La semana pasada tuvo lugar el “Foro de Analistas 2022” organizado por 5G Americas, en la ciudad de Dallas en EEUU. El evento fue una gran oportunidad para actualizar el status de esta tecnología en el mundo y en la región. En resumen, podría decirse que 5G ya es una realidad a nivel global (aunque no aún en Argentina), pero todavía le falta maduración para cumplir con todas las promesas que viene haciendo desde hace unos años a esta parte.
A nivel global, hay algo respecto de 5G que es evidente: su acelerada adopción. Algo que se comprueba en un par de datos. En primer lugar, ya un cuarto de la población mundial está cubierto por redes 5G. Esto significa que se alcanzó este hito 18 meses antes de lo que sucedió con 4G. Un valor que cobra más relevancia si se tiene en cuenta que durante este tiempo el mundo atravesó la pandemia generada por el Covid. Por otra parte, en el último año, la cantidad de suscriptores a 5G pasó de 600 millones a un estimado de más de 1.000 millones, lo que equivale a un crecimiento del 66% durante 2022. Causa, consecuencia o simple coincidencia, durante los últimos tiempos se disparó el tráfico del video hasta representar el 69% del total de los datos que viajan por las redes móviles. Algo que se dio de la mano de aplicaciones que no sólo permiten consumirlo sino también subirlo.
Ya en nuestro continente, lógicamente gran parte del contenido tenía que ver con lo que sucede en EEUU. En este caso, los indicadores son muy buenos: 140 M de suscriptores y una cobertura del 97% de la población. Esta adopción también se manifiesta en otros indicadores tales como un consumo de datos que es entre 2,5 y 3 veces la de LTE (o 4G) y el doble de tiempo semanal haciendo streaming en comparación con 4G. Pero en términos de nuevos usos, se trata mayormente de una versión mejorada de la banda ancha móvil, pero no tanto de otros usos prometidos. La única excepción es el acceso fijo inalámbrico (FWA), que es vista por el momento como la “killer app”. Y no es para menos. Esta tecnología, que permite conectar hogares con banda ancha a través de las redes móviles, ya cuenta con 2,2 M de accesos. Sólo en el 2º trimestre del 2022 sumó 816 mil accesos, lo que representa un crecimiento interanual del 57%. Con velocidades ofrecidas entre 100 y 500 Mbps en bandas medias y entre 300 Mbps y 1 Gbps en bandas milimétricas, la tecnología FWA se presenta como una interesante competencia a las redes de banda ancha fija. No obstante, también es importante destacar que un usuario de FWA consume en tráfico el equivalente a entre 10 y 13 usuarios móviles. En consecuencia, la oferta se concentra en áreas de baja densidad poblacional, como son las suburbanas y las rurales.
En cuanto a Latinoamérica y el Caribe, si bien hay 14 países que tienen antenas 5G en funcionamiento, sólo 8 tienen redes operando (Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Dominicana, Puerto Rico y las Islas Vírgenes), con 18 redes en total. A pesar de que los despliegues son más recientes que en EEUU (y que el contexto socioeconómico es menos favorable) la región ya cuenta con 5 M de usuarios, de los cuales alrededor del 80% corresponden a Brasil, cuya licitación de espectro fue destacada como modelo por la industria, al poner el énfasis en el despliegue y no en la recaudación. Esta es la razón por la cual tanto operadores como proveedores hacen hincapié en una reducción del costo del espectro, que en los valores actuales representa (según el país de que se trate) entre el 20 y el 40% del costo total de la red. Así se entiende por qué algunas subastas en la región quedaron desiertas y en otros casos hubo devolución de espectro.
Se puede decir que, a pesar de su rápida adopción, la 5G genera algunas incógnitas, ya que habilita muchos nuevos usos que no fueron explorados previamente. Si bien por su potencial técnico es claramente una plataforma de innovación, muchas tecnologías asociadas, como redes privadas, network slicing, IoT, realidad extendida o CV2X (Cellular Vehicle-to-Everything) todavía no están disponibles comercialmente. Por lo tanto, por el momento lo que hay disponible son usos ya existentes (banda ancha móvil y acceso fijo inalámbrico) aunque con mayor capacidad de transmisión. En consecuencia, la llegada y maduración de los nuevos usos prometidos llevará unos años más.