Luego de un arranque un tanto confuso y desordenado, las distintas áreas del gobierno con responsabilidades en materia de telecomunicaciones quedaron todas bajo un mismo paraguas, lo que debería ayudar en la necesaria alineación y coordinación. Esto se logró a través del decreto 318/2024 que introdujo cambios en diversas áreas del poder ejecutivo.
En el mismo, se establece que la ahora ex Secretaría de Comunicación y Conectividad pasa a depender de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología (SICT), con el rango de Subsecretaría. De esta forma, la SICT toma el control de la Subsecretaría de Conectividad, Enacom y ARSAT, convirtiendo a su Secretario, Alejandro Cosentino (que viene trabajando junto con el presidente desde antes de que fuera electo) en el hombre fuerte de las telecomunicaciones en Argentina, respondiendo directamente a Jefatura de Gabinete.
Esta reorganización dejó afuera al ahora exsecretario, Ignacio Cingolani, quien había llegado al puesto de la mano del removido ex Ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro y que, por lo tanto, había perdido su padrinazgo político. Más allá de esta situación, natural en la dinámica política, también es cierto que no respondía al perfil necesario para dirigir un área tan técnica y dinámica. Habiendo pasado por diversos ámbitos de la administración pública (nacional y provincial), su experiencia más reciente en el sector fue una década atrás, como Director Nacional de Planeamiento y Desarrollo del AFSCA (hoy Enacom), con el foco puesto en los contenidos. Previamente, tuvo un paso por el Comfer. Por lo tanto, no contaba con antecedentes en temas de infraestructura de telecomunicaciones. Casi una constante en las designaciones de las últimas administraciones que convertían a los nuevos funcionarios en una suerte de pasantes que llegaban para aprender. Así, las reuniones iniciales sobre orientación pública fueron en la práctica charlas formativas. Por ahora, se desconoce oficialmente quién ocupará la Subsecretaría, aunque rumores fuertes apuntan a una persona con expertise en el tema y en la función pública. Sería un gran avance.
Por otra parte, en el Anexo II del mencionado decreto, se establecen los objetivos de la Subsecretaría de Comunicaciones y Conectividad (SSCC) que dan la impresión de que recobrará relevancia y participación, luego de que la gestión anterior redujera notablemente su influencia para controlar toda la política del sector a través del Enacom. La SSCC estará a cargo de diseñar las políticas y regulaciones así como de la actualización de los marcos regulatorios. También asistirá a la SICT en el control tutelar del Enacom y hará recomendaciones para la utilización de la infraestructura de Arsat.
Los movimientos, así como el perfil de los funcionarios involucrados, permiten pensar que, a diferencia de lo ocurrido históricamente, el actual gobierno pondrá más énfasis en los servicios TIC desde un enfoque de infraestructura que de medios. Es que a pesar de la convergencia, la problemática de ambas es muy distinta.