Nacieron para ser permitir el visionado vía PC. Luego se sumaron los reproductores multimedia (como Roku, Apple TV, Chromecast). Pero no fue hasta la popularización de los Smart TV (y sus apps) que los servicios OTT terminaron de masificarse, ofreciendo la conveniencia del consumo online combinado con la calidad de una gran pantalla y un manejo similar al de la TV. Así, hoy el Smart TV es el dispositivo más utilizado para acceder a contenido audiovisual vía Internet, siendo elegido por el 71% de quienes consumen servicios OTT en Argentina. A poca distancia lo sigue el smartphone, con el 64%, aunque con diferencia en las situaciones de uso y perfil de usuarios. Esto surge del informe “Internet y consumo audiovisual” realizado por Carrier y Asociados.
Mientras que la elección del Smart TV baja con el nivel socioeconómico, el smartphone tiene una adopción pareja en todos los niveles. Visto generacionalmente, el Smart TV es el dispositivo favorito para todos los grupos, salvo los centennials, el único grupo etario que privilegia el consumo en el smartphone (77%) por sobre el Smart TV (68%). Reproductores multimedia conectados a televisores y tablets se encuentran bastante más atrás.
Los dispositivos juegan un papel no menor en la transformación del consumo audiovisual. Sin dudas que la popularidad de las Smart TV colaboró para impulsar la adopción de servicios OTT. La inclusión de las app de Netflix y YouTube (las plataformas OTT más populares actualmente) en la mayoría de éstos simplificó su consumo, permitiendo su visionado en la comodidad de una pantalla de gran tamaño, algo que anteriormente quedaba reservado a aquellos usuarios con conocimientos técnicos como para conectar una PC a un televisor o quienes disponían de un reproductor multimedia, como el Apple TV o Chromecast. De allí la relevancia de contar con apps nativas para Smart TV, que simplificaron el acceso a contenidos, expandiendo su base de usuarios potenciales.
Por su parte, el smartphone también es popular para el consumo audiovisual, tanto por su movilidad como su disponibilidad permanente, lo que lo convierte en la elección de los centennials y también, aunque en menor medida, de los millennials.
En definitiva, lo que surge de estas cifras es que toda propuesta audiovisual seria debe contemplar el desarrollo de apps para estos dos dispositivos: Smart TV y smartphone. Obviar alguno es recortar potencial.