“Vuelve Telefónica e Hispanoamérica no se vende”. Este es el título de una nota publicada esta semana en el medio digital español Hispanidad. Y por supuesto, siendo que la operación argentina se encuentra bajo la órbita de Telefonica Hispanoamérica, no pasó desapercibida en estas tierras.
Según los argumentos expuestos en el artículo periodístico, la decisión se basaría en haber logrado el objetivo de que la operación hispanoamericana no fuera un lastre para sus balances. Algo que se alcanzó reduciendo la deuda, donde influyó la estrategia de asociación con terceros para escindir sus infraestructuras y reducir así sus gastos de capital (capex) así como las ventas de algunas operaciones en Centroamérica. También se convirtió deuda en moneda local, limitando de esta forma la exposición a las variaciones cambiarias en la región.
Quizás el primer indicio de cambio en la estrategia regional afloró hace menos de un mes. Entonces, por primera vez en quince trimestres (casi 4 años), Telefónica Hispam mostró crecimiento en ingresos y OIBDA, datos alentadores ante la perspectiva de que la cosa mejore más aún con la salida de la pandemia. En este contexto, su presidenta y directora financiera había afirmado que no malvendería ninguna de sus operaciones en la región. Era claro que en este nuevo escenario, vender había dejado de ser una necesidad.
A esto habría que sumarle que la venta de Hispam no era sencilla. Salvo la aparición de una telco sin ninguna operación en la región, los demás candidatos potenciales con presencia en Hispanoamérica (Claro, Millicom, Liberty) sólo podrían comprar operaciones puntuales, ya que su actividad se superpone en varios países. Esto acarrearía dificultades cuando no impedimentos en las aprobaciones por razones de concentración de mercado. Es cierto que también hubo rumores de grupos inversores interesados (algunos por toda la operación, otros por países específicos), pero se trataba en muchos casos de oportunistas intentando hacer compras de ocasión (y no siempre con el financiamiento necesario).
En definitiva, no se trata de un anuncio oficial ni nada que se le parezca. Pero como reza el dicho italiano, “se non è vero, è ben trovato”.