Archivomayo 2013

Comunicadísimos

La conexión permanente, tanto en dispositivos móviles como fijos, y la instantaneidad de la comunicación hizo que hoy la mensajería instantánea se haya convertido en la aplicación de Internet más popular, utilizada por prácticamente 9 de cada 10 usuarios. Su uso crece en la medida en que desciende la edad, llegando a una penetración casi total entre la generación de nativos, marcando claramente cómo privilegian comunicarse los más jóvenes. Esto surge del informe “Usuario online – 2013” recientemente publicado por Carrier y Asociados.
Los cambios en el uso de Internet se ven reflejados a la hora de repasar las aplicaciones de mensajería instantánea utilizadas. Si bien hasta hace no mucho el rey indiscutido era el recientemente “difunto” MSN (hoy reemplazado por Skype), hoy los dos primeros lugares son ocupados por Facebook Chat y WhatsApp, quienes desplazaron a MSN/Skype al tercer lugar. Facebook Chat, utilizado por el 82% de los usuarios de mensajería instantánea, tiene dos grandes puntos a su favor: ser un servicio de la red social más popular del mundo y ser una aplicación multiplataforma, que permite comunicar indistintamente tanto a usuarios móviles desde el celular como a fijos desde la PC.
En el caso de Whatsapp, utilizado por el 50% de los usuarios de mensajería instantánea, se vio favorecido por la reciente explosión en la venta de smartphones y socialphones. Estando esta aplicación únicamente disponible para teléfonos celulares, da la pauta de la relevancia de los mismos.

A pesar de su popularidad, el uso de FB Chat en los celulares es más limitado, ya que el diálogo se da entre “amigos”, lo que lo hace poco conveniente para la comunicación con relaciones laborales, ocasionales o simplemente con quien no se quiera compartir lo publicado en la red social. En cambio, WhatsApp, pensado desde el vamos para el uso desde celulares, sólo requiere conocer el número de celular del contacto, lo que sin dudas lo “universaliza” como mensajero instantáneo (al menos, desde el celular).

Día de Internet

Hoy se celebra el “Día de Internet”. En realidad, es algo un poco confuso, porque también es el “Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información”. Claro que este último es mundial y el primero sólo se celebra en algunos países hispanoparlantes. Pero más que dirimir qué se festeja puntualmente, la fecha sirve para hacer un balance del estado actual de Internet en Argentina y cuáles son sus perspectivas.
Quizás lo más relevante cuando se habla de Internet y particularmente del acceso a la misma, es la distinción que se produce con motivo del avance de las tecnologías móviles. Algunos, caso INDEC, cometen el error de contabilizar los accesos sin discriminar, lo que en definitiva distorsiona los análisis. No es lo mismo un acceso fijo, que suele compartirse, que uno móvil, que suele ser personal.
Por el lado de los accesos fijos, estos totalizaron a diciembre últimos algo más de 5,8 millones. Descontando aquellos en organizaciones, esto implica que alrededor del 45% de los hogares argentinos tienen una conexión a Internet. Una relación aún baja en términos de Sociedad de la Información. Pero además, está el aspecto cualitativo. Y allí se hace evidente la escasa competencia en términos de infraestructura y, quizás entre una de sus causas, en términos de servicios. Sin dudas que si la Ley de Medios hubiera autorizado a las empresas de telecomunicaciones a dar servicios de TV, éstas hubieran tenido que invertir más en las capacidades de sus redes para soportar un tráfico mayor. Igualmente, si Fibertel, el 3º ISP en términos de abonados aunque a apenas 4 puntos en participación de mercado respecto del primero (Speedy, de Telefónica) hubiera sido autorizada a dar servicios de telefonía, podría apuntar a desplazar a las telefónicas de los hogares. Además, están los límites al alcance territorial de los operadores de cable, lo que tiende a generar actores más pequeños y por lo tanto, menos competitivos.
De no existir estas restricciones, compitiendo en igualdad de servicios y sin límites geográficos, la lucha entre telefónicas y cableras hubiera redundado en una competencia más dura. La resultante serían mejores precios y productos. Ninguna de estas limitaciones parece estar en vísperas de ser superadas (tanto por razones regulatorias como políticas) por lo que el escenario no cambiará en el corto plazo. Por su parte, el plan Argentina Conectada no solucionará esta falta de competencia, ya que apunta a ser complementaria de la infraestructura existente, cubriendo las zonas y sectores mal atendidos. Su objetivo no es aumentar la competencia sino atenuar sus limitaciones.
Por otro lado, parte del acceso a Internet se está mudando a los celulares. Ya este año las ventas de smartphones superarán al 50% del total de celulares. Pero más interesante aún es que actualmente para el 12% de los usuarios de Internet, el celular es su principal dispositivo de acceso. Y, lo que es quizás más relevante, para el 4% es su única forma de acceso. Esta tendencia, que recién se insinúa, hará que las demandas por una mejor infraestructura móvil sean crecientes y urgentes.
En definitiva, tanto desde el punto de vista de las redes fijas como de las móviles, Argentina está necesitando un zarandeo que la despierte de su modorra regulatoria. Hace años que venimos dormidos, dando una ventaja que nos terminará costando caro en términos del desarrollo de una sociedad de la información inclusiva y moderna. Las nuevas autoridades del área, más jóvenes en términos generacionales, probablemente lo entiendan mejor. Los próximos meses servirán para ver si esta hipótesis se comprueba. Ojalá que sí. Por lo pronto, en el Día de Internet da más para reflexionar en lo que hace falta que para festejar.

