Archivomarzo 2013

Tiempos modernos

Con la designación de un Papa argentino no queríamos quedarnos fuera del tema y por eso elegimos esta foto, publicada en “En Foco”, uno de los blogs de La Nación. Una clara demostración de la inserción de la tecnología en la vida de todos nosotros.

Apps agnósticas

A pesar de las aparentemente ilimitadas funcionalidades de los smartphones, el uso de éstos en el ámbito de las PYME en Argentina se centra alrededor de cuatro aplicaciones: mail, mensajería instantánea, localización y redes sociales. Una combinación que a la vez marca el potencial para la adopción de aplicaciones cuyo uso sea más específico para la actividad. Esto surge del informe “Telecomunicaciones móviles en PyMEs – 2013” recientemente publicado por Carrier y Asociados.
De este set básico, las aplicaciones basadas en la mensajería son las que más interés despiertan. El mail lidera en popularidad, utilizado en el 96% de los casos, seguido por la mensajería instantánea, en el 81%. Esta última registró un gran avance en el último año, cuando tenía una penetración del 52%. Sin dudas la combinación de BBM (con Blackberry como plataforma más popular en el segmento) con Whatsapp (promovido principalmente por la plataforma Android) dio un fuerte impulso a la adopción de este tipo de aplicación.

Por otra parte, el hecho de que prácticamente todo smartphone actual incluye la funcionalidad de GPS combinado con el posicionamiento vía antenas, hicieron que la adopción de aplicaciones de localización pasara del 25% al 58% en el último año.
Se trata de las mismas aplicaciones que despiertan interés en las PYME que aún no utilizan smartphones. La excepción son las redes sociales, muy poco mencionadas por estas últimas. Aparentemente, la atracción por el uso de éstas es posterior la adopción de los smartphones en la empresa.
Este set básico de aplicaciones tiene la particularidad de ser interoperable e independiente de la plataforma. Es decir, los mails pueden ir de un Blackberry a un Android, los mensajes instantáneos de un Android a un Windows Phone, Google Maps está disponible para todas las plataformas actuales y cualquiera cuenta con una aplicación de Facebook o Twitter. Por lo tanto, para estas aplicaciones la plataforma no es determinante, por lo que no es raro ver convivir varias de éstas en una misma organización (tal como describiéramos anteriormente en “Aprendiendo a convivir”).
El tema será entonces relevante cuando las empresas comiencen a tomar conciencia de la conveniencia de tener algún tipo de control y administración sobre los móviles. Algo que por el momento es todavía una rareza, pero que seguramente comenzará a ser más habitual en un futuro no muy lejano.

