Archivojulio 2013

Sacame la antena

Esta semana Google Maps introdujo una característica interesante a su funcionalidad Street View: usando esta capacidad en la Torre Eiffel se accede a una vista panorámica de París como si se estuviera allí arriba (aunque sin hacer las interminables colas). Un dato curioso a destacar: no se ve ninguna antena de celular en las terrazas (perdón, es deformación profesional). Si no se quieren meter en Google Maps, podrán verlo desde aquí.

La TV no es móvil

En los últimos años, y en base a distintas tecnologías, se intentó llevar la TV a los celulares. Se probó con las redes celulares convencionales, pero éstas no fueron pensadas para este tipo de servicio. Casi en simultáneo se desarrolló una red móvil dedicada íntegramente al broadcasting, MediaFlo, que duró apenas 4 años hasta que la “desenchufaron”. Ahora se intenta con la TDT, pero nada hace pensar que la cosa será distinta. La razón está en que por su formato, características técnicas y de uso, el celular no es el ámbito indicado para consumir video lineal,aquél donde es el emisor quien decide qué y cuándo emitir, no el usuario, lo opuesto al consumo bajo demanda. Esto surge del informe “La TV en tiempos de Internet – 2013”, recientemente publicado por Carrier y Asociados.
Independientemente de si se trata tanto de video lineal como bajo demanda, el uso del celular para consumir este tipo de contenidos sólo tiende a ser atractivo para los segmentos más jóvenes (nativos). Siempre al alcance de la mano, suelen hacer mayormente uso de esta posibilidad estando dentro del hogar y particularmente si se dispone de conexión WiFi. Su uso se circunscribe mayormente al consumo de contenidos cortos (videos tipo YouTube, clips) muchas veces vinculados desde redes sociales o plataformas de mensajería. Así el contenido se accede bajo demanda, vía streaming, dando lugar a un consumo espontáneo y puntual.
La TV lineal no se adapta al uso en movilidad. Y no sólo porque generalmente la duración de sus contenidos (típicamente de entre media y una hora) exceden lo aceptable desde este tipo de dispositivos. En movimiento no siempre se pueden manejar los tiempos. Si, por ejemplo, durante una emisión el usuario debe abordar un colectivo, la TV lineal no espera. Por otra parte, son pocos los contenidos que se desean consumir en vivo, como puede ser un evento deportivo. Y en estos casos, choca contra los límites físicos de la pantalla del dispositivo, poco apta para este tipo de material. A esto se suma que el video genera mucho consumo de batería, tanto por estar la pantalla funcionando a pleno como por el uso de las capacidades de transmisión (sea 3G, 4G, WiFi o TDT).
Con todos estos elementos en contra, surge entonces la pregunta de por qué se sigue insistiendo con llevar la TV a los celulares. La respuesta básicamente es porque se puede. Que es distinto a que se quiere. Algo brillantemente expresado en este video.

