Pasó el mes de enero, el punto más alto en términos vacacionales, aunque este año muchos ejecutivos de telcos siguieron en mayor o menor medida “conectados”, atentos a novedades que pudieran producirse en relación a la licitación de espectro para 5G, prevista, inicialmente, para febrero de este año. Pero no las hubo. Claramente, se confirma la impresión inicial: no dan los tiempos.
Ya con el cierre del 2022 se tenía en claro que el anuncio hecho en noviembre por el ministro de Economía, según el cual la licitación se haría en febrero de este año, despertaba muchas dudas. Quedaban muchísimas cosas por resolver y por definir. Los tiempos no daban. Los hechos demuestran que esa impresión inicial no era errada [ver “Se viene 5G. ¿Se viene 5g?”]. Tal es así que ya en diciembre se dejó de hablar de febrero y se empezó a hablar del “primer trimestre”. Pero aun estirando los plazos al 31 de marzo, son de imposible cumplimiento. Hoy, sin novedades concretas respecto del proceso, la fecha que se maneja es hacia mitad de año. No obstante, a esta altura y en base a los antecedentes cercanos, nadie se anima a aventurar fechas ciertas.
Todavía no hay un pliego aprobado. Se especula con que eso sucedería durante febrero. A partir de entonces, sería lógico que hubiera unos 90 días para la presentación de ofertas más unos 30 más para la evaluación de las ofertas y las eventuales adjudicaciones. De esta forma, se llegaría a mitad de año, con el gobierno seguramente enfrascado en las elecciones presidenciales de octubre próximo. Con este escenario, no sorprendería que el gobierno quiera acelerar este proceso, lo que sería negativo.
A todas las incertidumbres que giran alrededor de este proceso, se suma una no menor y que tiene a toda la industria, más allá de las involucradas en las comunicaciones móviles, en vilo. Se trata de la falta de dólares para la importación de equipamiento (así como para pagar servicios). En este aspecto, la Mesa de la Industria TIC (que cuenta entre sus miembros a Telecom y Telefónica así como a CABASE, CACPY, Fecosur y Vrio) emitió recientemente un documento expresando las dificultades que atraviesa la industria desde hace un tiempo, en una situación que empeora en la medida en que este avanza. Con este contexto, ¿estarán los dólares necesarios para importar el equipamiento requerido para iniciar el despliegue de 5G antes de fin de año? ¿Qué garantías (válidas) puede dar el gobierno si quiere avanzar con la licitación de espectro?
Esto sucede mientras el gobierno se enfoca en el monto a recaudar, siendo este no un aspecto importante sino el único importante, tal como lo demuestran los hechos. Pero más allá de los montos que se barajen, es difícil determinar si el dinero pretendido es mucho o poco si no se conocen las condiciones del pliego (tiempos, obligaciones de cobertura, cronograma de despliegue, acceso a tecnología, etc.). En definitiva, un caso en el que primero se disparó para luego apuntar…