Ne me quitte pas

Las redes sociales se usan para vincularse con otras personas, conocidas o no en el mundo offline. No obstante, la multiplicidad de éstas, así como las características distintivas de cada una, hacen que muchas veces los usuarios terminen abandonándolas, ya sea dándose de baja cerrando la cuenta o, como sucede mayormente, simplemente dejándolas de usar, sin molestarse en cerrar la cuenta. Así es como muchas veces se pueden ver usuarios que siguen vigentes pero cuya última actualización se produjo meses, sino años, atrás. De hecho, un 48% de los usuarios de Internet abandonaron al menos una red social de la cual participaron.
A pesar de todas las críticas que recibe, quizás por ser por lejos la más popular con más de 23 millones de usuarios en Argentina, Facebook es la que registra la tasa de abandono más baja. De los usuarios de Internet relevados, sólo un 3% de los que la usaron en algún momento dejaron de hacerlo definitivamente. En esto juega no sólo su gran popularidad (que la hace útil para contactar gente) sino también que sirve como identificación para muchos sitios y aplicaciones en Internet. En este sentido, cumple un rol de proveer identidad digital, tal como sucede con el mail.

En el otro extremo se encuentran LinkedIn y Snapchat. En el caso de LinkedIn (39% la abandonó) es habitual encontrar personas que abrieron un perfil cuando buscaban trabajo y que luego, al encontrarlo, lo dejan abandonado. A esto se suma que es frecuente que quienes sin importar si trabajan en relación de dependencia o en forma independiente se hagan la pregunta: “¿para qué sirve?”. Evidentemente, LinkedIn tiene un problema de evangelización.
Distinto es el caso de Snapchat (38%), que logró una fuerte visibilidad el año pasado cuando el actual Presidente ingresó a esta red e hizo que muchas personas que no eran parte de su público natural también se registraran. La secuencia solía ser: 1. A ver qué es esto de Snapchat, 2. No entiendo nada, 3. Esto es para adolescentes, 4. Abandono… Lo notable de Snapchat es que así como creció muy rápido, también rápidamente fue abandona.
En un segundo escalón se encuentran Twitter y Pinterest. El caso de Twitter no escapa a lo que le ocurre globalmente. Tiene una curva de aprendizaje empinada, lo que hace que muchos desistan de usar esta red antes de haberla entendido. Además, salvo que el usuario restrinja sus publicaciones a sus seguidores (que “tenga candado”), éstas están accesibles para cualquiera, por lo que no hace falta participar activamente de la red para acceder a lo que allí se publica. A esto se suma que los medios se encargan de hacer públicos los tuits de los famosos (y no tanto), cuando estos dan lugar a polémicas o simples noticias (como también sucede con Instagram).
Con Pinterest (28%) sucedió que, si bien es una plataforma interesante para publicación de contenido visual, sus beneficios no son tan percibidos o valorados. Así, se circunscribe a un público acotado, donde prevalecen las mujeres adultas.
Finalmente, Instagram no sólo perdió pocos usuarios (16%), sino que creció significativamente, a punto tal de ser la segunda red en popularidad en Argentina, detrás de Facebook.
En definitiva, Facebook es el dueño de las dos redes más populares y las que menos usuarios perdieron, a lo que podría sumársele Whatsapp. Evidentemente, algo entienden de todo esto.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

Your sidebar area is currently empty. Hurry up and add some widgets.