Vientos cambiantes

Todo cambia. También los modelos regulatorios, que pueden ser exitosos en un momento y dejar de serlo en otro. Esto puede verse claramente cuando se comparan los mercados de la telefonía móvil en los EE.UU. y Europa a lo largo de los años.
Hasta hace poco menos de una década atrás, Europa estaba a la vanguardia en materia de desarrollo de las comunicaciones móviles. Gracias a su estandarización bajo la tecnología GSM, no sólo se lograron economías de escala sino también interoperabilidad. Así fue que en el viejo continente despegó con toda la furia el servicio de SMS, mucho antes que en los EE.UU. También fue donde primero se adoptaron tecnologías 3G (aunque la subasta del correspondiente espectro terminó desangrando a varios operadores). Esta estandarización ayudó a que fueran fabricantes de ese origen quienes marcaran el ritmo: Nokia  (Finlandia), Ericsson (Suecia), Siemens (Alemania). Esta visión centralizada y con más intervención regulatoria en materia tecnológica le dio a Europa varios cuerpos de ventaja frente a los EE.UU., donde, fieles a su filosofía de laissez-faire, se propició la competencia de tecnologías. Por este motivo, todavía hoy en aquél país conviven distintas formas de comunicación móvil y sus evoluciones: CDMA, GSM, algo de WiMax y hasta hace muy poco también iDen. Por lo tanto, durante varios años los EE.UU. estuvieron detrás de Europa en cuanto al desarrollo de los servicios móviles.
Pero en los últimos años, esta relación comenzó a invertirse. El primer impulso fue el desarrollo de los smartphones, especialmente a partir del lanzamiento del iPhone en 2007, pero que luego se potenció con la popularización de Android como sistema operativo. Así, en pocos años, los EE.UU. se ubicaron a la vanguardia tecnológica en terminales. De lo grandes fabricantes europeos, hoy sólo subsiste Nokia, quien aún lucha por su futuro, aunque de la mano de una empresa estadounidense, Microsoft. El hecho de que los teléfonos se convirtieran en verdades computadoras de bolsillo trasladó naturalmente el centro de gravedad al Silicon Valley, sede de Apple y de Google.
Pero más interesante es observar lo que pasó con las empresas que prestan el servicio. Luego de un proceso de consolidación, donde diversos operadores regionales terminaron formando parte de actores nacionales, hoy 4 operadores móviles con red propia concentran el 96% de los abonados, compitiendo libremente en precios. Y cuando casi se convierten en 3 (por el intento de AT&T de adquirir T-Mobile) el regulador lo bloqueó, considerando que ya tanta consolidación sería perjudicial para la competencia.
Distinto es el caso de Europa, donde cada país tiene típicamente entre 3 y 4 operadores con red propia, pero a nivel continental pasan a ser decenas para una población total que es apenas un 56% mayor que en los EE.UU. Evidentemente, las escalas europeas hacen a sus operadores menos eficientes. Y esto no se debe a que no haya habido intentos de fusiones, sino que muchas veces los reguladores ponen trabas a las mismas. Adicionalmente, hay una fuerte tendencia, sobre todo a nivel europeo, no ya nacional, a fijar las tarifas, como ya viene sucediendo con el roaming, un ítem muy relevante habida cuenta de la movilidad intracontintental. El problema para los operadores es que se trata al europeo como un mercado único a nivel ingresos pero no a nivel costos. Por lo tanto, hay frenos a la baja de costos y presiones sobre los ingresos. Una combinación que puede ser letal. Así las cosas, hoy los operadores europeos reclaman que el foco de la regulación esté en facilitar inversiones (léase fusiones y adquisiciones) en lugar de que se le administren los precios.
Ante este panorama, es comprensible que las tecnologías 4G hayan despegado más lentamente en el viejo continente que en los EE.UU. Y otro dato interesante: empresas estadounidenses como AT&T buscan ahora expandirse a Europa, donde varios operadores se muestran permeables, no así los reguladores. Años atrás, eran las europeas las que salían a la conquista de nuevos mercados (como fue el caso de Telefónica cuando adquirió Bellsouth).
La moraleja de este racconto es que quizás no hay un modelo regulatorio que sea mejor que otro. Al menos no a lo largo del tiempo. Más allá de las posturas ideológicas que siempre marcan el norte, una industria como la tecnológica requiere de mentes flexibles en materia regulatoria, para poder adaptarse a entornos muy cambiantes que requieren de respuestas distintas según los momentos.

