No es ningún secreto que desde hace años Sony no pasa por su mejor momento, como un barco que no termina de enderezarse. Esto llevó a que en la segunda mitad del 2014 tuviera que hacer fuertes recortes de puestos laborales y pérdidas multimillonarias de su unidad móvil. Consecuentemente, esta semana anunció que planea limitar sus inversiones de capital, priorizar la minimización de riesgos y apuntalar sus divisiones rentables. Dentro de los posibles caminos de acción, su CEO no descartó la venta de sus unidades de celulares y de TV. Independientemente de que esto se concrete, se espera una mirada más estratégica en relación a las geografías y productos para reducir pérdidas en mercados volátiles y/o con amenazas competitivas.
Si bien las posibles acciones pueden sonar extremas, en los últimos tiempos a Sony no le tembló el pulso para tomar medidas drásticas, como cuando vendió su negocio de PC (la famosa marca Vaio) un año atrás. Y con estimaciones de que la unidad de celulares perdería en este año fiscal por encima de los US$ 1,6 millardos, todo es posible.
Por lo pronto habrá que ver cómo repercute esto en Argentina. Sony el año pasado sólo llegó al 3% de participación en el mercado de celulares, con un contexto macroeconómico complejo que con restricciones de divisas produjo una caída del 12% en unidades, esperándose una caída aún mayor para el 2015. No parece ser el tipo de mercado en el que Sony quiera permanecer…