Hace unas semanas, en una aparición pública, el presidente de la Nación sorprendió con un: “Vamos a hacer de Internet un servicio público, para que no nos sigan robando con las tarifas. Y que se enojen los que se tengan que enojar”. Más allá del uso de la palabra “robar” y sus implicancias en boca del más alto mandatario, se imponía corroborar la veracidad de esta afirmación para comprobar si este parecer se condice con lo que arrojan los datos duros.
Para ello, hay que abordar algunas definiciones previas. Primero, hay que individualizar los países contra los cuales hacer la comparación. Se optó por considerar a los principales países de la región, tanto por PBI como por población. Así, además de Argentina, se toma en cuenta los casos de Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay.
Luego, hay que explicitar qué vamos a comparar. Hacerlo únicamente por el costo del servicio, traducido a dólares para utilizar la misma medida, es un camino aunque no el mejor. Pesa aquí no sólo el tipo de cambio (subvaluado, sobrevaluado, equilibrado) sino también la capacidad adquisitiva de la población. Si bien hay valores que, en teoría, se ajustan mejor, como es el caso de la paridad del poder adquisitivo (PPA), éste es un valor no tan transparente para los no expertos. Por ello, en este caso se toma la incidencia del costo del acceso a Internet en el salario mínimo mensual (dato objetivo, fijado por el Estado). Se obtiene un valor que indica qué porcentaje del salario mínimo es necesario para afrontar el costo del acceso a Internet.
Establecida la variable de ingresos a utilizar, queda hacerlo con el acceso a Internet, lo que demanda dos definiciones. Por un lado qué ISP se toman en cuenta en cada país. En este caso se consideró la oferta de todos aquellos que cuenten con una participación de mercado del 10% o más. Por otra parte, hay que establecer un producto de acceso a Internet que tenga características similares entre todos los ISP y países. Aquí la cosa se hace un poco más complicada porque es prácticamente imposible que diversos ISP, en un mismo o varios países, tengan un producto idéntico. En este sentido, se optó por considerar el precio de una conexión de, como mínimo, 50 Mbps. Esto es así porque en algunos países los grandes ISP no tienen productos inferiores a estas prestaciones. Por supuesto, se toma el precio publicado en la web sin ningún tipo de empaquetamiento (mayormente con TV o telefonía) para evitar distorsiones.
A continuación, se realiza un promedio de los precios de los productos identificados en cada uno los ISP considerados por país. Este valor se divide por el salario mínimo y se obtiene su participación como porcentaje de éste. Cabe aclarar que los valores utilizados (salarios y precios) corresponden al mes de septiembre de 2021. Los resultados, son los siguientes:
Se ve con claridad que Argentina se encuentra en el 2º lugar a nivel regional en cuanto a precio más bajo del acceso a Internet como porcentaje del salario mínimo. Visto de otra forma, las palabras del Presidente no parecen respaldarse con la realidad. Habría que verificar en base a qué fuente hizo tal afirmación, pero da toda la impresión de estar mal informado.