Polarización tecnológica

Si bien son múltiples las tecnologías de acceso a Internet en el país, por el momento sólo dos aparecen con capacidades capaces de satisfacer las crecientes demandas por ancho de banda. Esto se observa en los productos disponibles, donde los basados en fibra óptica y cablemódem ofrecen capacidades superiores a los 20 Mbps en el 74% y 71% de los casos respectivamente. Esto surge del informe “Oferta de Internet fija en Argentina – 2019” realizado por Carrier y Asociados.

Adicionalmente, la fibra óptica y el cablemódem son las únicas tecnologías que disponen de productos de accesos con anchos de banda superiores a los 100 Mbps. Esta característica se encuentra en el 33% de los productos de fibra óptica ofrecidos y en el 26% de aquellos que utilizan las redes de TV por cable.

No obstante, a estas dos tecnologías podría sumarse en breve el 5G, utilizando la banda de 3.5 GHz que diversos operadores tienen asignada desde hace muchos años para el acceso fijo inalámbrico (FWA por su sigla en inglés para Fixed Wireless Access) que en su momento utilizaron tecnología WiMax. Claro que esto implicará una migración tecnológica aunque ninguna intervención del regulador. Hay que tener en cuenta que muchos de los recientes lanzamientos de servicios 5G comerciales alrededor del mundo estuvieron enfocados al FWA (como es el caso de Uruguay), lo que permite desplegar rápidamente servicios de acceso de gran ancho de banda sin el costo de la acometida (la llegada del cable físico hasta el domicilio del cliente).

Por supuesto, esto no implica que el resto de las tecnologías no tengan todavía un rol relevante en determinados contextos. En las zonas rurales y también en las suburbanas periféricas (ambas de baja densidad poblacional), las tecnologías inalámbricas terrestres tradicionales, ya sea con espectro licenciado o no licenciado, cumplen el rol de complementar a las redes cableadas. Aproximadamente medio millón de hogares se encuentran en áreas no atendidas o subatendidas por las redes cableadas en Argentina.

También hay que tener en cuenta el rol que puede jugar la tecnología satelital. Si bien en la mayoría de los casos con capacidades del orden de unos pocos Mbps, puede mejorar sustancialmente en el mediano plazo. Pero hoy Argentina está retrasada en materia satelital debido a políticas de cielos cerrados en el pasado. Las mismas llevaron a que los nuevos satélites con tecnología HTS (High Throughput Satellite), que permiten accesos con capacidades del orden de las decenas de Mbps, apuntaran a otros países de la región donde sí podían operar. Si bien esto podrá solucionarse en el futuro, la oferta satelital HTS disponible hoy apenas puede atender unos miles de clientes.

A pesar de su gran popularidad, y tal como se observa en el gráfico a continuación, la que ciertamente es una tecnología en retracción es la de ADSL, característica de las empresas con redes de telefonía basadas en cobre. Los grandes operadores ya se encuentran en el proceso de sustitución por fibra óptica en la mayoría de los casos, o por cablemódem, en el caso de Telecom cuando su red basada en el par telefónico se superpone con la de cable coaxil de su servicio de TV por cable. No obstante, es tal su penetración actual que la tecnología ADSL seguirá dando servicio por unos cuantos años más.

En definitiva, lo que ya comienza a percibirse es una lucha por la supremacía en cuanto a capacidad entre la fibra óptica, generalmente instalada por empresas con orígenes en la telefonía, y el cablemódem, producto de las empresas con orígenes en la TV paga. A pesar de la convergencia, las raíces de cada actor siguen a la vista.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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