Socializándose

Esta semana Blackberry estuvo en las noticias por algunos anuncios realizados en el marco de su evento BB Live. En los medios, se habló principalmente de su nuevo equipo de gama media, el Q5, y de las noticias respecto a su plataforma de mensajería instantánea BBM. Y fue por este lado que las novedades dejaron más para comentar.
Lo que más impactó en los medios fue el anuncio de que el mensajero instantáneo BBM estará en breve disponible para sistemas operativos Android y iOS. Si bien hace años que se hablaba de esta posibilidad, razones no sólo estratégicas sino también técnicas hacían difícil que esto pudiera suceder. De hecho, el anuncio se da luego del lanzamiento del sistema operativo BB10, que trajo, entre otras novedades, que el usuario sea reconocido en base a un ID y no al dispositivo. O sea que un nombre de usuario y una clave reemplazaron al PIN como forma de identificación. De esta forma, aún utilizando hardware de la competencia (como son los equipos Android y iPhone), se puede tener ese ID y utilizar el servicio. La duda que surge en las charlas es si esta “apertura” del BBM no llega un poco tarde. Sobre todo cuando Whatsapp tiene más de 200 M de usuarios, superando inclusive a Twitter. No obstante, un BBM abierto tendrá chances de éxito en mercados en los cuales Blackberry aún mantiene una participación de mercado interesante, como es el caso de Argentina, donde tiene alrededor de ¼ de la base instalada de smartphones. Sin embargo, para ello deberá asegurarse de convencer a los usuarios de que BBM es mejor que Whatsapp, cosa que es cierta (tanto en confiabilidad como en funcionalidades), pero que costará transmitir a los usuarios no-Blackberry. Otra ventaja es que BBM será gratuito. No porque el US$ 0,99 anual de Whatsapp sea un gran impedimento, pero sí lo es para los usuarios sin tarjeta de crédito en la medida en que no haya facturación vía operador o subsidio vía fabricante de terminal (como hace Nokia en algunos modelos). Además, es algo simbólico.
Con menos repercusión, aunque interesante en su potencial sobre todo luego de abrir BBM a otras plataformas, fue el anuncio de BBM Channels. Se trata de un servicio que permite publicar vía BBM teniendo suscriptores que pueden a su vez comentar lo publicado (para entender mejor, ver este video). Se trata de un primer paso en volver a BBM en una suerte de red social. De hecho, eso es lo que anticipó el CMO de Blackberry, cuando sostuvo que “la mensajería móvil es el futuro de las redes sociales; BlackBerry Messenger tiene muy buen nombre, es una buena marca, y queremos aprovechar eso“. Así, la intención es que Channels extienda al BBM más allá de la mensajería instantánea y podría ser la razón por la cual Blackberry decidió convertir a su mensajero en multiplataforma. Tiene el potencial de generar ingresos a través de contenidos, apuntando quizás a las marcas que quieran estar presentes en una red social móvil.
Quizás la extensión del alcance de BBM sea un paso más para transformar a Blackberry en una empresa de hardware a otra de software y servicios. Así, no debería sorprender que en un futuro no muy lejano se anuncien nuevos fabricantes desarrollando equipos con BB10. Algo que nunca fue descartado por la actual conducción de la empresa.