Para atrás

Las malas noticias siguen llegando para el mercado mundial de PC. Es que el Q2 de 2013 mostró nuevamente una caída de dos dígitos: -11,4% para IDC y -10,9% para Gartner. Pero más preocupante que la foto es la tendencia, ya que con éste van 5 trimestres consecutivos con crecimiento negativo.
Todo parece indicar que se trata de algo más que de un período excepcional para los fabricantes de PC. Sin dudas que las tablets mucho tienen que ver en esto, ya que por un lado compiten por el presupuesto a la hora de renovar una PC, y por el otro, comienzan a convertirse no ya en un complemento sino también en un sustituto de la PC. Con precios que arrancan en casi US$ 200 (o menos) frente a los US$ 400 de las PC más baratas, las tablets son muy atractivas para un segmento importante de la población que quiere informatizarse mayormente para consumir contenidos (medios online, videos, música) y socializar (Facebook, Twitter, mensajeros instantáneos, mail). De esta forma, principalmente en mercados emergentes, las tablets pueden lentamente convertirse en una alternativa a las PC.
Por supuesto, la industria de PC dejó de negar esta situación y busca adaptarse. Por algo Microsoft está apostando tanto a otros dispositivos (como celulares y consolas). O, como en el caso de Intel, que decidió darle a su división Atom (los procesadores para dispositivos móviles) la misma relevancia que a la de Core (los procesadores de PC). También está Lenovo, hoy el nº 1 en ventas de PC, buscando lentamente convertirse en un fabricante global de smartphones.
En Argentina el escenario comienza a reflejar lo que pasa en el mundo, aunque con algunos elementos distorsivos. Factores como el plan Conectar Igualdad o las restricciones a la importación y al giro de divisas, alteran el normal desenvolvimiento del mercado. Así se torna difícil una comparación año a año por lo cambiante del contexto. No obstante, la caída en ventas de PC en el 2012 respecto del 2011 fue del orden del 30%, al tiempo que el mercado de tablets creció un 114% en 2012. No obstante, por el momento un 98% de los usuarios de tablets también tiene una PC (como surge del informe “Acceso a Internet y tecnología residencial”) por lo que el proceso de sustitución recién comienza a darse pero sin dudas crecerá en los próximos años.
En el futuro próximo, esta distinción entre PC y tablets no será tan evidente, ya que como respuesta a esta situación, se estima que habrá una mayor oferta de equipos convertibles, que básicamente serán un híbrido entre notebook y tablet. Dispositivos más cercanos a una ultrabook aunque con la posibilidad de desacoplar el teclado. Aunque probablemente la brecha de precio frente a una tablet siga siendo significativa. Así, difícilmente el formato PC vuelva a lograr los niveles de antaño.

Linkeando

  • ¿Tu quoque Slim?: Siguen los rumores y especulaciones alrededor del futuro de la filial local de Nextel. A los ya mencionados Eurnekian y Arsat se suma ahora el mexicano Slim. Pero siendo éste dueño de Claro, la probabilidad de una operación que lo involucre parece remota. Aunque, quién sabe. [iEco]
  • Movida win-win: Desde hace un tiempo Telecom Italia quiere separar su negocio fijo del móvil en su país de origen. La movida podría finalmente concretarse si además, como pide el regulador, cedieran el control del negocio fijo para convertir a su infraestructura en una red de acceso para todos los operadores. [Bloomberg]
  • Oro en polvo: Esta semana se anunció la estandarización de LTE para la frecuencia de 450 MHz, atractiva para dar servicios en áreas rurales por su amplio alcance. Esto significaría revaluar el espectro en esta frecuencia disponible por algunas cooperativas en Argentina. [Telesintese]

Twits selectos

Ser más perro

Creativa campaña del operador móvil británico O2, apalancada sobre los videos de gatos en Internet, aunque incitando a ser “más perro”. Para entender la campaña, el orden es primero éste, luego éste y finalmente éste (en su versión súper sintética, porque el segundo de televisión es muy caro).
La campaña se complementa con un sitio que permite interactuar desde un smartphone. Una forma de demostrar las capacidades de control a distancia de los celuales.

¿Amigo o enemigo?

En los últimos años se produjo la llegada a Argentina de los servicios de video OTT, que permiten acceder a películas y series en forma legal a través de una conexión a Internet, en un modelo que independiza al contenido de la red. Entre éstos, sin dudas que el más popular, reconocido y emblemático es Netflix. Esto sucedió no sin inquietar a los actuales proveedores de servicios de TV paga (vía cable o satélite), ante la amenaza de que su adopción pudiera implicar una baja en sus abonados, que verían en los OTT una alternativa a sus servicios. No obstante, al menos por el momento, esto no está sucediendo, sino que los OTT están demostrando ser servicios complementarios de la TV paga. Esto surge del informe “La TV en tiempos de Internet – 2013 ”, recientemente publicado por Carrier y Asociados.
Los servicios de video OTT son vistos por la mayoría como un complemento de la TV paga. Esto se debe a que la propuesta de esta última es más abarcadora, incluyendo deportes, noticias y todo tipo de contenidos en vivo, así como una base de series y películas. Esto se comprueba cuantitativamente cuando se observa que la penetración de los servicios OTT es levemente superior en los hogares con conexión a Internet que además cuentan con servicios de TV paga que en aquellos que no lo hacen, tal como surge del informe “Usuario online – 2013”.

