Cirugía mayor

La noticia publicada el último fin de semana de que Nextel se iba del país, generó mucho revuelo y repercusión. Lo curioso fue que lo logró sin aportar información nueva concreta (sólo trascendidos de fuentes no identificadas luego desmentidas). Esto hizo que entre los sectores más informados se conjeturara respecto del objetivo de dar por hecho algo que, al menos por el momento, es pura especulación.
La posibilidad de una venta (entre otras opciones posibles) no es algo que no fuera público. Ya en febrero de este año, el holding NII (que opera bajo la marca Nextel en Latinoamérica) anunció que “continúa dando soporte a sus operaciones en Perú, Chile y Argentina, mientras que también explorando opciones estratégicas para esos mercados, tales como asociaciones, acuerdos de servicios y ventas de activos para maximizar el valor de esos negocios y generar liquidez adicional”. En otras palabras, seguimos operando, pero abiertos a nuevas oportunidades. De hecho, un par de meses después del anuncio, más precisamente en abril de este año, vendió su operación en Perú (a Entel Chile). En resumen, Nextel podría venderse total o parcialmente, asociarse o acordar con terceros. Pero hasta el momento, nada de esto sucedió.
La información daba cuenta de distintas dificultadas. Algunas comunes a varias empresas (como inflación y la imposibilidad de girar divisas al exterior) más otras propias de la empresa. Particularmente, el hecho de no haber podido hacerse con parte del espectro devuelto por Movistar y que fuera asignado a Arsat/Libre.ar hace exactamente un año atrás (5 de septiembre de 2012). Para Nextel esta decisión del gobierno fue prácticamente un tiro de gracia a sus aspiraciones de convertirse en un operador celular, lo que le permitiría tener un horizonte tecnológico. Nextel utiliza tecnología iDEN, la cual no tiene desarrollos significativos, especialmente luego de que Nextel de los EE.UU. fuera vendida a Sprint quien decidiera dar de baja esta tecnología para reutilizar ese espectro para dar servicios LTE. De hecho, por el momento Nextel tiene un acuerdo con Motorola Solutions para que le provea tecnología para sus redes hasta el 2014. Un acuerdo similar alcanzó con Motorola Mobility, en este caso para la provisión de terminales.
Las versiones de venta total de la empresa o de alguno de sus activos no pueden analizarse sin tener en cuenta este escenario estratégico/tecnológico. Así, quien quisiera invertir en Nextel Argentina debería tener la certeza por parte del gobierno de que podrá contar con espectro en 3G y 4G. Por eso se especula con que, más allá de que el comprador fuese algún empresario local (desde hace unos meses, los nombres que se mantienen son el de Eurnekian y Román), también sería parte del trío amoroso Arsat, la cual es la única empresa que tiene espectro para 3G sin uso y que podría también asegurarse una porción (o todo) del espectro necesario para 4G. Para una empresa con espectro pero sin red, el acceso a la infraestructura de Nextel (con backbone, backhaul y sitios para antenas) podría ser una forma de acelerar el lanzamiento comercial de Libre.ar (la marca de telefonía móvil de Arsat). Esto también podría lograrse sin vender Nextel, asociándose o vía acuerdo de servicio (ambos modelos previstos por NII oportunamente).
Sin la posiblidad de espectro adicional en el cual utilizar nuevas tecnologías, el panorama aparece más complicado. Es cierto que Nextel tiene algunos activos valiosos. Tiene 1,8 M de clientes, con el ARPU (ingreso promedio por línea) más alto de la industria. En 2012 fueron $ 142 mensuales, frente a un promedio de la industria móvil de $ 61, tal como surge del informe “Mercado celular argentino” publicado por Carrier y Asociados.

Por otra parte, al no tener inversiones en nuevas tecnologías, la operación local es la que más margen tiene. Esto, combinado con su alto ARPU, convierte a Nextel en una máquina de generar caja. Y por supuesto, su tendido de red y sitios para antenas le dan un potencial interesante para un despliegue rápido de tecnologías 3 y 4G para quien aún no disponga de estos activos. También podría especularse con que su frecuencia puede ser utilizada para LTE, tal como lo está haciendo Sprint en los EE.UU. Pero en aquél país, antes de hacer la migración, la red iDEN fue apagada y sería un poco más complejo hacer convivir simultáneamente a las dos durante lo que dure la transición.
La otra opción, menos probable por los riesgos asociados, es que algún interesado obtenga un precio de remate que le permita hacer la plancha hasta el 2015, especulando con un posible cambio de gobierno que implique un giro importante en la política de telecomunicaciones. No obstante, este escenario parece poco probable. Sería extraño que Nextel vendiera sus operaciones en Argentina a precio de liquidación siendo que tiene entre manos un negocio rentable y una red con algún potencial. Es cierto que no puede girar divisas al exterior, pero tampoco las demanda a su casa matriz, por lo que podría ser la propia empresa quien decida hacer la plancha a la espera de mejores vientos. Y para cualquier otro inversor (probablemente local), sería una inversión muy importante si no tiene asegurado un negocio más allá de lo que la tecnología iDEN pueda ofrecer.
Así, la noticia tuvo cierto tufillo a operación mediática. Aunque serían varios y distintos los beneficiados por una información que por el momento no parece poder confirmarse.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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