A pocos meses del estreno de la nueva película de Star Wars, ya se empiezan a lanzar sus juguetes, muchos ajustados a las demandas del siglo XXI. Aunque el mejor ejemplo podría ser el drone del Millennium Falcon, el simpático androide BB-8 es el ganador. Controlado vía smartphone, el pequeño sucesor de R2D2 puede patrullar superficies, emitir sonidos y hasta reproducir los clásicos hologramas de la película en la pantalla del celular. Falta demasiado para Navidad…