Mil millones en la mira

La semana pasada, la industria móvil tuvo su pico de presencia mediática con motivo del MWC (Mobile World Congress) que se realizó en Barcelona. Y si bien no hubo anuncios explosivos, lo que allí pasó sirve para tomar el pulso de la industria y ver cuáles son los temas del momento.
Hay algo que sí no se le puede pedir al MWC: que haya lanzamientos de productos estrella. No es el ámbito adecuado. Demasiadas novedades se producen en los días que dura el evento, lo que diluye cualquier lanzamiento que allí se produce. Por eso, novedades como el Blackberry Z10 o el Samsung Galaxy 4 se presentan fuera de esas fechas, los que le permite tener una atención más concentrada de los medios y su público.
No obstante, no sólo del high end vive la industria. Algo que quedó bien claro de algunos lanzamientos así como de las charlas/paneles que allí tuvieron lugar, es que fabricantes y operadores están con la mira puesta en la mayoría que aún no tiene acceso a los smartphones. Algo que se resume con la frase “the next billion people” o los próximos mil millones de usuarios. Y para que esto ocurra, entre otras cosas, los fabricantes deben ingeniárselas para lograr dispositivos que estén en los US$ 50 o menos (una telco india fue más allá, situando este valor en los US$ 30). Un desafío no menor.
Pero el incentivo es que así como hay una gran oportunidad en el mid end, esta es mucho mayor en el low end. Y no es únicamente por un tema de escalas. El atractivo de celulares que se conecten a Internet en países menos desarrollados (sean emergentes, tercer mundo, subdesarrollados o la definición que más se ajuste) es que la infraestructura de banda ancha fija es acotada, especialmente en términos de cobertura. Por lo tanto, el acceso móvil no es un producto complementario sino sustituto. Se abre entonces una oportunidad inmensa.
Por otra parte, mejorar la oferta para el segmento low end del mercado tiene una importancia capital. Las tasas de penetración de smartphones se acercan a la saturación en varios de los mercados desarrollados. Hay que buscar el crecimiento en otro lado. Algo de lo cual ya son conscientes los inversores de Apple y por eso la castigan en el valor de su acción.
En línea con este razonamiento es que se le prestó mucha atención a los anuncios respecto del Firefox OS, una plataforma para celulares que tiene la ventaja de ser realmente abierta, gratuita y basada en HTML5. Esta tiene diversas ventajas.
Para los operadores, se trataría no sólo de una cuña en lo que ven como el duopolio Apple-Android/Google, lo que de por sí ya implica un valor importante para éstos. Tampoco que, como Android, sea gratuita. Ni que sea totalmente abierta como para que los operadores puedan customizarla a piacere. Su principal ventaja es que está diseñada para correr bien en hardware de bajas prestaciones, lo que ayudaría a alcanzar los niveles de precio en terminales para avanzar en el low end.
A los desarrolladores, una plataforma basada en HTML5 les permite ofrecer sus aplicaciones por fuera de las tiendas como iTunes o Google Play, sin depender de sus decisiones. Además, en un escenario donde hay una continua fragmentación de las plataformas existentes (apps que corren en Android 4 pero no el 2, por sólo citar un ejemplo), el uso de HTML5 puede incentivar a los desarrolladores a focalizarse en una plataforma estandarizada (en la medida en que ésta adquiera volumen, obviamente). Finalmente, hay una ventaja adicional. Se puede cambiar de plataforma sin perder las aplicaciones.
Tampoco estuvo ausente la discusión entre operadores y proveedores de servicios OTT. No obstante, a pesar de algunos tenues avances, éstos tienen que encontrar la fórmula para convivir en armonía. Un paso interesante es el que dio Facebook asociándose con operadores para proveer acceso gratuito o con descuento a sus servicios vía celular.
Entre los operadores fueron comunes los reclamos por regulaciones menos rígidas y más claras, menores impuestos al consumidor y más espectro (un bien que escasea en todo el mundo, no sólo en Argentina).
Finalmente, pudo notarse también que la industria sigue con atención el tema de los pagos móviles, si bien el ritmo de avance es más lento que el proyectado años atrás.
También es interesante observar de lo que no se habló. Así como ya desde hace un tiempo la TV móvil dejó de ser un tema (por más que aquí se siga insistiendo a nivel gubernamental con el tema, pero es claramente un asunto político), ahora lo que también desapareció fueron los celulares 3D. Evidentemente, el foco estuvo en otro lado.

Compartida la vida es más bella

Uno de los problemas que enfrentan los operadores móviles tiene que ver con los altos costos de instalación y mantenimiento de la infraestructura. Desde sitios para instalar antenas, las propias antenas, el backhaul. Por eso desde hace un tiempo, en diversos países se comenzó a dar una tendencia a que empresas que compiten en el mercado logren acuerdos para compartir parte de sus infraestructuras.
La novedad es que esta modalidad está llegando a Sudamérica. Una de las empresas que está mostrándose activa en la materia es Telefónica. Sus más altos directivos a nivel internacional ya habían adelantado en una teleconferencia con inversores que la empresa pretende adoptar este modelo para sus operaciones latinoamericanas.
Esta semana dio un paso más anunciando un acuerdo nada menos que con Claro (su archirrival en la región) para compartir infraestructura tanto para 4G como 3G en Brasil. Es cierto que se trata de un caso apremiante. Los operadores de aquél país corren contrarreloj para comenzar a dar servicios 4G antes del Mundial de Fútbol del año próximo, y el hecho de utilizar frecuencias altas (2.5 Ghz) exige una mayor densidad de antenas. Quizás es por esto que también en Brasil las operadoras TIM y Oi hicieron un anuncio de similares características esta semana. Así, el caso brasilero podría transformarse en un modelo para el resto de la región.
Debido a los problemas que se registran en Argentina, esta tendencia a compartir infraestructuras podría ser parte de la solución. Pero no sería sencillo. Por ejemplo, haría mucho ruido una asociación de este tipo entre Movistar y Personal, sobre todo cuando sus operaciones locales están (en teoría al menos) bajo observación por compartir accionistas. Podría dar lugar a planteos antimonopólicos. Así, cualquier asociación debería ser con Claro, pero con tres actores en el mercado, si dos se asocian, el tercero en discordia puede (y seguramente lo hará) patalear. ¿Sería un acuerdo entre los tres una movida oligopólica?
No obstante, este modelo podría ser atractivo para Arsat, ya que esta aún no cuenta con red y necesita hacerlo en el corto plazo para poder comenzar a operar. Podría ser ésta la puerta para acelerar el despliegue de su red. Quizás, quién sabe, se aceleraría así la llegada de LTE. Aunque para esto todavía hay que dar varios pasos previos.
Lo concreto es que acuerdos de este tipo deberían ser considerados, tanto por operadores como por reguladores. Porque hasta tanto no se disponga de más espectro en el país, al menos que no sea la infraestructura el cuello de botella en ningún punto de la red.