Linkeando

  • Unbundling: Interesante propuesta del ex candidato a presidente de los EE.UU. y actual senador, John McCain, en relación al acceso a contenidos de TV. Por ahora, es sólo un proyecto de ley, pero si resultara aprobado, cambiaría el orden de muchas cosas. [Business Insider]
  • La innovación, o falta de: ¿El problema de la falta de innovación en el mundo PC será porque está dominado por fabricantes que apostaron a bajar costos (apuntando a la grandes escalas y haciendo más eficiente la fabricación y distribución) más que a innovar? [New York Times]
  • Red sí, celular no: Las cosas no parecen andar bien con las distintas estrategias de Facebook para ganar más control sobre los celulares. [The Register]

Twits selectos

Una de Tu Sam

Los videos corporativos de la vida en el futuro son interesantes para ver cuando ese futuro llegó. Tal es el caso de este video hecho por AT&T en 1993, que fue parte de un CD ROM de Newsweek, en tiempos en que se creía que las revistas serían distribuidas en este formato. La pifiaron con el tema del CD, pero varios de los vaticinios de AT&T se cumplieron y en muchos casos, superaron.

Internet es móvil

No es novedad que así como la telefonía se hizo móvil, permitiendo que nos comuniquemos no ya entre lugares sino entre personas, lo mismo está ocurriendo con Internet. Más de 10 M de smartphones en uso en Argentina a los que se suman una parte de los socialphones resultan en que el 63% de los 22 M de usuarios de Internet se conecten desde su móvil. El equivalente a casi 14 M de personas. Esto surge del informe “Usuario online – 2013” recientemente publicado por Carrier y Asociados.
El acceso a Internet desde el celular aumenta su penetración en la medida en que sube el nivel socioeconómico al mismo tiempo que lo hace mientras más jóvenes son las generaciones. Una muestra de la creciente relevancia del celular para acceder a Internet está dada en que ya es la principal forma de conexión para el 12% de los usuarios argentinos de la red.
El uso predominante del celular para acceder a Internet está vinculado a la socialización y la mensajería. En primer lugar figura la mensajería instantánea (76%), el mail (73%) y Facebook (72%). Recién después aparece el uso de la web (60%) y más atrás las apps descargadas (48%).

Estos usos tienen distintos grados de penetración en función de las variables de corte, siendo las más relevantes el factor generacional y el NSE. A nivel generacional, cuanto más joven más penetración de los distintos usos (mensajería instantánea, Facebook, web, apps, GPS, juegos y Twitter). El único caso en que esta tendencia se invierte es en el uso del mail. En términos de NSE, el mail y Twitter crecen con éste, la inversa de lo que ocurre con el uso de Facebook.

