Esta semana, más precisamente el miércoles 14 de junio, se cumplieron 21 años desde la primera edición de Comentarios. Desde igual día, pero en el 2002, Comentarios viene acompañando a la industria, la cual atravesó su período de mayor expansión y desarrollo en las últimas dos décadas. Entonces, celulares y banda ancha eran un lujo para muy pocos. Hoy hay más celulares que personas, convirtiendo al servicio en el producto de mayor masividad disponible. Y la banda ancha se hizo tan esencial que se le presta más atención a su desarrollo que al de las redes de agua potable o de cloacas. Claramente, el de hoy es un contexto radicalmente distinto al de sus orígenes.
Pero más que hacer un racconto de los cambios acontecidos a lo largo de estas dos décadas, un aniversario es un buen momento para mirar el contexto desde otro lugar, considerando el pasado pero, sobre todo, imaginando un futuro.
La historia reciente del sector puede considerarse como atípica. En los 21 años de Comentarios nunca hubo diferencias como las que se dieron entre regulador y regulados. Y no solamente esto, tampoco nunca como hoy la industria (considerando como tal a los operadores de todo tamaño, origen o actividad) se alineó de la manera en que lo hizo post DNU 690. Una norma que desencadenó una judicialización que terminó con prácticamente todos los operadores amparados por una medida cautelar, sea directamente o través de las cámaras a las que pertenecen. Una situación que dio lugar a un hecho que no por simbólico deja de ser relevante: la publicación del “Manifiesto de la industria TIC” con una participación casi total de los distintos operadores. A pesar de esta situación, no hubo ni siquiera un amague a revisar una decisión a todos luces contraproducente.
Paralelamente, la industria dio muestras de una enorme resiliencia. Atravesó la pandemia sin mayores sobresaltos a pesar de la disparada en el consumo de datos y la demanda por nuevos accesos. Enfrentó al DNU recurriendo a la justicia, lo que le permitió seguir controlando una variable clave en cualquier actividad económica: el precio. En un contexto macroeconómico adverso, con caídas del PBI, inflación creciente y su consecuente aumento de la pobreza y escasez de divisas, el sector siguió invirtiendo (aunque a menor ritmo del que hubiera podido en condiciones más normales) en la migración del cobre a la fibra. Un contexto que tiene a varios en una situación muy complicada, particularmente en el caso de los operadores PyME. Sin embargo, siguió creciendo la cantidad de accesos, así como sus capacidades, a pesar de que, en términos constantes, los ingresos totales tendieron a la baja.
Una muestra de los tiempos que atraviesa la industria se obtiene de ver lo que está pasando con la licitación de espectro para 5G. Anunciada a fines del 2022 para marzo de este año, todavía hoy, cuando ya pasó la mitad del 2023, no hay definiciones más allá de que serán 3 bloques de 100 MHz en la banda de 3,5 GHz. Demasiado poco a esta altura de los acontecimientos para una decisión tan relevante a futuro.
No obstante, aunque golpeada y con incertidumbres, la industria sigue parada y bailoteando arriba del ring. Y si bien hay expectativas en cuanto a que un cambio de gobierno (sin importar el signo) podría dar lugar a un reenfoque regulatorio y a una mejora de las variables macroeconómicas, serán procesos que no tendrán resultados inmediatos (sobre todo la macro). Así, el panorama para el 2024 es uno donde seguirán los desafíos económicos, pero al menos existe la probabilidad de que cambien las expectativas. No obstante, hay un dato preocupante. Bajo el título “Comunicaciones, medios y regulación: ¿qué propone la oposición para el próximo Gobierno?”, el portal de noticias iProfesional publicó dos artículos (éste y éste) para los que conversó con referentes de las distintas fuerzas políticas con más chances de ganar las próximas elecciones presidenciales (sin considerar al oficialismo, quizás porque todavía queda una nota más por publicar). Independientemente de la fuerza de que se trate, los entrevistados referentes de cada sector que declararon lo hicieron a título personal y no en representación de sus espacios. Daría la impresión de que hay mayor énfasis en los aspectos vinculados a los contenidos que a la infraestructura. Un indicador de que la política aún no le presta la debida atención a un sector tan relevante y estratégico para el desarrollo de Argentina. Quizás haya que esperar hasta después de las PASO, cuando se definan los candidatos que disputarán las elecciones, para tener definiciones más concretas y avaladas por cada una de las fuerzas participantes.
En definitiva, este aniversario de Comentarios llega en un momento donde sobran las expectativas, pero en el que apenas hay lugar para un optimismo moderado. Allegro ma non troppo.