A pesar del acuerdo alcanzado con el gobierno para adelantar el despliegue de 4G, resultó interesante observar que Telefónica hizo circular su posición en materia regulatoria. La empresa expresó que, más allá de este acuerdo, se mantiene firme en sus reclamos hacia el mismo. Fuentes de la empresa manifestaron que “las últimas decisiones del Gobierno no han propiciado las condiciones necesarias para lograr una competencia genuina en el sector. El hecho de que encontremos acuerdos como industria y en conjunto con el Gobierno, no implica que Telefónica Movistar haya desistido de todos los reclamos que viene realizando ante las autoridades competentes.”
La empresa centra sus críticas a la política del gobierno en relación con el trato recibido por Telecom-Cablevisión. Pero, a diferencia del pasado, deja bien en claro que el blanco de sus críticas es el gobierno por las condiciones de competencia establecidas y no la empresa recientemente fusionada. Como en un partido de fútbol, las críticas son hacia el árbitro y lo que permite y no hacia el accionar del rival que capitaliza la situación.
Por otra parte, las fuentes de Telefónica ya no mencionan organismos internacionales como posibles ámbitos para la resolución de sus diferencias con la política del gobierno sino a la Secretaría de Comercio (que aprobó la fusión) y el Ministerio de Producción (de quién depende la Secretaría). Y afirma que se están preparando para llevar el caso ante la Justicia, a través de la Cámara Federal Civil y Comercial. La batalla continúa, aunque mientras haya que seguir avanzando.