La semana pasada, el gobierno anunció que el 18 de octubre (ayer) vencía el plazo para registrar las líneas prepagas que aún no estuvieran nominadas o asociadas a una persona física. Llegada la fecha, el Enacom anunció que extendió el plazo hasta el 31 de octubre debido, según el ente, a la gran cantidad de registros que se produjeron en la última semana.
Según las cifras que surgen de los balances de los tres operadores móviles (Claro, Personal y Movistar), la cantidad total de líneas prepagas es de aproximadamente 44 M. De éstas, según el Enacom, unos 17 M no estaban registradas al momento del anuncio.
Por supuesto, una semana de tiempo es muy poco para registrar 17,4 M de líneas prepagas. De hecho, alrededor de 1,4 M (200 mil por día) de líneas se pusieron en regla en la última semana. A este ritmo, y teniendo en cuenta que la mayoría de las líneas prepagas consideradas seguirán en este estado, se puede estimar que para cuando termine este transición, se habrá llegado a aproximadamente el doble de esa cifra en nuevas líneas registradas.
De este modo, cuando se hayan registrado todas las líneas en condiciones de estarlo, el mercado argentino habrá pasado de unas 61 M de líneas totales a alrededor de 46 M. Una cifra mucho más razonable que la anterior.
Si la campaña para registrar los prepagos fue acertada o no en cuanto a su intensidad en los últimos dos años, se lo puede ver desde perspectivas diferentes. Lo ¿ideal? hubiera sido una campaña de difusión larga, continua y sostenida para no llegar a una fecha límite con muchas líneas sin registrar. Pero también hay que tener en cuenta la naturaleza humana (que en el caso de los argentinos es bastante natural) de dejar las cosas para último momento. Así, quizás sea más efectiva y barata una campaña corta pero intensa, con la “amenaza” de bloquear la línea en una semana, aun sabiendo desde el principio que la fecha inicial establecida no iba a ser la definitiva sino que habría que recurrir a al menos una postergación del plazo.