Apurando el 5G

No se puede pensar en cómo será el 2023 para el sector sin mencionar al 5G. Una tecnología que principalmente despierta interés en el gobierno por su potencial recaudador y que, en el escenario actual, decidió acelerar su puesta en marcha para lograr fondos antes del 1º semestre. Claro que el apuro no es la mejor condición para llevar adelante un proceso que todavía despierta muchas inquietudes e incertidumbres.

Esta semana el Enacom atribuyó 300 MHz en la banda de 3.5 GHz para 5G (técnicamente, la porción de espectro radioeléctrico 3300-3600 MHz). Se trata de la banda más utilizada globalmente. También aprobó el reglamento del “Servicio de Telecomunicaciones Fiables e Inteligentes” (STeFI), específico para esta tecnología convergente, tanto para comunicaciones móviles como fijas y contemplando, atención a esto, áreas geográficas de explotación que podrán ser locales, regionales o nacionales.

Una movida que muestra “actividad” pero que, sin embargo, no despeja ninguna de las inquietudes sectoriales en materia de 5G que giran alrededor de la futura licitación del espectro recientemente atribuido (que sería inicialmente para el primer trimestre del 2023): si habrá espectro adicional, en qué condiciones de limpieza estará, cuántos lotes estarán disponibles, cuáles serán las obligaciones y cuál será el costo (y cómo se paga). Viendo lo poco que falta para la fecha inicial de la licitación, el verano se presenta como con mucha actividad.

Acerca del autor

Enrique Carrier

Analista del mercado de telecomunicaciones y nuevos medios, basado en Buenos Aires, Argentina

Por Enrique Carrier

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