En busca de la capacidad perdida

El hecho de que los celulares utilicen un recurso finito como es el espectro hace que la industria deba maximizar su ingenio y destreza para desarrollar nuevas formas de aumentar la capacidad disponible de las redes. Máxime en un entorno de demanda creciente y constante por mayor capacidad. Esto se da en todas partes del mundo, si bien últimamente en Argentina esta finitud se hace cada día más evidente. Así, resulta interesante prestar atención a las propuestas para ver en qué medida pueden adaptarse al escenario local.
Hay que partir de la base de que la capacidad de una red móvil está compuesta por una fórmula que incluye tres variables: espectro disponible, cantidad de antenas y relación señal/ruido. Esta última es la menos manejable, porque tiene que ver con todo aquello que afecte la propagación e intensidad de la señal (por ej. construcciones). El espectro es un tema clave, pero está en manos de las autoridades regulatorias, quienes deciden cuánto y cuándo se asigna. Algo que en Argentina viene medio remolón. Queda entonces la cantidad de antenas. Es en este último campo que la industria electrónica prepara novedades, que parecen por ahora encontrar más limitaciones desde el punto de vista del modelo de negocios que desde una perspectiva técnica.
Algunos fabricantes de electrónica y equipamiento de redes apuestan a la explosión de la demanda por las small cells o celdas pequeñas. Básicamente, se trata de pequeños hotspots similares a los que existen con WiFi, pero en este caso con tecnología celular (que pueden incluir también WiFi). Son equipos muy pequeños (la electrónica ya llega al tamaño de un smartphone) que conectados a una red de banda ancha tradicional (ADSL, cablemódem, fibra o radioenlace) puedan cubrir con buena capacidad áreas reducidas. Así se logra aliviar la carga de la antena tradicional o macro celda, a un costo notablemente menor. En otras palabras, en vez de tener en el hogar, empresa, comercio o espacio público un router WiFi, se podría tener uno que incluya además tecnología celular (3G y 4G). Estas small cells permiten lograr una mejor cobertura puertas adentro que la brindada por las celdas tradicionales. Y no es un dato menor. Según Qualcomm, hoy 2/3 del tráfico celular se da puertas adentro y no en la calle u otros espacios abiertos como ocurría años atrás. Además, y tal como ocurre con la señal de WiFi, la cobertura puede extenderse hacia el espacio público.
Las small cells tienen además un beneficio para los operadores: la electricidad y la banda ancha ya está instalada en el domicilio del abonado. Se trata de dos infraestructuras cuyo costo de despliegue no es menor a la hora de instalar celdas tradicionales. No obstante, es en el uso de la banda ancha donde surgen las dudas respecto de la viabilidad económica de estos despliegues. Nadie quiere ceder su ancho de banda (por el que paga) para que terceros puedan usar su celular. Salvo que se trate de un modelo comunitario y colaborativo, al estilo de Fon (sólo aplicado a WiFi). Pero éste tiene sus limitaciones que no viene al caso analizar aquí y ahora.
Así, pueden darse diversos modelos desde el punto de vista negocio. Uno es que la red de banda ancha pertenezca a la misma empresa que da el servicio móvil. En este caso, la capacidad dedicada a la small cell sería por fuera de aquella contratada por el abonado. Sin embargo, de no estar bien regulada esta materia, podría dar lugar a ventajas competitivas que un regulador debiera limitar. Efectivamente, si por ejemplo, Personal decidiera utilizar la red de ADSL de Arnet (ambas propiedad de Telecom), podría mejorar notablemente la capacidad de su red, especialmente en aquellas zonas donde más densidad de clientes de Arnet haya. No obstante, esto implicaría una ventaja técnica notable frente a Claro, que no cuenta con una red de banda ancha con la suficiente capilaridad como para efectivamente aliviar la carga de su red.
Así surge otro modelo, que es que el operador celular acuerde con los ISP para utilizar sus redes como backhaul. Claro podría contratar esta capacidad a cualquier ISP, tanto una telco (Telecom, Telefónica, etc.) como a un operador de cablemódem (Fibertel, Supercanal, etc.), pero tendría un costo seguramente mayor que el que tendrían Telecom o Telefónica para implementar la misma solución sobre sus redes fijas. Lo mismo sería aplicable para Libre.ar, cuando eventualmente ofrezca el servicio móvil.
Otro camino sería que el operador móvil acuerde directamente con sus clientes, instalando una small cell en sus hogares o instalaciones a cambio de un subsidio al abono de su servicio móvil. Claro que en este caso, sería el abonado quien debería ceder parte de su ancho de banda contratado para Internet fija para que transporte también tráfico de los celulares.
Se trata en definitiva de una tecnología que puede ayudar a minimizar en un plazo razonable muchos de los problemas de capacidad que hoy tenemos. No sólo porque quien use esas small cells tendrá una mejor señal, sino además porque quienes sigan dependiendo de las macro celdas verán la capacidad de éstas aliviadas, por lo que también deberían experimentar las mejoras de esta descongestión. No obstante, sería bueno que las autoridades regulatorias prestaran atención a estas alternativas de mejora de la capacidad de la red para evitar que den lugar a desequilibrios entre los operadores, afectando negativamente el entorno competitivo.
Como se ve, existen diversos caminos de solución a los problemas actuales de la capacidad de las redes móviles. Sólo hay que comenzar a recorrerlos.

