Si bien el DNU 690 fue rechazado desde el primer momento por todos los operadores de telecomunicaciones, tuvo al menos un impacto positivo. Por primera vez los distintos actores con sus marcadas diferencias (de tamaño, origen, tecnología, cobertura) se pusieron de acuerdo en que en un sector donde abundan las cámaras y asociaciones empresarias era necesario juntarse para buscar y plantear soluciones a los problemas comunes. Así nació la “Mesa de la industria TIC”, originalmente formada por las asociaciones/cámaras CABASE, CACPY y FECOSUR y las empresas Telecom, Telefónica y Vrio. Su primer objetivo fue elaborar el “Manifiesto de la Industria TIC”, publicado en octubre del 2022.
Esta semana, la Mesa sumó nuevos “comensales”. Se trata de ATVC, CAPPI, CATEL, CATIP, CICOMRA, IDA y Red Intercable, quienes firmaron su adhesión al manifiesto. De esta forma, la Mesa logró una representatividad altísima e inédita en la industria TIC local. Un logro de la gestión del presidente Fernández que hay que reconocerle. Este hecho marca también la voluntad de acuerdo dentro del sector TIC, en franco contraste con lo que exhibe la dirigencia política, especialmente en tiempos pre eleccionarios.
Conviene recordar cuáles son los puntos contemplados en el manifiesto al que adhirieron las nuevas asociaciones: derogación del DNU 690, participación del sector privado en el diseño de un plan para el uso de los Fondos del Servicio Universal, incremento de los fondos destinados al Servicio Universal con la incorporación de los grandes del streaming a los aportantes, coordinación de las infraestructuras estatales con las privadas, implementación de un plan de espectro de mediano y largo plazo, simplificación y homogeneización de los permisos de despliegues de infraestructura, equiparación de condiciones/obligaciones entre plataformas de streaming y operadores de TV paga (tendiendo a su reducción y simplificación), eliminación del “must carry” (canales obligatorios a transmitir), incentivos impositivos a los nuevos despliegues, revisión de la carga tributaria y, finalmente, acceso a créditos especiales para el sector.
Algunos dirán que no los une el amor sino el espanto, pero también es importante destacar que los puntos contemplados en el manifiesto impactan a todos por igual, a pesar de sus diferencias intrínsecas. Por otra parte, también es de notar que en los últimos tiempos los distintos actores tendieron a dejar de lado diferencias para buscar sinergias y colaboración mientras siguen compitiendo. Esto puede observarse en, por ejemplo, los diversos acuerdos de compartición de infraestructura llevados a cabo. Algo vital considerando que las necesidades de colaboración serán mayores en momentos en que Argentina está en pleno proceso de migración desde el cobre hacia la fibra, a lo que se suma la llegada de 5G, que exigirá una gran capilaridad de fibra que difícilmente algún operador móvil puede alcanzar por sí solo.
La Mesa de la industria TIC puede marcar un hito significativo: que el sector actúe en bloque para abordar los grandes temas de la política sectorial. Se trata de un déficit llamativo para una actividad de semejante relevancia a nivel nacional que hasta el momento no tuvo una voz unificada ante distintas situaciones como sí lo tienen otros sectores (tal el caso de la industria automotriz, la alimenticia, etc.). En este sentido, la existencia de la Mesa, ahora ampliada, es empezar a pagar una vieja deuda.
En algún momento del evento se mencionó el interés por que se sumen algunos sectores muy vinculados a las TIC pero no a la infraestructura, como por ejemplo actores del software o de la economía del conocimiento en general. Sin embargo, esto sería un error. El foco debe estar puesto en el desarrollo de la infraestructura TIC. Sumar sectores linderos atentaría contra el consenso y significaría un paso atrás en la unidad de criterios alcanzada. No siempre más es mejor.
El agrandamiento de la Mesa llega en el momento justo, cuando la industria busca mostrarse como bloque para negociar los grandes títulos de la política sectorial con el próximo gobierno, teniendo en cuenta las elecciones presidenciales de fin de año. En este sentido, los referentes en la materia de los principales candidatos fueron invitados a participar del evento. Lamentablemente, no asistió ninguno. Un indicador quizás de que articular con el poder político no será sencillo. O al menos, no inmediato.