Linkeando

  • A facturar: Durante bastante tiempo los operadores móviles quisieron competir en materia de contenidos. Su éxito fue prácticamente nulo. Pero según un estudio de Juniper, el negocio podría estar en la intermediación del pago. Hablan de un aumento por seis en las tasas de conversión respecto del pago con tarjeta. [Telecoms.com]
  •  Teclado rendidor: Si bien por el momento el high end en celulares está orientado a interfaces táctiles, lo cierto es que los teclados QWERTY físicos gozan de gran popularidad, especialmente en mercados emergentes. [BGR]

Twits selectos

Aprendiendo a convivir

El mercado de plataformas de smartphones en el segmento PYME en Argentina tiene dos grandes actores: Blackberry y Android. El primero es el campeón en ejercicio, el segundo, el desafiante. Esto surge del informe “Telecomunicaciones móviles en PyMEs – 2013” recientemente publicado por Carrier y Asociados.
Blackberry sigue siendo la plataforma dominante en el segmento, presente en el 79% de las empresas usuarias, unos 5 puntos más que un año atrás. No obstante,  se observa un notable crecimiento de la penetración en empresas de equipos basados en Android. Ésta pasó del 12% en el 2011 a un 54% en la actualidad, en línea con la explosión de la oferta de equipos con este sistema operativo de los últimos tiempos. Ambas están claramente despegadas del resto de las plataformas actuales (Symbian, Windows, iOS, etc.).

Visto por tamaño de empresa, Blackberry muestra una mayor adopción cuanto más grande es ésta, mientras que el resto, Android incluida, tienen una penetración pareja.
Ante estos niveles de penetración de los dos principales contendientes y considerando que también están en uso otras plataformas, es evidente que no son pocos los casos de empresas que se desenvuelven en entornos multiplataforma. De hecho, en más de la mitad de las PYME relevadas conviven dos o más plataformas de smartphones.
Este escenario mulitplataforma abre las puertas entonces a herramientas de administración de celulares que sean agnósticas. El potencial está, ya que actualmente sólo una minoría de las empresas cuenta con una solución para la administración de los móviles.

Superados

En los últimos tiempos, y cada vez más presente en el humor de los usuarios argentinos, los servicios de telefonía móvil son blanco de quejas varias: imposibilidad de cursar llamadas, comunicaciones que se “caen”, navegación por Internet al ritmo del dial up de fines de los 90, etc. Diversos factores se combinan para dar un resultado que no por habitual deja de ser preocupante: la demanda por capacidad de las redes es superior a la oferta de éstas. Y para llegar a esta situación hay responsabilidades compartidas entre Estado (en distintos niveles), operadores y, también, usuarios.
El Estado tiene responsabilidad en el manejo del espectro. La última licitación para su asignación fue a fines de los 90, cuando el mercado tenía sólo 4 millones de líneas en servicio y cada una de éstas consumía menos que en la actualidad. Antes era prácticamente sólo voz. Hoy es voz (potenciada en su consumo por los números gratis), SMS y datos, sobre todo luego de la explosión de los smartphones hace aproximadamente un año y medio. Si además consideramos que alrededor de un 25% del espectro está sin uso (fue otorgado a Arsat pero aún la empresa no da servicio), nos encontramos con una demanda que creció notablemente frente a un espectro que en la práctica se redujo. Es justo señalar que las tecnologías actuales son más eficientes que las vigentes a fines de los 90, atenuando esta desfavorable relación. No obstante, la asimetría entre el recorrido de la demanda y el de la oferta es bastante evidente. A esto podría sumársele que el total de espectro disponible en Argentina es bastante menor que el de otros países, tal cual se puede ver en este gráfico.
También hay responsabilidad del Estado a nivel municipal, a veces con el concurso de la ciudadanía, por las trabas a la instalación de antenas. El problema aquí es que no hay una regulación de alcance nacional que establezca condiciones uniformes para la ubicación de antenas. Así, se establecen tantas negociaciones como municipios existen, demorando y/o impidiendo el agregado de nuevas antenas. Este problema es de larga data, pero con las limitaciones actuales de las redes cobra una mayor relevancia.
Las empresas también tienen parte de la responsabilidad, porque los incentivos que ofrecen para consumir más servicios no tuvieron correlación con la capacidad de sus redes. Y si bien pueden argumentar, no sin razón, que la falta de espectro y las dificultades para instalar antenas les jugó en contra, también es cierto que en algunos puntos de su red las cosas podrían estar mejor. Como por ejemplo, en el cableado que conecta a sus antenas, donde a veces se produce el cuello de botella. De hecho, y combinando las necesidades de inversión propias del negocio con las trabas al giro de dividendos a sus casas matrices, los distintos operadores anunciaron importantes inversiones en sus redes para este año.
Más allá de la incidencia real de cada uno de los factores mencionados en la calidad del servicio, la situación guarda un paralelismo con la infraestructura general del país que no pudo, no supo o no quiso acompañar el crecimiento de la demanda. Lo vemos hoy en temas de energía (electricidad y gas), transporte (ferrocarriles, rutas, etc.) y otros. La diferencia de la telefonía móvil respecto de otros servicios es que no tuvo tarifas reguladas. Pero así y todo no pudo escapar a la suerte de la infraestructura en el país.
Lo concreto es que ninguna de las causas detrás del retraso de la infraestructura es de solución inmediata. Por lo tanto, habrá que acostumbrarse a convivir con los problemas por un tiempo más. Y presionar para que se tomen las medidas que haya que tomar para revertir esta situación. Mientras tanto, paciencia y tomar quina.

