Quizás por haberse criado en tiempos de Internet donde legal o ilegalmente, todo estaba disponible gratuitamente, está instalada la idea de que los jóvenes (y no tanto) son reacios a pagar por contenidos online. Sin embargo, son justamente los millennials y centennials los segmentos etarios de usuarios de Internet más propensos a pagar por servicios online como música, juegos, cursos o livestreams. Esto surge del informe “Consumo audiovisual online – 2022”, realizado por Carrier y Asociados.
En líneas generales, y excluyendo a los servicios de streaming de video que suelen ser parte de un consumo familiar más que personal, un 62% de los usuarios de Internet paga por algún otro servicio online como música, cursos, juegos y livestreams.
Dentro de estos servicios, la música demuestra ser un contenido clave, pagado por el 53% de los usuarios. Se trata de un consumo dominado por Spotify y YouTube Música [ver “Concentración musical”].
Siguen los cursos (20%), que encontraron un nuevo piso post pandemia, luego de que ésta impulsara la educación remota ante el cierre de las instituciones educativas. Lo que hace pensar que la educación/capacitación a distancia llegó para quedarse. En tercer lugar aparecen los juegos, con el 15%, sin dejar de prestar atención a los livestreams (13%), un fenómeno más reciente pero con perspectivas de seguir creciendo.
A la hora de ver estos datos desde un enfoque generacional, los segmentos más jóvenes (centennials y millennials), no sólo son más propensos a consumir música por streaming. También son los principales consumidores de cursos online, lo cual correlaciona con su etapa vital donde mayormente cursan estudios terciarios o universitarios, los que se suman a cursos cortos específicos sobre una temática, como por ejemplo, programación HTML.
Los datos muestran no sólo que los segmentos más jóvenes no son reacios a pagar por contenidos online, sino que son los más permeables en la medida en que la oferta tenga valor. Chau mito.