A quién le importa

La conformación del directorio de AFTIC (Autoridad Federal de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), la nueva autoridad regulatoria en materia de telecomunicaciones, sigue avanzando, aunque esto no significa que lo haga sin tropiezos. Es que el perfil de los designados ha sufrido una degradación marcada.
La ley Argentina Digital, promulgada a fines del 2014, creó la AFTIC y determinó la composición de su directorio. El PEN (Poder Ejecutivo Nacional) designa al presidente y un director. Estos fueron el ahora ex Secretario de Comunicaciones, Norberto Berner, y el ex Subinterventor de la CNC, Nicolás Karavaski. Se trata de dos personas que aseguran la continuidad de las políticas de los últimos 2 años. Berner ingresó al mundo de las telecomunicaciones al ser designado miembro del directorio de Telecom Argentina en representación del Estado Nacional, antes de ser nombrado Secretario de Comunicaciones en 2013. En el caso de Karavaski, si bien no es fácil encontrar su CV online, viene de dos años como el interventor de facto de la CNC.
Lo más interesante vino por el lado de las designaciones de los tres directores propuestos por la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual, las Tecnologías de las Telecomunicaciones y la Digitalización (nombre largo). Son uno por la mayoría o primera minoría, otro por la segunda minoría y finalmente uno por la tercera minoría parlamentaria.

El primer director designado fue Federico Bekerman, un economista con conocimientos en materia de competencia. Luego vino el nombramiento del segundo director, en representación de la segunda minoría, el Partido Radical. Fue el diputado nacional de este partido, Miguel Giubergia, un hombre con una extensa trayectoria política pero nula experiencia previa en temas afines a la AFTIC. Pero el colmo fue el candidato propuesto por la tercera minoría, a la sazón el Peronismo Federal/Peronismo Renovador (aunque ese lugar también fue reclamado por Amplio /UNEN y el PRO). Se trata de José Asad Peluc, un diputado provincial de San Juan sin formación profesional y ninguna experiencia previa en la materia. De hecho, sus antecedentes curriculares dejan bastante que desear.

La situación a la que ha llegado la composición actual del directorio de la AFTIC deja al descubierto dos puntos preocupantes: el procedimiento de su conformación y el desdén político.
Evidentemente, si candidatos con estos antecedentes son propuestos es porque no hay un procedimiento claro, eficaz y transparente para su elección. Resulta evidente que no hay requisitos de idoneidad y tampoco estuvo muy claro el criterio para determinar cuál es la 3° minoría, de allí las disputas entre FAP/UNEN, el PRO y la Alianza Peronismo Federal/Frente Renovador.
Pero, por grave que es esto, peor aún es el mensaje político. El oficialismo, como hubiera hecho cualquier fuerza política, ocupó rápidamente los puestos disponibles con quien considera son sus mejores intérpretes. Pero la oposición, tanto el Radicalismo (que tuvo un precandidato a Presidente, Sanz) como el Peronismo Federal/Frente Renovador (que tiene un candidato a Presidente, Massa) en vez de ocupar esos cargos disponibles con gente idónea (que la tienen), prefirieron tomar el asunto como un nuevo cargo burocrático a repartir. Ninguna de las dos fuerzas dio muestra de interés en un sector que es sin dudas clave en el desarrollo social y económico del país. A esta altura del siglo XXI resulta patético y desesperanzador.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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