Jugando a las escondidas

El devenir del mercado de comunicaciones móviles y más particularmente el rol del Estado en la materia se ha convertido en un juego de intrigas, donde abundan los rumores y especulaciones y escasean las certezas.
Hoy, lo único concreto es que Arsat cuenta con una cantidad de espectro similar a la del resto de los operadores y que su intención es actuar como mayorista para que PyMEs de telecomunicaciones (cooperativas, ISP y otras telcos) puedan sumar servicios móviles a su oferta. Pero todavía no está definido (o al menos comunicado públicamente) si esto se logrará con una red propia (lo que demoraría su puesta en funcionamiento comercial) o utilizando las redes de los operadores actuales (en algún formato a definir).
Otro tema es qué pasara con el bendito 4G (o LTE para ser más precisos), tecnología que ya está disponible comercialmente en países como Brasil, Bolivia, Colombia, Paraguay y Uruguay. En Argentina no sólo aún no hay fecha para llamado a licitación, sino que las condiciones en las cuales se maneje el espectro necesario podrían ser muy distintas de las actuales. Esto surge de declaraciones del Ministro de Planificación, quien según la agencia Télam (y reproducido por otros medios) sostuvo que “se desarrollará la 4G con un sentido estratégico, para aumentar la competencia y no para consolidar el actual esquema de concentración”. En otras palabras, parece descartar una licitación donde sólo puedan participar los actores actuales.
La cosa se pone más enigmática cuando afirma que “no se va a adjudicar el 4G a una sola empresa sino que se va a hacer una administración estratégica para garantizar el acceso de todos los prestadores interesados en igualdad de condiciones y con las inversiones necesarias para brindar un servicio de calidad”.
Por otra parte, según publicó el Ministerio de Planificación en su sitio web, pareciera haber un acercamiento de Arsat con la vietnamita Viettel, el mayor operador de aquél país y que es propiedad del Estado. Viettel fue una de las empresas interesadas en participar de la subasta del espectro devuelto por Movistar que finalmente quedó en manos de Arsat. En su sitio web destacan que buscan oportunidades de expansión en Latinoamérica (entre otras geografías). Así, Viettel podría convertirse en un socio con experiencia en la operación de redes y servicios móviles.
La eventual asociación con Viettel sería un indicador de que Arsat busca desarrollar su propia infraestructura. De ser esta la única alternativa que maneja la empresa estatal, no estará en condiciones de dar servicio en forma masiva durante el presente año. Aunque tal vez sí pueda comenzar a darlo en forma puntual, algo similar a cómo comenzó el desarrollo de la TDA.
Habrá que seguir esperando definiciones para ver qué forma va tomando el escenario futuro de las comunicaciones en Argentina.

Your sidebar area is currently empty. Hurry up and add some widgets.