Nueva oportunidad

La operación Cablevisión-Nextel cobra particular relevancia cuando el gobierno acaba de anular la asignación de espectro 3 y 4G realizada oportunamente a Arlink. Con ese espectro sin uso es necesario plantearse cuáles podrían ser las formas de aprovecharlo.
Lo que demostró la última licitación es que son muy pocos los interesados en ocupar el rol de 4° operador. Nextel y Cablevisión, cada uno por su lado, compraron los pliegos pero desistieron de participar, entre otras razones, por las condiciones establecidas. Por su parte, el ganador (Arlink) no pudo afrontar siquiera el gasto en el espectro, con lo cual mucho menos hubiera podido hacerlo con el capital necesario para desplegar la red.
Hoy, apenas si podría pensarse en dos interesados. Uno sería claramente el tándem Cablevisión-Nextel. El otro podría ser, quizá, AT&T-DirecTV. Pero aún no está claro si AT&T quiere avanzar con servicios móviles en Latinoamérica. Sí lo hizo en México, pero vía adquisiciones de operaciones existentes y no desplegando red desde cero. Lo que tienen en común Cablevisión y AT&T es que ambos tienen otro negocio que se potenciaría con servicios móviles. Pero en Argentina, Cablevisión le saca ventaja claramente a AT&T ya que la primera cuenta con una extendida red fija de la cual la segunda carece.
No obstante, para Cablevisión la adquisición de Nextel no alcanza y necesita espectro para 3 y 4G para completar su oferta. Y el mayor aporte de Nextel no es su base de clientes ni su negocio (todavía rentable per se), mucho menos su tecnología, en franca retirada. Ni siquiera su frecuencia asignada, que si bien puede técnicamente ser utilizada para dar servicios 4G, no sería eficiente ni en términos tecnológicos ni económicos. Lo que es realmente relevante son sus 1.000 sitios de antenas. Todos aquellos que operan en forma inalámbrica, tanto móvil como fija, saben que la instalación de antenas es un tema que no se resuelve únicamente con dinero. Deben enfrentar también trabas burocráticas y resistencia de la población. Por lo tanto, contar con 1.000 sitios ya habilitados es un activo valiosísimo.
Resulta evidente entonces que, de aprobarse la compra de Nextel, Cablevisión queda posicionada como el candidato natural para convertirse en el 4° operador. No obstante, por las condiciones de mercado, con 3 operadores con aproximadamente 20 millones de líneas en servicio cada uno y participaciones de mercado equivalente, Cablevisión no apunta a competir mano a mano con los otros operadores móviles. Lo que busca es completar su oferta de conectividad y contenidos a través de redes fijas con productos móviles y de paso apuntalar la retención de clientes en un mercado que se pondrá más competitivo en el mediano plazo por el ingreso de las telcos al negocio audiovisual.
En este escenario, surge una oportunidad interesante para analizar que es la posibilidad de armar una suerte de unión de empresas con cables locales o regionales así como con cooperativas y PyMEs de forma tal que éstas instalen localmente antenas y poder dar también servicios móviles que complementen su oferta.
Más allá de las especulaciones, lo concreto es que las condiciones para otorgar espectro para un 4° operador deberán ser distintas a las de la última licitación, que en este aspecto fracasó claramente. Y al margen de la operación Cablevisión-Nextel, quienes lleven adelante el diseño del mecanismo para otorgar el espectro deberán demostrar creatividad no sólo para favorecer el surgimiento de un 4° operador que sea viable. También aprovechar la oportunidad para permitir que un negocio naturalmente concentrado por el uso de un recurso escaso (como es el espectro) pueda dar lugar para que los cientos de empresas de telecomunicaciones del país (entre cableras, PyMEs y cooperativas) puedan tener una oferta fija y móvil.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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