No obstante, no todo es complementación. Uno de los principales diferenciales de los servicios OTT es que aportan la posibilidad de consumir bajo demanda, por lo que sí compiten con los servicios adicionales de la TV paga que ofrecen esta funcionalidad. En este caso, la competencia se da por precio y amplitud del catálogo.
También es importante destacar que otro beneficio de los servicios OTT, ampliamente utilizado,es la posibilidad de compartir una misma cuenta entre personas que no habitan en el mismo hogar. Por esta razón, la cantidad de usuarios es notablemente más alta que aquella de abonados. Muchas veces los abonos se comparten.
Para la TV paga, quizás la mayor amenaza no sean los cord cutters, usuarios que abandonan la TV paga ya que satisfacen sus necesidades a través del consumo de material audiovisual accedido vía Internet, legal o ilegalmente. Ésta proviene más de aquellos que nunca pagaron por TV paga. El lento pero seguro recambio generacional en la demanda está dando lugar a un nuevo tipo de consumidor: aquél que nunca contrató servicios de TV (aunque sí lo hicieron sus padres) y que por lo tanto no es alguien que lo dé de baja o “corte el cable”. Este grupo está compuesto por nativos digitales que comienzan a vivir solos y toman decisiones de consumo distintas a las de sus padres. Se trata de veinteañeros que no planean contratar un servicio de TV paga porque siempre accedieron a todo lo que le interesa desde Internet. Inclusive, aunque con deficiencias, contenidos en vivo. El desafío para la TV paga será tener propuestas que se adapten a este tipo de consumidor, distinto del tradicional.

