A dos velocidades

Esta semana se llevó a cabo el Mobile World Congress (MWC), el evento anual que convoca no sólo a la industria móvil sino también a todas aquellas afectadas por estas tecnologías. No hubo grandes novedades sino más bien avances en tecnologías ya conocidas: 5G, inteligencia artificial, big data, reconocimiento de voz, Internet de las cosas (IoT), robots, entre otras cosas.
A nivel de la infraestructura, se notan dos velocidades. Por un lado, la de los proveedores de tecnología (Huawei, Nokia, Ericsson), empujando fuertemente 5G por más que aún falten unos años para su estandarización. Por el otro, los operadores avanzan con más cautela. Es natural. No sólo tiene con LTE y su evolución un camino por recorrer (como opciones para IoT que ofrecen bajo consumo energético y adaptable a menores demandas de ancho de banda). También son conscientes de que una red 5G exigirá una mayor densidad de antenas, la cual deberá estar conectada a una infraestructura de cable de fibra óptica para dar respuesta a los mayores anchos de banda que esta tecnología permite (hasta 10 Gbps). Y la gran pregunta es cuál será el modelo de negocio que permita el recupero de la enorme inversión por delante. Hoy, están más preocupados por los frenos a la consolidación, el peso económico de las decisiones gubernamentales (costo de espectro, impuestos, tasas) y las necesidades de compartir infraestructura. Estos puntos fueron mencionados por el chairman de la GSMA (organización que agrupa a todos los operadores del mundo) en su keynote inaugural, donde también lanzó una bomba: prometió que en su gestión acabará con el roaming internacional. Anuncio que arrancó aplausos entre el público pero que no causó tanta gracia entre los operadores.
Por el lado de los terminales, se hace evidente que los tiempos de grandes innovaciones quedaron atrás. La mayoría de las mejoras se vieron por el lado de las cámaras, algo que está bien pero no le quita el sueño a la mayoría de los usuarios. Tal es así que la atención mediática se la llevó la nostalgia: Nokia presentando una versión actualizada de un terminal de la época donde el SMS era el rey y BlackBerry con un equipo que agrega su clásico teclado físico. Por otra parte, esta falta de innovación es la que permitió que marcas chinas desconocidas fuera de aquél país mostraran equipos que poco tienen que envidiar a los de las marcas que lideran el mercado pero que son más baratos, cerrando la brecha existente. Se vienen tiempos de alta competencia.
Los avances en IoT se mantienen a la orden del día, con la aparición de más objetos con conectividad directa a la red, lo que representa un paso adelante respecto de la primera generación, marcada por productos que se conectaban vía Wifi o Bluetooth a un router fijo o un smartphone. Algo que resulta más atractivo para los operadores, aunque deberán plantear tarifas no ya en términos de dispositivos conectados sino quizás de clientes u otro criterio. Dentro de este rubro, se vieron los primeros prototipos de objetos que se conectan con la tecnología NB-IoT (narrow band IoT o IoT de banda angosta), la cual permite conectar objetos situados en lugares poco accesibles o transitados, con sensores que no precisan transmitir información constantemente, sino que le basta con enviar un simple impulso cada hora, día o semana (como medidores de agua, luz, gas). Para ello, hace hincapié en el bajo consumo energético, lo que permite que las baterías duren literalmente años. Se trata de casos donde lo relevante no es la movilidad sino la conexión inalámbrica, lo cual abre un amplio espectro de nuevos dispositivos a conectar para los operadores.
Como ya sucedió en ediciones anteriores, abundaron los autos conectados, aunque también se vieron algunos de conducción autónoma. Básicamente, robots sobre ruedas. Todavía es experimental, pero, así como entusiasmará a aquellos que sufren tener que majear, también debería ser un dato que preocupe a gremios como camioneros o taxistas. No se quedarán sin trabajo en lo inmediato, pero se trata de profesiones condenadas a desaparecer en un futuro lejano, pero no tanto.
De los operadores existentes en Argentina, sólo Telefónica estuvo presente con varios anuncios. Quizás el más destacable fue el que la empresa denomina la 4ª plataforma, siendo la 1ª la infraestructura física de red, la 2ª los sistemas de IT y la 3ª los productos y servicios que ofrece a sus clientes. Bajo el nombre Aura, esta plataforma no es otra cosa que la armonización de los datos de sus clientes (productos contratados, contenidos consumidos, lugares donde han estado, sitios que han visitado, etc.) para convertirlos en información relevante y operable por el usuario. Ésta podrá interactuar con la empresa vía una aplicación de reconocimiento de voz al estilo Siri, (habilitar o cancelar equipos de una red wifi, recibir recomendaciones de películas, hacer gestiones administrativas) al tiempo que podrá elegir qué hacer con sus datos (por ejemplo, compartirlos o no, borrarlos en caso de abandonar la compañía, etc.). Algo simple de decir, pero complejo de lograr, que permitirá grandes avances en la relación del cliente con la empresa y sus diferentes productos. Aura estaría llegando a Argentina durante el 2017.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

Your sidebar area is currently empty. Hurry up and add some widgets.