No es ninguna novedad decir que el 2022 fue un año difícil para Argentina y, consecuentemente, para personas y organizaciones allí radicadas. Una inflación muy cercana a los tres dígitos que impactó negativamente en los ingresos de los consumidores afectó las ventas de las empresas, algo que puede verse claramente en el caso de las telecomunicaciones, aunque lógicamente, no es el único.
Considerando los datos publicados en los balances del 2022 de los tres principales operadores del país (Telecom, Telefónica y Claro), el que pasó será un año para olvidar. Los ingresos consolidados de estos tres arrojan una caída del 17% (tomando pesos a valor constante, ajustados por inflación), al pasar de US$ 9.517 M en 2021 a US$ 7.878 M en 2022 [Nota: los montos están expresados en dólares para simplificar su lectura].
Yendo un poco más al detalle, Telecom muestra valores negativos en abonados a banda ancha (-3,1%) y TV paga (-2,3%), no así en celulares que se mantiene, creciendo apenas un 0,6%. Por su parte, Telefónica y Claro sí muestran crecimientos en banda ancha y TV paga. Telefónica logra un saldo positivo entre las altas de fibra y las bajas de ADSL mientras que Claro, que al partir de un “green field” suma todas las altas, mostró valores de dos dígitos. Esto evidencia la mayor presión competitiva que atraviesa Telecom frente a los despliegues de fibra óptica, como en el caso de Telefónica y Claro a nivel nacional y de otros actores a nivel local o regional, que son la base para ofrecer no sólo banda ancha sino también servicios de TV. El crecimiento de los accesos de fibra óptica, que son ofrecidos por el 49% de los ISP y que ya representan alrededor del 25% del total de conexiones de banda ancha fija, se hace sentir.
Pero más allá de las variaciones en abonados, también se ve una caída en el ARPU (ingreso promedio por usuario) de todos los servicios, con porcentajes que van desde un dígito alto a dos dígitos según el servicio y el operador. Algo que también se observa en la variación de precios medida por el INDEC, que crecieron durante el 2022 un 67,8% frente a una inflación general del 94,8%. Esto demuestra que, a pesar de medidas cautelares que dejaron sin efecto el buscado control de precios en muchos casos, hay una realidad de mercado que no permite que los precios se ajusten a la par de la inflación.
Estos resultados llegan en momentos en que el gobierno busca definir un valor base para la licitación de espectro para 5G. Un proceso al cual le faltan aspectos técnicos, pero donde la discusión pasa más por lo económico: definir el número ($), medio y forma de pago. Con ingresos a la baja, al gobierno le costará llegar a un número al que aspiraba (¿o aspira?) originalmente, ubicado en los US$ 1.400 M. Una discusión que está teniendo lugar en estos días.
El 2022 resultó ser un año difícil. Este 2023 que ya llega a su primer trimestre, no se presenta como más fácil.