La transformación de Apple

Quizás como nunca anteriormente, el clásico lanzamiento de productos de Apple que se produjo esta semana (con nuevos iPhones, iPad, iWatch y servicios varios) fue una radiografía de la situación actual de la empresa: productos de escasa diferenciación con una apuesta fuerte a los servicios.

Por el lado del emblemático iPhone, se reafirma la tendencia de que los nuevos smartphones (no importa la marca) son antes que nada atractivas cámaras con conexión a Internet y la capacidad de establecer llamadas. Gran parte del énfasis está hoy en la calidad de las lentes (si son varias, mejor), el software asociado y en una hermosa pantalla para ver lo que generaron esas u otras lentes. Esta es la línea que siguen todos los modelos insignia de las diferentes marcas. Con sus últimos lanzamientos, da la impresión de que Apple se siente ahora cómoda siguiendo tendencias, no imponiéndolas como hacía en el pasado.

Donde se diferencia Apple en este caso es en no haber presentado ningún modelo apto para 5G. A favor de esta decisión se puede decir que 5G está aún en una etapa embrionaria que hace que todavía subsistan algunos inconvenientes, como menor duración de baterías o recalentamiento de los equipos. Sin embargo, los principales mercados del iPhone (EE.UU., China y Europa) ya han comenzado a desplegar sus redes 5G, con China con los planes más ambiciosos para el 2020. En China particularmente, los poderosos fabricantes locales están apostando a 5G y la falta de esta tecnología en el iPhone podría resultar en una mayor pérdida de participación de mercado (incentivada ya por la guerra comercial entre China y los EE.UU.). No es un dato menor considerando que Apple fue una de las marcas más impactadas por el estancamiento de la demanda global por smartphones, a tal punto que la empresa dejó de informar el número de iPhones vendidos. Y la duda sobre si omitir 5G fue una decisión acertada se ve potenciada con las proyecciones para el mercado de smartphones para el año próximo, donde se espera una vuelta al crecimiento por el impacto de 5G.

Hoy el foco de Apple parece estar más puesto en el avance de sus servicios como Store, Music, iCloud, Pay, o el más reciente Apple TV+ (entre otros), que en su conjunto presentan una gran tasa de crecimiento, frente al hardware que viene en retroceso. A pesar de que el hardware factura 3 veces más que los servicios, el margen bruto de éstos es del 64%, contra el 32% del hardware. Esta combinación de margen y crecimiento es lo que hace tan atractivo enfocarse en los servicios. Mientras, el hardware (que sigue siendo de gran calidad y buen margen) aparece hoy bastante comoditizado y sin el nivel de innovación que demostró en el pasado. Pero también es cierto que esos ingresos por servicios están íntimamente ligados a la venta de hardware, por lo cual tampoco es un rubro que pueda ser descuidado (amén de que sigue siendo todavía su mayor fuente de ingresos).

Esta estrategia hacia los servicios se evidenció en el lanzamiento de esta semana. El modelo de entrada del nuevo iPhone 11 resultó ser el de menor precio en los últimos años, arrancando en US$ 699 (igual que el iPhone 8 en 2017), lo que implica un quiebre en la política reciente de ir subiendo los precios para compensar con margen la desaceleración en las ventas. Esto es bueno para la estrategia basada en servicios porque si no aumenta al menos mantiene la base de usuarios. Pero se trata de lograr un equilibrio delicado, ya que un precio muy bajo atentaría contra el factor aspiracional, muy relevante en el marketing de Apple, lo que podría afectar aún más sus volúmenes de venta. Por supuesto, a su favor juega la existencia de un ecosistema cerrado que sirve como factor de retención de sus usuarios, algo que el resto de sus competidores, basados en Android, seguramente envidian.

En definitiva, Apple no está en problemas. Simplemente está perdiendo el brillo y esplendor del pasado para una empresa que compite cada vez más de igual a igual con distintos actores, tanto del mundo del hardware como de los servicios.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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