Es indudable el avance de la adopción de las plataformas OTT como fuente para el consumo audiovisual. A tal punto que los OTT ya son la principal opción para el 32% los usuarios de Internet, detrás de la TV tradicional, elegida por el 37%. Esto surge del informe “Internet y consumo audiovisual” realizado por Carrier y Asociados.
Algunas aclaraciones. Por TV tradicional se entiende a la TV paga (cable o satélite), la TDA y la TV analógica. OTT incluye a servicios como Netflix (emblemático), Movistar Play, Qubit y otros. En streaming gratuito se consideran tanto opciones de legalidad cuestionada, como Roja Directa, así como los sitios oficiales de canales de TV. La TVE (por TV Everywhere) corresponde al acceso a streaming de canales de TV a través de una cuenta provista por el proveedor de TV paga, caso Cablevisión Flow, Telecentro Play o DirecTV Play. Por otra parte, es importante destacar que aquí se menciona la principal plataforma, lo que no implica que adicionalmente otras sean consumidas por un mismo individuo, aunque con menor intensidad.
En lo que sin dudas es un adelanto de los cambios más profundos en el negocio audiovisual, este orden se invierte en algunos segmentos. En el caso de los centennials, las plataformas principales son, en este orden, OTT, YouTube y luego la TV tradicional. En los millennials se da un empate técnico entre OTT y TV tradicional, con YouTube muy cerca de ambas. Luego, a medida en que sube la edad de las personas, la TV tradicional comienza a despegarse y dominar el panorama.
Adicionalmente, los OTT son más elegidos entre mujeres, en el AMBA y, sin mucha sorpresa, entre quienes no disponen de servicios de TV paga en su hogar. Visto por tamaño de localidad, así como en los grandes centros urbanos la relación entre TV tradicional y OTT es pareja, en la medida en que menor es el tamaño, mayor es la relevancia de la TV tradicional. Aquí, además de los hábitos de los espectadores, puede influir también la capacidad técnica de las redes de acceso a Internet.
De todos modos, resulta claro que el gran cambio en los hábitos del consumo audiovisual están dados por el factor generacional, lo que exige a los proveedores de contenidos contemplar seriamente estrategias multiplataforma, mínimamente mientras dure esta transición hacia un modelo totalmente basado en Internet.