¿Quiere agrandar su combo?

Cuando surgieron las primeras phablets (celulares con tamaños de pantalla superiores a las 5”), muchos se reían de la imagen resultante de llevar un equipo de esas dimensiones al oído. Pero claro, no se trataba simplemente de un teléfono sino de una computadora de mano, con lo cual de a poco la percepción fue cambiando y algunos le prestaron más atención al formato. Sin embargo, algunas particularidades de su uso hacen que, aunque mantengan su atractivo, las phablets no estén en la lista de deseos de la mayoría. Esto surge del informe “Usuario de datos móviles 2014” , realizado por Carrier y Asociados.
Si bien son pocos usuarios quienes reconocen el término “phablet”, sí tienen identificada a esta categoría de equipos, vistos como un híbrido entre un celular y una tablet. No obstante, no son percibidas mayormente como un reemplazo del celular, ya que su tamaño resulta incómodo para llevar en la ropa. Así, las phablets se posicionan como un sustituto de estas últimas, aunque con el agregado de conectividad celular.
A pesar de esto, se le reconocen ciertas ventajas. Su mayor tamaño de pantalla la hace más cómoda para leer y operar, al tiempo que ofrece más información en pantalla. Por esto, las phablets atraen a los inmigrantes, particularmente cuando comienzan a sentir los efectos de la presbicia. Por otra parte, su tamaño le confiere un mejor desempeño para el consumo de contenidos audiovisuales, permitiendo disfrutar de ver videos en calidad HD. Adicionalmente su tamaño las hace más aptas para trabajar.
Sin embargo, también se le reconocen desventajas asociadas a sus dimensiones. Esto las hace incómodas, sobre todo considerando que un celular es un dispositivo de portación constante, dentro y fuera del hogar. Las phablets superan el límite del tamaño para que quepa en un bolsillo. También atenta contra su adopción el requerir del uso de las dos manos para su operación, lo cual es inconveniente en situaciones de movilidad. Adicionalmente, este mayor tamaño las vuelve desproporcionadas, generando una incompatibilidad estética. A todo esto se suma que son equipos percibidos como más “robables”: no pasan desapercibidos y son más fáciles de arrebatar, por lo que no atraen a quienes los quieren usar en la vía pública.
Así, las phablets se posicionan como un producto para segmentos específicos de usuarios y no como la evolución natural del smartphone. Por lo pronto, en el 2014 los equipos con pantallas de tamaños superiores a las 5” representaron el 10% del mercado local de smartphones, según surge del informe “Mercado argentino de terminales móviles”.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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