Como ya se mencionara desde aquí en anteriores comentarios, los problemas que se registran en el servicio de telefonía celular responden a tres componentes, vinculados entre sí: espectro, antenas e inversiones.
Las limitaciones de espectro son claras y es un tema que no tiene solución inmediata. Las inversiones están, en parte, vinculadas a la disponibilidad de espectro y a la instalación de antenas. Por lo tanto, un primer paso en el camino a recorrer para mejorar el servicio es por el lado de las antenas. Contando con un espectro determinado, la única forma de mejorar la capacidad de servicio del mismo es achicando las celdas (esto es, poniendo más antenas), de forma tal que la capacidad de éstas esté dedicada a áreas geográficas más chicas y por lo tanto, de menor densidad de líneas.
El problema con aumentar la cantidad de antenas es que hacen falta más sitios donde instalarlas. Por eso quizás es que esta semana, el Ministro de Planificación instó a los operadores móviles a invertir, señalando que “van a estar los lugares, van a estar las autorizaciones”. Esto podrá ser la resultante de presiones/negociaciones políticas con los municipios como así también avanzar en una normativa única en materia de colocación y operación de antenas. Entre los requisitos para la instalación de las mismas podría haber un aggiornamiento conceptual sobre las características de las nuevas antenas y, consecuentemente, sus procedimientos de instalación.
Quienes tienen oportunidad de viajar al exterior habrán notado que en varias ciudades no se observan las toscas antenas de telefonía celular en las terrazas de los edificios. Y a pesar de esto, los servicios funcionan correctamente. Sin entrar en aspectos técnicos, esto demuestra que otra forma de despliegue de redes es posible. ¿Es más cara? Probablemente. Pero las menciones del Ministro respecto a las atractivas utilidades de los operadores en los últimos años combinadas con las restricciones al giro de dividendos a sus casas matrices hacen que éstos cuenten con recursos disponibles para invertir y que el Ministerio intentará que así sea. Lo que no queda claro es si presionará para realizar esta inversión con métodos convincentes o si será parte de alguna negociación. Lo que parece inevitable es que los operadores deberán presupuestar más inversiones de capital. Los fabricantes de equipamiento, de parabienes.