¿Quo Vadis Microsoft?

A pocos meses del lanzamiento de Windows 8, Microsoft anuncia su sucesor, cuyo nombre código es Windows Blue, para fines de este año. Según el blog de la empresa, en el mismo se tendrán en cuenta las críticas que se expresaron hacia W8.
Más allá de lo que oficialmente Microsoft admita, lo cierto es que la respuesta de los usuarios al cambio radical que significó Windows 8 pareciera indicar que la empresa tomó un camino incorrecto. Apretada por el avance de smartphones y tabletas que afectaron negativamente las ventas de PC, MS decidió apostar a su producto más popular: Windows. Quizás ahí estuviera el primer error de apreciación. Lo que está en crisis no es Windows per se, sino la PC como dispositivo multitarget/multiuso.
Microsoft eligió recorrer un camino inverso al de la industria que hoy la jaquea. Pretende bajar de las PC a las tablets, mientras que los modelos vigentes en tablets (y con buenos resultados) recorrieron el camino inverso, desde los smartphones hacia las tablets, tal como lo hicieran iOS y Android. Es más, tanto Apple como Google siguen apostando a un sistema operativo diferente para el mundo PC: MacOS y Chrome. Ambos pensados para ser utilizados con un mouse y un teclado. En cambio, Microsoft decidió que Windows 8 debería tener una interfaz propia de un dispositivo móvil (y que se maneja con los dedos) para un dispositivo de uso de escritorio, donde una interfaz mixta touch/teclado+mouse es más confusa y cansadora que otra cosa. Esto generó confusión, por el cambio radical en la interfaz, y fastidio, por un uso que no es percibido como natural. Pero habrá que ver hasta qué punto Windows Blue corrige esta situación.
Microsoft escuda este traspié detrás de las cifras de ventas de licencias de Windows 8. Pero éstas no son un indicador. También Vista vendió mucho en su momento. En ambos casos se debió a que fueron preinstalados en las computadoras, por lo tanto el comprador, sobre todo el individuo, no tiene otra opción. Lo cual no significa que esté feliz con lo que tiene entre manos. Recordemos cuánta gente pasó sus PC con Vista al viejo pero confiable XP.
Esto se da mientras sus socios de negocios, los fabricantes de PC, responsabilizan a Windows 8 por el frío en las ventas. Pero esta no es toda la verdad. Los fabricantes de PC hace rato con no encuentran la forma de innovar. Y está claro que este formato ya llegó a su techo aunque todavía no lo está cuál es su piso. No obstante, existe una diferencia y es que al menos Microsoft muestra signos de reacción. Mientras que los fabricantes de PC siguen profundizando el modelo.

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