Trabajo a reglamento

Si hay algo que demostró en sus 3 meses la actual gestión a cargo de la Secretaría de Comunicaciones es un mucho mayor dinamismo que la anterior en sus 7 años a cargo. Esta semana se destacó por la publicación del “Reglamento de calidad de los servicios de telecomunicaciones”, a través de la resolución 5/2013.
La llegada de este reglamento es más que bienvenida. No se puede administrar lo que no se mide. Y el reglamento es bastante claro en cuanto a los parámetros que se utilizarán de aquí en más para medir la calidad. Si bien es difícil opinar si los parámetros utilizados son realistas (cosa que sólo pueden determinar los técnicos en telecomunicaciones) sabiendo que están basados en experiencias de otros países así como en las recomendaciones de organizaciones internacionales de telecomunicaciones, deberían serlo. Por lo tanto, el reglamento servirá para tener un parámetro cierto de la calidad de los servicios, tanto desde una perspectiva técnica como comercial. Ya no habrá lugar para los relativos “el servicio es bueno” o “el servicio anda mal”. Visto así, el reglamento significa un gran paso adelante y lo único que se puede criticar es que no hubiera llegado antes.
Conviene destacar que el reglamento afecta a todas las empresas de telecomunicaciones. Vale esta aclaración porque en los medios se asoció este anuncio con las empresas de telefonía celular, aunque en realidad involucra tanto a éstas como a telefónicas e ISP. Pero más allá del propio reglamento, resultó interesante observar el contexto en el que el mismo llega.
Frente a los problemas actuales con el servicio, particularmente en el caso de las móviles, es claro que hay dos posturas. La del Estado, acusando a las empresas de no invertir lo suficiente, y la de las empresas, que reclaman espectro adicional y una mayor facilidad para la instalación de antenas. Ambas no son incompatibles (inclusive están relacionadas) y deberían ser abordadas en simultáneo.
En relación a la postura del Estado, en la presentación del reglamento, el Secretario mencionó que el nivel de inversión de las empresas era bajo, situándolo alrededor del 8 al 10% de los ingresos. Esto motivó que Telecom, en una gacetilla de prensa en la que da la bienvenida al reglamento, aprovechara para desmentir esta afirmación aclarando que en los últimos 5 años su promedio de inversiones llegó al 17% de los ingresos. Para el 2012, los resultados de Telecom muestran inversiones por $ 3.257 millones sobre ventas de $ 22.117 millones, lo que equivale al 15%. Por el lado de Telefónica, también para el 2012, en sus resultados se indica que la inversión es de aproximadamente el 14% (€ 519 sobre ingresos de € 3.697). En el caso de Claro, la información de América Móvil disponible en la web no hace una apertura de ésta por país. Pero viendo las diferencias en las cifras, queda la duda de si el Estado está midiendo las inversiones de forma distinta o si se produjo algún error en su determinación. Por otra parte, en el anuncio, el Secretario mencionó que aproximadamente apenas un 37% de las celdas tienen tecnología 3G y afirmó que su objetivo es que esta relación suba al 50% en 6 meses. Sería muy bueno que así fuera.
En relación al espectro, desde el Estado está instalándose el mensaje de que para hablar de nuevas licitaciones de espectro para 4G, primero tiene que funcionar bien el 2 y 3G actual. En realidad, no debería haber una secuencia en la resolución de ambos temas sino que sería aconsejable que ambos se manejen en paralelo. Admitiendo que pudieran hacerse algunas mejoras en las redes actuales (con más inversión, con más antenas), el espectro disponible es a todas luces insuficiente para ser sostenible en el mediano plazo. Sin considerar las asignaciones realizadas en el último año, en Brasil y Europa los operadores disponen de un 100% más de espectro, Chile un 52% más y en EE.UU. un 221% más. Esto se ve agravado con el aumento del tráfico de datos, que se ubicó en valores porcentuales que van desde 2 a 3 dígitos según el operador, sólo en el último año. Queda claro que a este ritmo, y más allá de lo que se mejore la red 3G, ésta indefectiblemente quedará chica. Adicionalmente hay que tener en cuenta que la puesta en funcionamiento comercial de los servicios de 4G llevará un tiempo, considerando el llamado a licitación, la asignación y el despliegue de las redes. Por lo tanto, si se retrasa este inicio, más lejos estará en el tiempo su llegada que servirá sin dudas para descomprimir la situación actual.
También será necesaria una solución al tema de las antenas, las cuales muchas veces encuentran trabas a su instalación a nivel municipal. Evidentemente, será necesario un reglamento a nivel nacional que unifique los criterios y requisitos para su instalación. De esta forma, se simplificará el proceso al tiempo que requerirá de inversiones adicionales por parte de las empresas en este rubro.
En definitiva, el Estado y las empresas deben trabajar en conjunto para ir resolviendo en paralelo los temas de la agenda: inversiones, antenas y espectro. Tratar de hacerlo en forma secuencial sólo dilatará el tiempo en llegar a las soluciones. A nadie, ni al Estado, ni a las empresas, ni a los consumidores, le sirve un enfoque secuencial.

Linkeando

  • Vuelta atrás: Eso es lo que hizo esta semana Nokia al anunciar la compra de la participación de Siemens en NSN, el proveedor de infraestructura para telecomunicaciones. Se queda así con un negocio rentable y depurado, enfocado a redes móviles, que con los despliegues de 4G arrancando, será un negocio interesante en los próximos años. Y con las empresas chinas bloqueadas en EE.UU., abre posibilidades ciertas en ese mercado. La duda es si no es un primer paso para desprenderse del negocio de terminales, especialmente por la baja en el cash remanente luego de la operación. [Fierce Wireless]
  • Repensando el acceso a redes móviles: Conscientes del aumento de la demanda por ancho de banda móvil, Qualcomm delineó sus planes para aumentar su capacidad por mil. Mini celdas para conectarse puertas adentro, usar su experiencia en TV móvil para broadcasting (de video y updates de software) y conexión P2P son parte del menú. [Telecoms.com]
  • Foco en móvil: Intel deja en claro su apuesta al mercado móvil poniendo al negocio de los procesadores Atom (para móviles) en el mismo nivel que los Core (para PC). Confían en que sus capacidades de fabricación le darán una ventaja. Tampoco descarta fabricar chips para terceros. [Fierce Wireless]

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