A continuación, diversos temas sueltos que surgieron de la subasta.
A muchos le llamó la atención que Movistar ofertara tan sólo por 50 MHz en lugar de los 100 MHz que obtuvieron sus competidores. Desde la empresa afirman que, para ellos, cierra mejor la ecuación económica. Lo cierto es que por al menos unos 3 años no consideran que haya necesidades de espectro adicional, teniendo en cuenta que inicialmente la red estará bastante “vacía”, con menos del 10% de los smartphones en uso siendo compatibles con 5G y con usos B2B que demorarán en ser masivos. Mientras tanto, es probable que reutilicen espectro ya disponible, particularmente la banda de 2,6 GHz. A esto se le podría sumar parte del espectro utilizado hoy por 3G pero que no tiene muchos dispositivos utilizando esta tecnología. Esto gracias a la tecnología de agregación de portadoras o Carrier Aggregation (sin ninguna connotación personal…) que permite combinar diversas bandas de frecuencia para ser utilizadas como una sola. Pensando más allá del espectro ahora disponible, en adelante queda la alternativa de ofertar por más (cuando esté a disposición) o, por qué no, avanzar por un camino de espectro compartido, tal como lo está haciendo con diversos modelos en otros países de Latinoamérica.
Con el cierre de la subasta, no faltaron consultas respecto de la tecnología a utilizar, más precisamente si hubo decisiones a favor o en contra del uso de Huawei. Aquí hay que recordar dos cosas. Una, que la ley argentina garantiza la neutralidad tecnológica, y tampoco el pliego hacía mención alguna a este tema. La otra es que, en definitiva, la elección tecnológica es propia de cada operador. En este sentido, lo más probable es que haya continuidad de proveedores. La inversión necesaria para un cambio de esta naturaleza es muy grande. Difícilmente ocurra.
Otra inquietud sin respuesta precisa es qué pasará con el lote de 50 MHz vacante. Desde el Enacom dijeron, a través de su presidente, que podrían ser asignados a Arsat (sumándose a los 100 MHz para 5G ya asignados) o ponerse a disposición de los operadores privados en una futura licitación que incluiría otras bandas (¿las de 4G?). En otras palabras, el mensaje fue “después vemos”.
Detalle final. Al anunciar el resultado de la subasta, el ministro de economía y candidato presidencial afirmó que, más allá del espectro, los operadores invertirán, cada uno, unos US$ 1.000 M en el despliegue de la red. Una cifra razonable, aunque lo que no aclaró fue en cuanto tiempo.