La semana pasada, desde esta publicación, se daba cuenta de los números con que finalmente cerró el 2023 en materia de indicadores de los servicios TIC. Entre éstos, tuvo repercusión lo sucedido en materia de TV paga y, más particularmente, en la TV satelital. Por esto, esta semana la intención es poner la lupa sobre lo que está pasando con este servicio.
Tomando el decenio que va desde 2014 a 2023, se observa que el total de suscripciones a los servicios de TV paga llega a su punto máximo en 2019 (alcanzando los 9,76 M de suscriptores) para, a partir de allí, comenzar un camino descendente que resultó un poco más pronunciado en 2023, con una caída de casi el 4%, totalizando 9,16 M de suscriptores. Sin embargo, en la apertura por tecnologías, se observa que mientras la TV por cable recién muestra una caída en 2023, de apenas el 0,3%, la TV satelital comienza a perder suscriptores a partir del 2017, con una profundización en 2021 (-13,4%), alcanzado su mayor descenso en 2023 (-17,9%). En definitiva, hay un fenómeno mucho más marcado de sat cutting que de cord cutting.
Analizando el ARPU de cada uno de los servicios, se observa que, mientras que aquel de la TV satelital era un 44% mayor al de la TV por cable en 2016, esta brecha comenzó a crecer sostenidamente en los años siguientes, llegando al 139% en 2023. Si bien ambos ARPU (actualizados por inflación para poder comparar distintos años) fueron descendiendo a partir del 2017, el de la TV por cable lo hizo más pronunciadamente.
En esto sin dudas impacta la mayor competencia que se registró en la TV paga desde el 2018, con el comienzo de los despliegues de fibra óptica tanto de Claro como de Movistar que permitió a ambas empresas ofrecer paquetes de conectividad con servicio de TV IP incluido en ofertas agresivas en precio. Lógicamente, también influyeron, aunque con menor peso en la oferta total, los despliegues de fibra de ISP PyME que sumaron alguna propuesta de IPTV de terceros.
La tendencia a la caída de suscriptores de la TV satelital no pareciera que fuera a desacelerarse (y mucho menos frenarse). Cada vez más siente la competencia de redes terrestres que pasan por los hogares de sus clientes en zonas urbanas. Pero en las zonas suburbanas y rurales, seguramente comenzará a sentir el impacto de la conectividad satelital, donde Starlink ha comenzado a crecer con accesos de un ancho de banda similar a la fibra óptica o el cablemódem y sin límites de tráfico. Esto permitirá que diversas propuestas audiovisuales OTT también compitan por una fracción de las billeteras de quienes hasta ahora sólo disponían de la opción satelital para TV.
Considerando el escenario tecnológico y el ritmo de pérdida de suscriptores registrado en los últimos 5 años, todo indica que para fines de esta década la TV satelital pasará a ser un recuerdo de otros tiempos. Como lo fue Blockbuster en su momento ante el crecimiento de Netflix y los OTT que le siguieron.