como un descuento a llamados o mensajes a otro usuario del mismo operador así como comunicaciones ilimitadas, tanto a un set de números o a toda su base de clientes. Así, el interés de contar con equipos que puedan albergar dos SIM de distintos operadores se potencia.
Las comunicaciones on net son más baratas porque se evitan los cargos de terminación en la red del destinatario. Pero a pesar de ser un beneficio para los usuarios, no siempre lo son desde el punto de vista de competencia. Un operador con mucha participación de mercado obtiene una ventaja prácticamente irremontable frente a uno más pequeño. Por esto mismo es que en varios mercados la práctica de ofrecer tarifas on net más económicas no son permitidas por la regulación.
En el caso del mercado argentino, el crecimiento de los equipos con SIM dual estará marcado principalmente por la evolución de las ventas de equipos por fuera del operador. Hasta el momento éstos controlan mayormente la distribución de los terminales y no tienen ningún interés en subsidiar uno que permita que sus clientes utilicen también una línea de algún competidor. Aunque en realidad, sí ofrecen algunos productos que aceptan doble SIM, sólo que no lo aclaran en la descripción de los mismos.
No obstante, este escenario puede cambiar. Los equipos están constantemente descendiendo de precio, particularmente en la categoría de básicos, donde el doble SIM tiene el mayor atractivo, ya que allí toda la comunicación es solamente voz o SMS (en datos no es relevante el destino de la comunicación). Y con un precio menor, la incidencia del subsidio del operador es menos relevante.
Por lo pronto, ya hay algunos cientos de miles de estos equipos dando vueltas en Argentina. Y en la medida en que la distribución de éstos se haga crecientemente por fuera de los operadores, los equipos con doble SIM ganarán presencia.